[30] Por amor y por odio

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Nayeon se lo había dicho.

Sana no es Saori.

Y aún así la quiso defender, cuidar, pues era el último recuerdo de su alma gemela en forma de amistad que no pudo proteger lo suficiente.

Habían vidas en juego, lo sabía, pero aún así declaró la guerra.

Por Sana.

Hubo muchas pérdidas de buenos guerreros, algunos sin el tiempo de atacar por la sorpresa, pero aún así escondió a la princesa.

Por Sana.

O mejor dicho.

Por Saori.

Momo sentía que si no pudo cumplirle a su amiga debía cumplir a su hija, una parte de ella.

Pero ahora, con Sana volteando todo con palabrería a su padre se dió cuenta al fin, en la peor circunstancia que Sana no era Saori, y que no tenía nada igual a su amiga, Sana era una similar de Takeo.

Se dió cuenta tarde, en una circunstancia grave, con muertes, con vidas en riesgo, con heridos y un dolor en el pecho que no podía ni explicar.

Una cachetada de realidad, el sabor de la traición y el dolor de la verdad.

-Mátala, aquí y ahora -ordenó Takeo, dándole una daga a su hija que sin temblar se acercó a JeongYeong que con su mirada fija en ella, le habló.

-Eres la peor persona que he conocido, eres un asco de persona, egoísta y manipuladora, y no me di cuenta hasta que pasó todo esto, maldita sea -dijo soltando sus armas dándose por vencida.

SooBin negó con su cabeza, JeongYeong no podía dejarse matar de esa manera por Sana.

-¿¡Siquiera vas a dar pelea!? ¿¡Vas a dejar que te mate como si nada!? ¡Vales más que eso, maldita sea! -gritó con rabia, manoteó a JiMin el agarré que le tenía, tomó su espada con rapidez, en un rápido movimiento, JiMin lo sostuvo de lo antebrazos y lo apretó, impidiéndole moverse, aún la espalda en su mano.

Las palabras de SooBin habían traído la atención de todos, Momo aprovechó y corrió en dirección Takeo, esquivando los latigos mientras se deslizaba en el suelo, a centímetros de su rostro, los clavos se devolvieron para tomar impulso.

JeongYeong tampoco desaprovechó y le encajó un golpe en la quijada a Sana que, con su falta de equilibrio chocó con Kai, el muchacho sujetándola de los hombros con la suficiente fuerza para que no se moviera más de lo necesario.

-No me importa morir hoy, Minatozaki Sana -dijo JeongYeong pateando el abdomen de quién fue su amiga sacándole el aire, Kai la sujetó con más fuerza, se lo merecía, claro que se lo merecía.

Sana forcejeó, tanto que logró quedar cara a cara con Kai, el muchacho la miró con odio y minutos después... Con dolor.

-¡Quitale el puñal! -el grito de Momo llegó demasiado tarde.

Los ojos de Kai se encontraron con los de Sana, la mujer parecía asustada y sus manos temblaban.

Kai podía saberlo, las manos de la princesa estaban en su abdomen después de todo, el puñal firmemente encajado en él.

-¡Te dije que te iba a matar y lo voy a hacer! ¡Lo juro por todo lo que tengo! -los ojos de SooBin pudieron presenciar todo, por eso, se zafó del agarre de Park con un fuerte golpe en su cabeza, corrió directo a Sana, tacleándola, Kai había caído al suelo sujetando la base del puñal, la herida botando sangre.

El filo del cuchillo que había robado del suelo se enterró en uno de los brazos de la princesa que gritó y pidió ayuda por tan gran dolor que estaba sintiendo.

Elements Attacks || YeonBinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora