En estas historias os vamos a ir contando cositas de nuestro día a día relativas a vivir juntxs, tulpamancia, etc.
Así esperamos ayudaros aunque sea un poco a entender cómo es compartir vida, cuerpo y tiempo con un tulpa (aunque en realidad los tres...
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No sé si a vosotrxs os pasa, pero muuuuchxs tulpamantes (y tulpas) tenemos muchas veces dudas. "¿Me lo estoy inventando todo?¿Mis tulpas existen? ¿Yo (tulpa) existo?".
Y aunque a veces es obvio que la respuesta es que sí, muchas veces esas dudas parecen no tener respuesta y eso da miedo.
El cómo lidiar con esas dudas es algo que se aprende poco a poco y, en nuestra opinión, depende muuucho de cada sistema.
Nosotrxs lo que hacemos es apuntarnos y/o recordar bien ciertos momentos en los que nos han pasado cosas que nos han hecho pensar que "Oh, esto definitivamente no podría pasar si todo fuese falso". Sea cierto o no, lo que importa es que sean cosas que nos hagan pensar eso y así, cuando dudamos, podemos recordarlas y calmarnos.
Ahora, con Ninette no hemos tenido mucha oportunidad de dudar. Principalmente porque weno, atrévete tú a dudar de su existencia jajaja Ella está totalmente segura de ella y honestamente, nadie aquí se atreve a llevarle la contraria especialmente en ese tema.
Pero aún así tuvimos uno de esos momentos de identificar algo aparentemente imposible y nos pareció interesante/gracioso explicarlo.
Pues yo, Aily, llevaba ya varios días durmiendo al frente (diría que 5 aprox), y por algún motivo, vete a saber tú porqué, pero llevaba esos días soñando cada noche con Megalodontes. ¿Porqué? Ni idea, pero oye, es un tema interesante, no me quejo. Pero Ninette frenteó unos días seguidos y fue quien se fue a dormir esas noche. Y no soñó con Megalodontes. Y esas noches se despertó al frente, lo que para nosotrxs significa que pasó las noches enteras al frente.
Sí nos llamó la atención pero no le dimos mucha importancia.
A la noche siguiente me fui a dormir yo al frente y BOOM, soñé con Megalodontes.
Ahí si que al despertar lo analizamos y de golpe nos dimos cuenta de lo que eso significaba. Los sueños eran drásticamente diferentes dependiendo de quién estaba al frente soñando, así que claramente había una diferencia, por lo que la existencia de Ninette era innegable.
Y sí, sabemos que esa lógica tiene muchos fallos, pero aún así, porque nos convence tanto lo que pasó, si algún día Ninette (o K y yo) dudamos de su existencia, siempre podemos ir a pensar en esto para que se nos pase.
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Oh, bonus: Parece que para Ninette es imposible irse a dormir con música, mientras que es lo que yo suelo hacer (y K a veces también).
