[24] Desertora

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-Se llama Hirai Momo.



Ella lo sabía, su mente no le había recordado mal aquel nombre que había escuchado a su padre pronunciar con tanta ira hace años atrás.

Tenía sus dudas sobre el apellido pero ahora que JeongYeong se lo confirmaba sabía que tenía una carta que iba a jugar en ese mismo instante.

Ella no sentía sed de venganza hacia la persona que había matado a su madre, sinceramente le daba igual si dicha persona seguía con vida o no, si su madre había sido vengada o no, después de todo sus recuerdos con ella eran pocos, si bien tenía retratos de ella recién nacida con la mujer no había ningún vínculo amoroso. Nunca tuvo la dicha ni de escuchar su voz, no había un vínculo.

Desde su llegada solo había visto a Nayeon, la líder con dientes de conejo que resaltaban las pocas veces que sonreía, algunas veces a Momo pero por su bien no había hablado más de lo necesario con las mujeres.

Momo. Cuando escuchó su nombre el día que se presentó ante ellas, su mente le mandó el recuerdo, de inmediato una excusa, tal vez era su apodo o tener el mismo nombre pero no ser la misma persona, en el mundo había muchas casualidades con los nombres.

Pero no con el apellido, y mucho menos ese.

Ella lo recordaba, en sus clases obligatorias habían tocado ese tema, ella lo necesitaba saber si quería ser reina algún día.

Los seres elementales apellidados Hirai eran muy pocos y la mayoría eran fabricantes de armas o fuertes guerreros que servían para la realeza.

No había más que pensar.

Sin mirar a los lados subió al elevador, estaba solo, marcó el último piso, aquel que solo era usado por las dueñas de la agencia.

Debía pasar por el piso de comedor, por el de entrenamiento, enfermería y las habitaciones para poder llegar, así que se apoyó de la barra mientras tarareaba una canción.

Recordó a JeongYeong.

Ella había sido una mal amiga.

Le había costado mucho salir y obtener su completa libertad, sin algún tipo de responsabilidad o un molesto hombre que le gritara y ordenara deberes cada que podía.

Ella estaba decidida, no iba a volver.

-Oh, ¡hola Sana! -alzó la mirada y encontró a un sonriente YeonJun, uno de sus brazos enyesado y su cabeza vendada, venía escoltado por SooBin.

Le dedicó una pequeña sonrisa al oficial mientras que ignoraba a SooBin que marcó el piso a dónde iban, ella miró.

Iban tres pisos arriba nada más.

-Veo que ya puedes ir por ti mismo -dijo a YeonJun que asintió.

-Ya no necesito estar allá, voy a quedarme hoy aquí y me iré a casa mañana -informó notando las actitudes de SooBin y Sana, igual que la falta de JeongYeong.

-¿Caíste? -preguntó haciendo a SooBin rodar los ojos, la pregunta era más que estúpida. Sana sabía muy bien que había pasado.

-Algo así, tú sabes que están buscando a una supuesta princesa, hubo un ataque y todo eso -dijo YeonJun moviendo su mano libre. Sana solo asintió- Que de princesa no tiene nada, no sé a quién se le ocurre escapar y poner en riesgo a otra personas -rió levemente, SooBin también esbozó una pequeña sonrisa.

YeonJun era inocente con respecto a la identidad de Sana así que no veía malicia en sus palabras.

Pero SooBin si.

Elements Attacks || YeonBinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora