ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇ ᴀ ʜᴏᴍʙʀᴇ // 𝑺𝒊𝒏𝒈𝒕𝒐𝑲𝒓𝒊𝒔𝒕 ♡ 3 ♡

CAPÍTULO 7

Singto sonrió mientras veía a Krist girar su pie a un lado y luego al otro. Nunca pensó que Krist le permitiría que le pintara los dedos de sus pies de color rosa, pero ahí estaban en todo su esplendor rosa. Y era un color rosa ardiente, también. Singto pensó que nunca llegaría a hacerlo otra vez, así que quería arriesgarlo todo mientras tenía la oportunidad.

—Te ves caliente— Singto se rio cuando Krist le lanzó una maligna mirada— Lo haces.

—Muérdeme—gruñó Krist.

Singto se limitó a sonreír aún más. —Me encantaría.

—Eso no fue una invitación.

—Para mí sonaba como una— dijo Singto mientras deslizaba una mano sobre el muslo desnudo de Krist.

 Krist no se había molestado en ponerse pantalones cuando se levantó esta mañana, sólo sus bóxer. Singto hubiera preferido que el hombre corriera alrededor desnudo, pero Krist insistió en vestir algo. Singto sabía que tenía que trabajar en su compañero. Quería al hombre desnudo todo el tiempo.

La desnudez era buena.

—Singto.

—¿Qué?— Singto le lanzó a Krist una inocente mirada de amplios ojos.

 Empezó a mover su mano más allá del muslo de Krist hacia la tienda de campaña que rápidamente se estaba formando en sus bóxer cuando sonó el teléfono. Singto le dio una mirada al ofensivo objeto antes de recogerlo y contestar.

—¿Qué?— espetó en el teléfono.

—Singto, es Mike Adulkittiporn

«Uups».

—Hola, Mike, ¿qué pasa?

—Me preguntaba si tú y Krist pueden venir a la casa de Off. Tu hermano Boun llamó, y parece que tu Alfa tiene unos cuantos problemas.

—¿Qué?— Singto se sentó y deslizó sus piernas por un lado de la cama —¿Está bien?

—Él sí, pero ha ocurrido algo, y necesito que tú y Krist vengan para que podamos hablar de ello.

—Sí, estaremos allí enseguida.

—Te lo agradezco.

—¿Por qué no me llamó directamente?

—Lo hizo. Aparentemente no pudo localizar ni a Zee ni a ti.

—No debo haber oído el teléfono. Lo siento. Estaremos ahí enseguida.— Singto hizo una mueca mientras colgaba el teléfono y miraba nuevamente a su pareja. Sabía exactamente por qué no había oído el teléfono. Había estado muy ocupado escuchando los gemidos de su pareja —Tu padre nos quiere en casa de Off. Algo está pasando con mí Alfa.

Las cejas de Krist se alzaron. —¿Tu Alfa?

—Ohm Thitiwat.

—¡Bien, joder!

Singto tomó sus pantalones cuando Krist salió de la cama. Rápidamente se los puso y tomó su camisa. No había terminado de abotonar su camisa cuando escuchó a Krist maldecir en voz baja.

—¿Qué?

—Mis uñas todavía están húmedas.

Singto se echó a reír.

—No es gracioso.— Krist le lanzó una mirada diabólica a Singto —¿Cómo se supone que me voy a poner los zapatos con mis uñas húmedas?

—¿Tienes algunas sandalias?

—No voy a usar sandalias en la casa de mi hermano, Singto. Todo el mundo vería las uñas de mis pies.

Singto soltó una risilla.