El mejor regalo - Especial de Navidad 2019

2 En busca del regalo

Hola a todos, aquí Coco, con un día menos en su conteo hasta que llegue Santa Claus, y feliz de poder pasar otro momento con ustedes ^w^ ¿Ya se sienten listos para la noche más luminosa del año? ¿Qué van a hacer, con quién van a pasar? Cuéntenle a Coco sus planes, y cuando estén listos, vamos al capítulo de hoy a disfrutar. Ya saben qué hacer <3 

Conteo navideño: 5...

***

Meliodas estaba saliendo de su edificio mientras presenciaba como el día se deslizaba hacia la noche y el aire se ponía cada vez más frío. Copos de nieve se posaban sobre sus hombros y, al alzar la vista, se encontró con el azul de un cielo que parecía hecho de zafiro. Las nubes cargadas de hielo tenían un tono gris casi plateado, y al evocar esa mezcla tan particular de colores, se acordó de la persona que era dueña de su corazón.

—Mi Elizabeth... —Hacía casi un año ya. Un año desde que su vida cambió por completo, un año desde que descubrió el valor de amar y ser amado. Aún recordaba la primera cita que tuvieron, cuando ella se convirtió en la primera mujer en darle un no por respuesta.

*

—¿Qué sucede linda? ¿Está comida no es de tu agrado? —La pobre albina se veía muy incómoda en ese lujoso restaurante italiano. Aún había decoraciones con luces, guirnaldas, y esferas de Navidad, pero ella no lograba sentir el ambiente cálido. No dejaba de temblar, y tenía la mirada fija en su regazo.

—No es eso, solo... señor, ¿por qué me citó aquí? No lo comprendo. —Por respuesta, él alzó una ceja y tomó una de sus manos para llevársela a los labios y besarla.

—Quiero hablar de negocios. Pero es muy pronto, ni siquiera hemos cenado aún. ¿Qué te parece si primero me cuentas sobre ti? —Habiendo finalmente pisado terreno conocido, Elizabeth se lanzó a hablarle sobre su familia y sus amigos. Resultó que era hija adoptiva de Bartra Liones, conocido por ser un respetable hombre de negocios con el que el rubio ya había tenido tratos. Tenía dos hermanas, muchas amigas, y le encantaba embarcarse en obras de caridad y proyectos sociales durante las vacaciones. Su sueño era tener su propia empresa para poder ayudar a los demás.

—Ya veo, me gustan tus ambiciones. Entonces, ¿te gustaría que invirtiera en ti para que puedas lograrlo?

—¿Qué? ¿A qué se refiere?

—Pienso que una relación entre los dos sería algo benéfico. Resulta que eres hija de una buena familia, tu proyecto se beneficiaría, y además, eres atractiva. De hecho, muy atractiva. —Elizabeth estaba confundida, pero parecía que el tipo se le estaba insinuando. No le gustaba del todo lo que acababa de escuchar.

—Disculpe pero, ¿me parece entender que la relación que propone no es empresarial?

—Qué lista preciosa. No, no lo es.

—Haber si entiendo bien, ¿quiere iniciar un noviazgo conmigo? —La mirada de él cambió por completo, y de pronto transpiraba sensualidad y poder. Por un momento, ella sintió como si estuviera por completo a su merced, como si estuviera dispuesta a obedecer cualquier orden que le diera, y él sonrió con satisfacción al ver que había logrado el efecto deseado.

—No señorita Liones, no estoy interesado en un noviazgo. Solo quiero que tenga sexo conmigo. —Esa declaración hizo que Elizabeth saliera del hechizo y volviera a la realidad de golpe.

—¿Qué?

—Yo no estoy interesado en una relación formal ahora. Pero si estoy interesado en usted, y creo que ambos nos beneficiaríamos con este trato. Pienso que es hermosa, inteligente y valiente. Tal vez, si es útil para nuestras empresas, en el futuro podría considerar otras opciones. Pero de momento, lo único que me gustaría hacer es disfrutar de usted, a cambio de una generosa remuneración, por supuesto. ¿Qué dice? ¿Le interesa? —Elizabeth estaba hipnotizada por el sonido de su voz, pero cada una de sus palabras había sido horrorosa. Seguramente ese misterioso magnetismo era lo que lo había hecho triunfar siempre en los negocios. Tal vez ninguna mujer se le había podido resistir antes. Pero Elizabeth era diferente. La sonrisa arrogante de Meliodas se borró cuando la peliplateada se levantó y le tiró su copa de vino blanco en la cara.