Saitama se estiró desde su silla y bostezo un poco ¡Coño por fin! Había terminado la fornada laboral de ese día, estaba era pero es mamado, no aguantaba más ese cuerpo, y no, eso no era todo, a él como era el más cara de verga de ahí, parecía que el jefe dijo "este tiene cara de verga vamos a darle trabajo extra" como el siempre andaba pelando bola, lo dejaron solito haciendo trabajo extras y los demás se fueron a beber y a cenar juntos, coño que bolas, penso mientras veía la hora en el reloj de la oficina, que ya andaba a oscuras.
Eran las 2:45 am.
Suspiro resignado y mañana tenía que llegar temprano, ay que dolor de culo se levantó sin ganas de su silla, ya tenía las nalgas entumecidas, intento ver su teléfono y este se había descargado, había dejado el Bluetooth prendido de nuevo, no era su día.
Dando un suspiro de resignación, con toda el cansancio del mundo recogió sus tres peroles, y se dispuso a marcharse. Bajo el elevador, salió a la calle, agarró el metro y se sentó tranquilamente mirando la nada. Era la típica rutina de siempre. En el metro todos eran esclavos corporativos como él, así que veías gente durmiendo otra gente en el teléfono, a él le tocó observar porque no tiene su teléfono para jorungarlo. En fin.
Después de media hora en el transporte, llegó a su estación y fue caminando a su casa, sintió que tardó una eternidad en llegar a su hogar, ya quería echarse un bañito y dormir en su cómodo funton, es que ya podía olerlo vale. Una vez en frente de su respectiva puerta (porque vivía en un departamento) la abrió, quitándose los zapatos en la entrada, cerro la puerta tras de si a oscuras, como el lugar no era tan grande su sala era su cuarto prácticamente tenía que atravesar el pequeño corredor que a dos pasos daba vista a la cocina y dabas otros dos pasos y ya estaba en su funton, pero lo que hizo Saitama fue prender la luz y se llevo un susto al ver a aquel invasor en su funton, abrazando su almohada, soltó un suspiro cansado.
—Otra vez no... —Murmuro para si mismo viendo la escena, y no era la primera vez de hecho, de vez en cuando Genos se infiltrava a la casa de Saitama a dormir allí, Saitama con el pie comenzó a mover a Genos para que despertase.
—Mmhg... —Genos gime un poco para volverse y acomodarse, irritando a Saitama, quien de agachó y con la mano lo comenzó a mover.
—¡Conchale que te despiertes! —Genos a duras penas abrió los ojos y comenzó a levantarse.
—Sensei... —Murmura con voz ronca.
—De a bola que soy- —Saitama iba a regañarlo cuando le vio el cachete a Genos y jadeo exageradamente. —¡Y a ti ¿que te paso?! —Exclamo tomando el rostro de Genos para examinarlo bien. —Dios mío, ¿Te peleaste? ¿Por eso tienes detención? —
—No exactamente... —Genos se dejó examinar con Saitama, aún teniendo los ojos cerrados.
—Se ve que peleaste y perdiste... —Saitama niega con la cabeza y se levante. —Tienes que ponerte hielo ahí. —
Saitama fue a buscar una bolsa de hielo que siempre guarda en su nevera, y la coloco en la mejilla de Genos, quien estaba medio dormido, pero la bolsa fría lo despertó, y se dedicó a contarle a su sensei lo que pasó en la escuela y porque le habían dado detención, aparte de que le habían dejado tremendo morado en la cara.
—Entonces que querías defender a tu amigo y por eso terminaste así. —Genos asiente y Saitama suspira. —Señor ¿Por qué? Chico tu eres tranquilito y te andas juntando con puro pendejo problemático. —Le regaña y Genos se encoje algo apenado.
—Garou es buena gente. —Murmura Genos intentando defender lo indefendible.
—Si fuese buena gente no tendrías un morado en la cara. —
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Deuda ᥫᩣ𝑺𝒂𝒊𝑮𝒆𝒏𝒐𝒔ᥫᩣ
أدب الهواةAU/Universo Alternativo. En donde Saitama es un asalariado que por azares del destino conoce a Genos, un chico de preparatoria, este chico en especial comienza a perseguirlo después de que Saitama le salvó la vida, llamándolo "Sensei, sensei", tras...