Capitulo 1

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Paloma discutía acaloradamente con el jefe de prensa de la cadena de televisión .

No era posible que le estuviesen haciendo esto.

No era justo!

¡Su Karma era una mierda!

Era una codiciada reportera y a la hora de firmar el contrato ella había dejado
bastante claras sus condiciones, bueno, la condición realmente.

Lo único que había pedido era no tener que trabajar con Fritzenwalden.

NADA.

Ni entrevistas, ni reportajes para algún Magazine, ni siquiera quería cubrir los campeonatos en los que participaba.

Y gracias a su jefe, y exnovio, había disfrutado de tres años de paz y tranquilidad laboral.

Pero claro, se acabó el amor = se acabó la suerte. Y ahora que estaba a
punto de disfrutar de su merecido ascenso, un importante trabajo fuera del país, todo parecía peligrar al recibir como encargo este trabajo.

Su Karma se la estaba devolviendo
de mala manera.

No era justo.

Acaso no habían más reporteros en la cadena?

Estaba convencidisima de que si preguntase en la oficina, todas
las reporteras, y algunos de ellos, darían un brazo y hasta la pierna por entrevistar al taaaaan amado Franco
Fritzenwalden.

Todos menos ella.

Entonces por qué estaba ella allí?

-Es que no entiendo por qué tengo que ser yo. Lo dejé bastante claro, incluso está en el contrato, Miguel. Podemos revisarlo por si lo has olvidado.

-Lo sé cariño, créeme que lo sé. Pero no te estoy pidiendo que lo hagas por tu jefe o por la cadena, te pido que lo
hagas por mí- dijo poniendo pucherito con la intención de ablandarla.

-¿Por qué? -preguntó ella con mala cara.

-Porque eres la mejor reportera de la cadena y es mi oportunidad de demostrar que puedo ser el mejor
coordinador. Si esto sale bien me ascenderán. Trabajaremos codo con codo.

-Es que no lo entiendes -dijo ella mientras andaba de un
lado a otro en el pequeño cuarto de baño- NO VA A SALIR BIEN. Ese chico me odia. Va a arruinar la entrevista, tú
perderás tu ascenso y yo el mío. Más que eso, perderé mi trabajo.

-Eso no va a pasar. Vas a salir ahí y vas a realizar las preguntas que hemos preparado. Y si ese dandy de cuarta
no colabora o hace algo en tu contra lo arreglaremos con un buen reportaje sobre el campeonato. Además tienes
contrato firmado, no hay manera de que pierdas ese trabajo. En cuanto terminemos te llevaré a cenar para
compensarte por este mal trago- concluyó con una sonrisa orgullosa. Volvió a hablar, ahora más serio-
Paloma, sé lo difícil que es esto para ti, pero me conoces y sabes que si no fuera verdaderamente importante no te
pediría tu ayuda. Por favor.

-No puedo- susurró ella.

-Mírame- le ordenó Miguel alzando la cabeza de la chica- Ya hemos hablado de esto Paloma, en algún momento vas a tener que enfrentarlo. No puedes seguir perdiendo tantas oportunidades de trabajo solo por evitar un
enfrentamiento con él.

-Sabes que haría cualquier cosa por ti, pero esta vez no puedo. Necesito el dinero.

-Lo sé cariño, pero todo va a salir bien. El no puede hacer nada contra ti. Tendrá que ser profesional.

-No lo será... Tú no lo entiendes, yo..

-Tú iqué? -interrumpió él.

-Yo le hice daño, Miki. Lo mínimo que puedo hacer por él es mantenerme fuera de su camino.

-¡No! Eso es lo que has hecho hasta ahora y fue un error. Lo que tienes que hacer es enfrentarlo y dejar atrás todo.
Ya no eres la misma Paloma de antes, ¡cambiaste! Creí que ya te habías perdonado a ti misma..

-Y lo hice -interrumpió ella.

-Pues entonces demuéstralo. Hablaste con toda su familia, todos supieron entenderte. Si ese estúpido no fue capaz
de aceptar tus disculpas es que no merece la pena. Tú no tienes nada de lo que avergonzarte, de acuerdo?-
preguntó mirándola a los ojos.

Paloma asintió, aunque en el fondo seguía avergonzándose de la actitud que había tenido en aquella
época.

Pero Miguel tenía razón, ella había cambiado, había madurado, ya no era la adolescente resentida con el
mundo que se dedicaba a fastidiar la vida de la gente.

Ahora era fuerte, era madura, y era capaz de enfrentarse a cosas que le daban miedo.

Cosas como entrevistar al
Fritzenwalden.

Sabía que el chico la odiaba, y lo comprendía, después de todo se lo había ganado a pulso al enemistarlo con su hermano, eso a parte de usarlos a los dos, jugar con un amigo de la familia como lo era Matías, fingir una
enfermedad, meter cizaña en la relación que tenía con su tía Amelié...

Hacía años se había disculpado con toda la familia y todos, excepto él, la habían perdonado, entendiendo que, con el resentimiento que tenía contra
sus padres había actuado bajo las órdenes de Lorenzo, su héroe, convencida de que era algo que los Fritzenwalden merecían, tanto ellos como Delfina.

Solo con el tiempo comprendió que estaba equivocada y todos supieron
entenderlo.

Curiosamente, Nicolás fue quien mejor la entendió y a día de hoy eran grandes amigos.

El mismo fue quien la avisó de que se mantuviese fuera del camino de su hermano pues parecía tener un odio visceral contra ella.

Era algo que nadie entendía pues todos los problemas entre los hermanos estaban solucionados y Nico demostró
claramente haber superado ese tonto enamoramiento que tenía por ella.

Ahora era muy feliz junto a Valentina y los tres habían mantenido una estrecha relación durante años.

¿Entonces por qué Franco la odiaba tanto?

Sinceramente, no le interesaba la respuesta a esa pregunta. Lo único que
quería era seguir fuera de su camino, pero parecía que el destino se había empeñado en impedir que siguiera
evitándolo más tiempo.

Cuadró los hombros y, tomando una bocanada de aire, se encaminó hacia la sala de prensa con su block de notas.

Al llegar se sentó en la silla más alejada tratando de pasar desapercibida.



Continuará....

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