El Omega Y Su Dragon

C39

Shi Yu bajó la voz, "Déjalo ir". Jiang ChengLi preguntó en un susurro: "¿Por qué?"

"Los estudiantes ordinarios no se toman de la mano". Jiang ChengLi se rió a carcajadas. "Entonces, a los ojos del estudiante Shi, ¿tomar la iniciativa de tomar la mano de alguien es lo que los compañeros de clase comunes no harían?" Shi Yu no tuvo tiempo de replicar.

La voz de Jiang ChengLi se hizo más profunda. "Entonces, ¿de quién has tomado la mano por tu propia voluntad?"

“…”

¿Por qué pensó que el presidente Jiang no estaba siendo razonable antes? "No he tomado la mano de nadie. De todos modos, déjala ir". Shi Yu apartó los ojos, pero encontró más miradas curiosas detrás de él.

Empeoró la situación. Jiang Cheng Li sintió el estado de ánimo rebelde de Shi Yu y no se molestó, simplemente soltó su mano lentamente y luego lo miró.

"Entonces, no te he atrapado todavía". Shi Yu lo miró con recelo. ¿De qué diablos está hablando este tipo?

"¿No te enteraste?" Jiang ChengLi silenciosamente extendió la mano para volver a pellizcar las yemas de los dedos.

"¿O te estoy persiguiendo con demasiada sutileza?" Miró hacia abajo, algo perdido, y empujó suavemente las yemas de los dedos de Shi Yu donde estaban descansando sobre la mesa.

“No soy muy capaz de perseguir a la gente. Si cree que lo que estoy haciendo no es lo suficientemente bueno, menciónelo. Pensaré en una forma mejor ".

Shi Yu sintió como si un fuego le estuviera quemando los dedos y retiró la mano presa del pánico. Cuando miró hacia arriba de nuevo, la dama detrás de él estaba llamando a su número. Era su turno de tomar el té con leche.

Después de tomar el té con leche, Jiang ChengLi llamó a un automóvil y se fueron a casa juntos. Una vez que Zhong Tan se mudó, Shi Yu se preocupó por si habría algún conflicto entre él y Jiang ChengLi, pero el presidente Jiang estaba sorprendentemente de buen humor y los dos habían vivido juntos sin ningún problema hasta ahora. Pero Shi Yu sospechaba que esta noche podría ser una excepción.

Después de entrar por la puerta, soltó: "Voy a darme una ducha" y corrió escaleras arriba.

Sus pensamientos estaban un poco confusos y estaba perturbado por la apariencia deprimida de Jiang ChengLi en este momento. Shi Yu se dio cuenta de que él y Jiang ChengLi tenían un malentendido sobre ciertos temas, o al menos, Jiang ChengLi debió haber asumido mal.

Si bien él y Jiang ChengLi tenían una relación de feromonas interdependiente manejable, solo le gustaba el dragón. El presidente Jiang no era el mismo. Poco a poco terminó su ducha. Shi Yu sintió que casi había resuelto la lógica antes de bajar las escaleras, pero cuando abrió la puerta, descubrió que la temperatura en la casa era muy baja.

Era como si una capa de niebla helada hubiera venido de la nada, y el aire se llenó de frío. Cuando bajó las escaleras, el presidente Jiang, que también se había bañado, estaba sentado en el sofá. Tenía un par de cuernos de dragón en el pelo y sostenía la taza de té con leche que acababa de comprar. Sus ojos estaban aturdidos.

Su gatito blanco se comportó como si viera a un gran enemigo. Se sentó junto al sofá, mostró los dientes y siseó, con los pelos de punta. Jiang ChengLi no se sintió conmovido por el pequeño gato que estaba tratando de provocarlo. Simplemente bebió un tercio del té con leche en su mano y luego lo mantuvo quieto como una estatua.

Los ojos de Shi Yu se iluminaron un poco, como si hubiera descubierto un tesoro, al ver los cuernos de dragón de Jiang ChengLi. Todos sus pensamientos se interrumpieron instantáneamente. Cuando bajó, las feromonas sutiles del mar profundo del omega eran como una gota de agua que cayó en este campo de hielo arremolinada y fría, y rápidamente despertó al maestro de las heladas y la nieve.