-Aily-
Bien, esto va a ser gracioso.
Voy a explicaros porqué he acabado con chicles de menta (y hierbabuena O similar) en TODAS PARTES.
Y con todas partes me refiero a TODAS PARTES: Estantería, escritorio, bolso, mochila, bolsillos, etc.
De diferentes marcas, formas y empaquetamiento.
Llevamos ya más de medio año switcheando (aunque no tanto de manera regular). El problema era que cuando K frenteaba, en cuando hiciese algo "muy yo", como escuchar una canción que me gusta, responder por mí a mis amigos, etc, aparecía yo y, o nos volvíamos blendy (un estado temporal de estar algo mezclados) o automáticamente switcheaba a frentear yo.
Y en algún momento se le ocurrió que hacer algo que a mí no me gustase/odiase, sería una buena manera de "alejarme del frente" y tener un control más estable del cuerpo.
Lo hablamos bien y lo siguiente fue K pidiéndole a mi madre que le comprase chicles de menta cuando fuese a comprar.
-era en medio de la cuarentena así que no ibamos a salir de casa solo para comprar chicles - y mi madre no sabe nada de K-
Y mi madre alucinando "¿Tú? ¿Chicles de menta? ¿Desde cuándo?" y K diciéndole que quería probar. Mientras yo partiéndome de risa dentro. Bastante épico, la verdad.
Aunque todas las interacciones de K con mi madre son memorables.
La cosa es que yo -Aily- ODIO el picante. Pero a niveles extremos. Plis, me pica hasta la pasta de dientes y hasta hace poco usaba una infantil de naranja porque la normal tiene sabor a menta y me muero.
Y así estamos. Cuando switchea o está frenteando y nota que pierde el control, se mete un chicle de meta en la boca y OH BOI, yo ni muerta voy a usar el cuerpo con eso en la boca.
No es ni consciente. Si el hecho de que yo usase el cuerpo cuando lo está usando K fuese voluntario, no lo haría y ya, pero "me acerco" involuntariamente, y de la misma manera cuando hay un chicle de menta en la boca, automáticamente no me acerco, no hay nada voluntario ahí de mi parte.
En cuanto a K, no le gustan especialmente los chicles de menta (creo que preferiría algo más acido, pero no serviría de nada), pero no le molestan y les son útiles.
Así que así vamos. Casi cada vez que salimos -aquí ahora se puede salir con precauciones- acabamos comprando chicles, aunque ya tengamos. Pero sabemos que los vamos a acabar.
Y aunque esto parece algo muy exagerado, no come tantos chicles, nuestros dientes estarán bien, no pasa nada.
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Viviendo con tulpa (s)
RandomEn estas historias os vamos a ir contando cositas de nuestro día a día relativas a vivir juntxs, tulpamancia, etc. Así esperamos ayudaros aunque sea un poco a entender cómo es compartir vida, cuerpo y tiempo con un tulpa (aunque en realidad los tres...