7 Un brindis

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¡FELIZ NAVIDAD A TODOS! ^w^

[Suenan campanitas por todos lados, un coro de ángeles al fondo, y sale Coco con su suetercito rojo y una copa de champagne] 

Mis mejores deseos para todos chicos. Espero hoy tengan una maravillosa, mágica noche llena de bendiciones, les mando todo el amor y melizabeth del mundo, y con un beso y abrazo para todos, los dejo con el capítulo doble que les prometí. Feliz Noche Buena UwU

***

Una vez, cuando habían comenzado a salir, Meliodas le había dicho a Elizabeth que pondría el mundo a sus pies. Cuando vio el lugar donde estaba, no pudo evitar sentir que había cumplido su promesa. El último piso de ese rascacielos resultó ser un restaurante, pero estaba tan alto que bien podría haber sido un refugio de ángeles. La vista de la ciudad te robaba el aliento, era como si tuvieras alas, y si alzabas la mirada, podías ver un mar de estrellas frente a ti. La joven despertó de su ensoñación al sentir un beso sobre su mejilla.

—¿Vamos Elizabeth? —Si el paisaje le había cortado la respiración, los ojos de su rubio casi detuvieron su corazón. Eran tan hermosos, brillantes y sensuales. Y la forma en que la miraba la hacía sentir como si fuera la mujer más importante del mundo. Lo tomó del brazo que le ofrecía, y juntos entraron al elegante lugar.

Al caminar, una ligera sensación de frío abajo le recordó la situación de su ropa interior, y al mirar de nuevo a su pareja, su sonrisa pícara le dió a entender que él también lo había notado. Llegaron a un reservado con la mejor vista del lugar, y se sentaron ante una hermosa mesa con mantel blanco y cubre mesa dorado. Las velas estaban adornadas con nochebuenas, y la cubertería de cristal tenía copos de nieve. Era un sillón semicircular, por lo que pudieron sentarse muy juntos mientras él la abrazaba de la cintura. Luego bajó un poco más su mano, y al llegar a la cadera acarició con sus dedos la zona donde debería estar el elástico del calzón. Por supuesto, no había nada ahí, y los dos dieron un tembloroso suspiro lleno de deseo.

—Esto es hermoso pero, Meliodas, ¿por qué un restaurante? Recién salimos de la cena en casa de mi padre, no creo poder comer nada más.

—No venimos por la comida preciosa, aunque te aseguro que es muy buena. Solo venimos por la cata de vino. Y por esto... —Apenas lo dijo apagaron las luces, se escuchó un estallido a la distancia, y al voltear, la peliplateada presenció el inicio de un increíble espectáculo de fuegos artificiales.

El dorado estallaba en el cielo haciendo figuras asombrosas, un verde asombroso se fragmentó en miles de luces ante ellos, y al ver de nuevo el rostro de su amado, estuvo por completo segura de que la luz en ellos era incluso más hermosa. Rosa, azul, blanco, ella comenzó a notar que cada cohete estaba sincronizado con una hermosa canción que sonaba en el fondo. La albina estaba tan concentrada en la belleza frente a ella, que no notó cuando les trajeron dos copas y varias botellas sobre una cesta con hielos. Cuando la música terminó, su corazón aún estaba agitado, y se sentía tan al borde de las lágrimas que no estaba segura de poder resistir si miraba a Meliodas a la cara.

—Elizabeth... —Se armó de valor para alzar el rostro hacia él, y lo encontró sonriéndole y con una copa de champaña en la mano—. ¿Hacemos un brindis?

—Claro que sí —Ella levantó la elegante copa que ya le habían servido, y miró a su amado entre las burbujas—. ¿Por la navidad? —Él se quedó callado unos segundos mientras la veía de una forma como nunca antes lo había hecho; negó con la cabeza mientras chocaba sus cristalerías.

—Por tí. Por nosotros —Se escuchó el diáfano clank otra vez, y se la llevaron a los labios al mismo tiempo sin dejar de verse a los ojos. Tras un ligero trago que le supo a luz y a navidad, la peliplateada dio un pequeño sorbo a la deliciosa bebida, y puso de nuevo la copa sobre la mesa. Fue cuando puso más atención en ella, y lo que vio, la hizo sentir como si el tiempo se detuviera. En el fondo de la champaña había un anillo—. Feliz navidad Elizabeth.

El mejor regalo - Especial de Navidad 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora