Mañana es navidad... y Coco está completamente lista para la mejor fiesta de todas TuT ¡Hola a todos! Aquí Coco, feliz porque nuestro divertido maratón está casi llegando a su fin, y agradecida con todos ustedes por haberme acompañado hasta aquí. Por las risas, el amor y las bendiciones, ¡muchas gracias! *w* Espero que se la sigan pasando genial allá en sus hogares, y por su puesto, que me sigan acompañando para disfrutar de nuestros especiales de navidad. Les tengo una pequeña sorpresa que les revelaré al final de este capítulo, pero mientras tanto... fufufu, ya saben qué hacer ^w^
***
—¿Porqué Eli habrá querido comprar un vestido ahora? —Meliodas esperaba sentado en una elegante tienda de ropa mientras su hermosa peliplateada elegía entre un vestido rojo o uno azul. No le molestaba que lo hiciera, y de hecho, estaba ansioso por pedirle que lo dejara subirle el cierre, pero lo raro es la forma en que lo había pedido, tan ansiosa y con prisa. Pasaron de estar besándose en el elevador a una abrupta parada a solo tres pisos de alcanzar su meta. Tal vez era su tienda favorita, pero en realidad, Elizabeth nunca había sido una gran compradora. Le gustaba lo sencillo y elegante, no se fijaba en marcas y prefería lo cómodo a lo vistoso. Ahora tenía en las manos dos vestidos escotados, cortos y muy, muy sexys.
—Señor, ¿quiere seguir a su esposa a los vestidores? —"Esposa". Esa palabra hizo que el corazón de Meliodas saltará y se ruborizara un poco.
—Disculpe, pero ella aún no es... —Los ojos brillantes de la dependienta le hicieron entender qué había querido decir con eso y, agradecido, se puso de pie—. Ya voy, muchas gracias —Cuando llegó con la albina, se quedó unos segundos contemplándola e imaginándola en un vestido de novia.
—¿Qué color te gusta más? —El rubio le dió un beso en la mejilla y de inmediato eligió el que le gustaba.
—Obviamente rojo. Es más navideño —Ella sonrió con coquetería, y se acercó a su bolso antes de ir al vestidor.
—Meliodas, yo también quiero darte un regalo. —Por un momento él creyó no escuchar bien, pero en cuanto vio la hermosa cajita con un listón, fue como si el tiempo hubiera vuelto atrás a la época en que era un niño. Luego de que su madre murió, había dejado de existir la navidad para él y su familia. Ahora, la mujer de su vida estaba ofreciéndole la oportunidad de volver a tenerla.
—Eli...
—Ábrelo amor —Él comenzó a hacerlo apenas conteniendo la emoción, pero en cuanto vio qué era, toda la inocencia desapareció y una deliciosa sensación de calor se extendió por su cuerpo. Las bragas y brasier rojos con encaje que a él le habían fascinado de su sexshop favorita, esos que había insistido tanto en verle puestos, pero a los cuáles ella se había rehusado por decir que no estaba preparada para algo tan sexy. Elizabeth se los quitó de las manos con un solo movimiento, y con la cara del mismo color de su nuevo vestido, corrió hacia el vestidor más cercano—. Voy... ¡Voy a ponerme esto para ti! Puedes hacer lo que quieras esta noche, ese es tu regalo, así que... —La chica entró al vestidor y comenzó a ponerse el regalo lo más rápido que pudo. En serio era una lencería preciosa. Estaba por subirse el cierre de su nuevo vestido, cuando sintió la presencia de su rubio acercándose por la espalda.
—¿Me permites? —Ella simplemente asintió con la cabeza y se deleitó con el toque de sus dedos mientras subía el zipper. Cuando terminó, le dió un suave beso en la base del cuello, y la giró para poder verse a los ojos—. Tú eres el mejor regalo que la vida pudo hacerme. Te amo Elizabeth.
—Y yo a ti. —De forma inevitable, de forma irresistible, sus labios se unieron dando paso a esa tan conocida sensación de calidez y luz. El vestido era muy ajustado, y el rubio podía sentir cada una de las curvas de su mujer mientras su mano subía y bajaba por su sensual cuerpo. Cuando llegó al borde del vestido, deslizó sus ágiles dedos por debajo él hasta llegar las nuevas pantaletas de su novia.
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El mejor regalo - Especial de Navidad 2019
Fanfiction¡La época más maravillosa del año ya está aquí! Y mientras el reloj sigue dando vueltas hasta que las campanas den las doce, los Siete Pecados Capitales se preparan para la mejor fiesta de todas. Envueltos en sus recuerdos y el amor que han cultivad...