Capitulo 6

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                                         El tren y la Selección

Apolo



Por fin había llegado el día 1 de Septiembre. Ya me había preparado y guardado todo lo necesario en el baúl el día anterior, no tenía intenciones de dejar cosas muy relevantes o importantes en la habitación al saber que la madre o los demás niños no perderían la oportunidad de estar en ella. Pero solo me iría durante el curso escolar y después regresaría a finales de curso, eso al parecer no tuve que explicárselo a la madre Maria porque me dijo que ya había hablado con la maestra McGonagall y no quería lidiar más de lo necesario conmigo.

Cuando llegó la mañana, el día estaba un poco nublado pero se veía que estaría soleado más tarde. No le preste más atención al clima de hoy. Decidí alistarme con un pantalón color crema y una blusa blanca y los primeros zapatos que encontré. Me lave la boca y no tomé un baño porque yo prefería bañarme en las noches y tomar tiempo para ello. Pase el peine por mi cabello y no me retuve mucho ante cómo se veía mi cabello.

Di una última mirada a la habitación y por último guarde mi almohada en el baúl, tomé mi mochila que ya tenía lo necesario ahí para el viaje en el tren. Confirme que Morfeo estaba en mi cabello y no durmiendo en alguna parte de la habitación.

Cuando ya estaba todo listo eran las 10 de la mañana y calculaba que si tomaba un taxi llegaría entre 20-30 minutos a la estación. Tomé mi baúl y salí de mi habitación arrastrando el baúl, por que no sabría como explicar que había encogido el baúl a los demás. Cuando llegué a la entrada del orfanato la madre Maria ya me estaba esperando para confirmar mi salida. Ella nada más me miró y me dejó salir y cuando estuve afuera no dijo ni una palabra y cerró la puerta.

No le di importancia a su comportamiento y caminé hasta la acera a esperar a que pasara un taxi, mientras esperaba decidí sentarme sobre el baúl y comencé a jugar con el relicario ante el aburrimiento. Cuando divisé un taxi me paré y lo llame, se apartó de mí y el señor me ayudó a guardar el baúl en la cajuela y nos subimos al automóvil. Le indiqué que me dirigía a la estación de King 's Cross y él comenzó a conducir y el auto se sumió en un silencio, cada uno inmerso en sus prósperos pensamientos.

Llegamos a la estación después de 30 minutos de viaje y pague 22 libras con un poco del dinero muggle que había cambiado en uno de mis idas al Callejón Diagon. Bajo mi baúl del automóvil y se marchó. Volteé hacia la entrada de la estación y no pude notar algo diferente de momento. Tomé un carrito para transportar mejor mi equipaje y pase caminando mirando los alrededores en busca de la plataforma 9 ¾. No había demasiada gente rondando la plataforma en ese momento. Conforme avanzaba me fui fijando en los letreros de las plataformas.

1,2,3,4,5,6,7,8,9 y10. Me detuve en el espacio de la plataforma de 9 y10, se supondría que debía estar la plataforma aquí. Pero de repente en mi visión entró un señor acompañado con un chico que traía el mismo tipo de equipaje que yo, así que no lo dude y me acerque para escuchar qué es lo que le decía, al principio hablaba sobre cosas que no eran de importancia para mi, hasta que por fin llegamos a lo que necesitaba.

"Lo único que tienes que hacer para entrar a la plataforma es pasar dentro de esta columna y aparecemos ahí" dijo el señor. Espere a ver cómo lo hacían y el padre tomó el carrito con su hijo y corrieron a la columna y desaparecieron. Me quedé en shock por un momento al verlos desaparecer. Pero rápidamente negué con la cabeza como si eso ahuyentará mi sorpresa, tomé el carrito y avancé hasta quedar enfrente de la columna y corrí, realmente espere algún golpe pero rápidamente aparecí en la plataforma y me quedé observándola un momento la gran locomotora roja. Pero el gran bullicio de voces me sacaron de mi impresión, volví mi mirada al frente mientras avanzaba por la gran plataforma repleta de familias despidiéndose y chicos iban y venían de un lado a otro. No me quedé admirando a las familias despidiéndose más de lo necesario al saber que él no tendría nadie quien lo recibiera o despidiera.

El Nuevo Black-Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora