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Echado en la comodidad de su funton mientras veía el canal de noticias, se encontraba aquel joven peli-negro asalariado de no más de 24 años al mismo tiempo que se leía un manga al azar. Era sabado por la mañana, sus días preferidos, podía flojear cuanto quisiese, sin que nadie le dijese nada, ya que vivía solo en su pequeño, pero comoda residencia.

Claro la vida era bella para aquel individuo, si no fuese porque...

ㅡ¡Sensei, ya esta listo el almuerzo! ㅡExclama efusivamente un chico de cabello rubio, ojos del mismo color, usando un delantal rosa. Este muchacho no pasaba de los 18.

ㅡOh, bien. ㅡResponde en un tono neutro, para mirarle un poco a aquel invasor. Todavía se preguntaba ¿Qué carajos con ese niño? Osea de la nada viene y le dice que le debe mucho por salvarle la vida, se instalo como el propio salio en su casa y ahora siente que esta cometiendo explotación infantil. Si la ONU viese eso se estaría pudriendo en la prisión.

Observo al rubio colocar dos tazones de soba en la pequeña mesa, uno frente a otro, para colocarse en frente de Saitama sentandose de forma muy recta y respetuosa. Este carajito como que lo criaron a fuerza de escobilla que es tan obediente y recto... Penso Saitama con algo de escalofríos de solo imaginar como educaron a Genos. Comenzo a comer de forma lenta, para abrir sus ojos impresionado por el sabor de la soba, mientras un pequeño brillo se instalo en sus ojos cafés.

ㅡ¡Esto esta delicioso! ㅡExclamo con la boca algo llena. ㅡYa no sabe a vomito como la primera vez. ㅡComenta teniendo un pequeño Flash Back of Vietnam de la primera vez que el rubio le cocino, le costo 2 semanas sacar toda la soba de su sistema, más la ayuda de un pulgante de monte de su biscabuela, gracias biscabuela.

ㅡ¡Muchas gracias, Sensei! ㅡExclama Genos en respuesta con una sonrisa de completa felicidad.

ㅡ¿Cómo le hiciste esta vez? ㅡPregunto realmente interesado en saber el secreto de su mejoría en la cocina, mientras seguía comiendo de forma gustosa.

ㅡVi varios tutoriales en internet. ㅡRelata mirando el tazon de soba, para segundos después empezar a comer, sonriendo satisfecho con los resultados de sus arduas busquedas en la red.

ㅡPor eso te dije que tenias que buscar una segunda opinión. ㅡDice en tono de regaño el peli-negro recordando lo terco que era el rubio.

ㅡTendre su consejo más en cuenta. ㅡDice este en respuesta, logrando irritar a Saitama.

ㅡ¿Después de casi dañar mis intestinos como mil veces ahora lo tomas en cuenta? No pues, gracias. ㅡSu tono era uno sarcástico, pero en si no estaba molesto. Genos se sonrojo apenado.

ㅡ¡Lamento lo de su diarrea diabolica, Sensei! ㅡExclama este haciendo una reverencia. Saitama se golpeo la frente con la palma de su mano.

ㅡEsperame aquí. ㅡSaitama se levanta de su lugar. Genos quedo confundido.

ㅡ¿A dónde va? ㅡ

ㅡ¡A buscar un micrófono! Pa' que lo digas más alto. ㅡComento cruzandose de brazos.

ㅡLo lamento mucho, sensei, a pesar de que todo usted ha estado provando mis mal hechos platillos de soba, me siento muy apenado por lo que he causado, no tengo las palabras para describir lo arrepentido que me siento de obligarlo a comer todos aquellos platillos, si llegase a sufrir un colapso debido a esto me sentiría muy culpable y yo-ㅡ

ㅡ¡Ya para el carro! ㅡExclama Saitama con una venita palpitante en su cien, a este muchacho si le encantaba hablar. ㅡHablas más que el presidente en cadena nacional. ㅡSe soba con una mano la cien, es que no sabía como no corría a patadas a ese niño invasor de su casa. Suspiro de forma pesada para ir a sentarse nuevamente en el mismo lugar inicial. ㅡGenos, terminemos de comer. ㅡSentencia para seguir comiendo.

Deuda ᥫᩣ𝑺𝒂𝒊𝑮𝒆𝒏𝒐𝒔ᥫᩣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora