Parte10

69 8 5
                                    

Harlequín

Llegue a mi residencia no sabía que emoción predominaba en estos instantes ya que era una mescla de ira, preocupación, instigación por la chica de hermosos ojos que la vida a tratado de innumerables veces de pisotearla pero ella ha demostrado que es fuerte y sobre todo que no se deja vencer.

Me dirijo a mi despacho para comunicarme con una farmacia para encargar todos los medicamentos que ella requiere.

Harlequín: Al menos mañana la podre volver a ver.

Inconscientemente una ligera sonrisa se distingue en mi rostro cuando caigo en cuenta inmediatamente mi rostro se empieza a teñir de un rojo vivo que puedo a llegar a competir contra un tomate.

Harlequín: Diane, que me has hecho, jamás me había pasado esto, quiero pensar que es solo un capricho mío, pero, ¿si no lo es? ¿Realmente me estaré enamorando? ¿Será la indicada?

Esa y miles de más preguntas bombardeaban mi cabeza a lo que no dejaban de ver en mi mente una imagen de ella, ya que daría por lo que fuera al ver una sonrisa de completa felicidad de su parte, eso hace que cada vez más la quiera conocer a fondo, si en verdad me estoy enamorando de ella, quiero conocerla, quiero comprobar si es amor y no solamente para algo pasajero.

Me duche, cambie para después acostarme en mi cama para después ser recibido gustosamente entre los brazos de Morfeo, al pasar el tiempo siento la necesidad de removerme en mi cama ya que los rayos solares que se filtraban a mi habitación pegaban en mi rostro a lo que me moví tratando de conciliar el sueño a lo que fue inútil, perezosamente me levante de mi cama para arreglarme colocándome un traje negro y una camisa blanca para resaltar una corbata morada.

Estaba tranquilamente desayunando solo como siempre, cuando estaba disponiendo de darle un sorbo a mi café mi celular solo, cuando vi de quien se trataba sonreí ya que era mi hermana.

En la llamada:

Elaine: HERMANO

Harlequín: Elaine, no grites no estoy sordo.

Elaine: Que aburrido, bueno no es el punto, por la tarde iremos de visita que Lancelot no deja de pedir que lo llevemos con su fastidioso y adorado tío.

Harlequín: Hermana admítelo, soy el mejor, pero no tienes que avisarme solo llega estaré gustoso que vengan.

Elaine: Nos vemos al rato.

Fin de la llamada.

Al salir de mi casa me subí a mi auto en camino a la farmacia ya que me habían notificado que todos los medicamentos que había solicitado ya estaban en el establecimiento y con todo lo que estaba pasando planeaba quedarme al lado de la chica de los ojos color amatista parte del día ya que para el atardecer llegaría mi hermana con su hijo, una de las ventajas de ser el jefe es que puedo faltar cuando quiera.

Una vez que ya tenía en mi poder los medicamentos estaba dispuesto ir directamente a la casa de Diane cuando vi pasar a una chica exactamente igual a ella, por lo que camine apresuradamente para corroborar que era ella, a pesar que debe de estar en absoluto reposo, pero a mi desgracia era ella por lo que le hable.

Harlequín: Señorita Diane, ¿no debe de estar en reposo?

Vi como su cuerpo inmediatamente se tensó por la sorpresa cuando vi que volteo salto los ojos para decir.

Diane: Se supone pero debo de ir por mi hermano, el simple hecho que este lastimada no hace que haga a un lado mis responsabilidades.

Harlequín: Permítame llevarla.

Millonario en busca del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora