ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇ ᴀ ʜᴏᴍʙʀᴇ // 𝑺𝒊𝒏𝒈𝒕𝒐𝑲𝒓𝒊𝒔𝒕 ♡ 3 ♡

CAPÍTULO 3

—Oye, Gun, ¿puedo hablar contigo un momento antes de que medites?— preguntó Krist mientras seguía a Gun por las escaleras.

Tenía algunas preguntas y necesitaba las respuestas. Infiernos, ¿a quién estaba engañando? Tenía más que un par de preguntas. Tenía cientos de ellas, millones.

Simplemente no estaba seguro cuál preguntar primero.

—Sí, claro, Krist ¿qué pasa?—preguntó Gun mientras entraba a su habitación y se sentaba a un lado de la cama.

Krist metió las manos en sus bolsillos y miró hacia sus pies mientras trataba de ordenar sus pensamientos. No podía creer que él realmente estuviera aquí preguntándole a Gun cómo tener sexo con su pareja. Su pareja —ese aún era un pensamiento aterrador.

—¿Krist?— preguntó Gun cuando no respondió de inmediato— ¿Qué sucede?

Krist levantó la cabeza para mirar a Gun. Podía sentir su cara enrojecer. —¿Ya sabes; ese tipo en la planta baja?

—¿Singto, quieres decir?—preguntó Gun con una sonrisa.

—Sí. Él es... bueno, él es...

—¿Completamente caliente?—Gun se echó a reír.

—Será mejor que mi hermano no se entere de que dijiste eso.

—Por favor— Gun puso los ojos en blanco y le agitó la mano a Krist desdeñosamente —Puedo estar acoplado, pero no estoy muerto. Singto es magnífico— dijo mientras se ponía de pie.—Podría ser peor, ya sabes.

—Él es mi compañero, Gun— explicó Krist.

—Lo sé.

La mandíbula de Krist cayó. —¿Lo sabes? ¿Ya está? ¿Eso es todo lo que vas a decir? ¿Que ya lo sabes?— exclamó Krist.

Gun se volvió para mirarlo, con una sonrisa en su rostro. —¿Qué te gustaría que dijera? ¿Felicitaciones? ¿Así se hace? ¿Ya lo has visto desnudo?— se echó a reír Gun.

Krist se sentó pesadamente en un lado de la cama, dejando caer la cabeza entre sus manos. —No estás ayudando, Gun.

—¿Qué quieres que te diga, Krist?— preguntó Gun mientras se arrodillaba frente a él.

Krist levantó la cabeza para mirar a Gun. —Él es un chico, Gun.

—Me di cuenta de eso, Krist. ¿Y qué? Tú también lo eres.

—Ese es el punto. Los dos somos chicos y yo nunca... quiero decir, antes... Dios, ¡Mis padres se van a morir! —se quejó Krist.

—Déjame preguntarte algo, Krist. ¿Piensas menos de Off porque me ama o porque yo lo amo? ¿Porque somos dos hombres?

—No, por supuesto que no, pero no es lo mismo, Gun. Es... —comenzó Krist.

—Es lo mismo, Krist. Estar acoplado es algo maravilloso. Y si eres tan afortunado como lo soy yo, entonces tú pareja te hará la persona más feliz del planeta. Sólo he conocido a Off desde hace unas semanas, pero no podría imaginar estar con alguien más o no tenerlo en mi vida.

Krist miró a Gun, de pronto entendió que su hermano, Off, se había sacado la lotería con Gun. Durante las últimas semanas, había visto lo feliz que Gun hacía a Off. Nunca se dio cuenta que Gun se sentía de la misma manera. Krist no podía estar más feliz por ellos dos, o más celoso.

Él quería eso con Singto.

—Tú crees... —Krist tragó el nudo que se formaba en su garganta —¿Es posible para dos hombres estar juntos cuando nunca...?— dijo Krist, encogiéndose de hombros. Simplemente no podía decirlo en voz alta —Bueno, ya sabes.