Lo único que se escucha en esa gran sala es el sonido constante de un piano y el peculiar ruido de un viejo metrónomo, pero realmente significativo. El hombre sentado frente al teclado, con la mirada pegada al atril, mueve los dedos como si su vida dependiese de ello. Y sobre el atril, hay un conjunto de hojas que están llenas de partituras, indicando la finalización de una canción.
El gran piano de cola se ve costoso, al igual que la alfombra sobre el suelo y la lujosa cerámica y pinturas que decoran el lugar, el cual es iluminado por la luz del sol que traspasa por las persianas en su totalidad abiertas, dejando a la vista la gran ciudad de Seúl. El viento entra como si fuese bienvenido y choca contra el pálido rostro del joven pianista.
La última nota es tocada, el metrónomo para.
Silencio; ya no hay más.
Yoongi suspira y sonríe.
Es así como se debió sentir tocar el piano desde un principio.
Al igual que sus dedos danzando libremente sobre las teclas, su corazón se sentía igual, libre, sin más recuerdos del pasado atormentándolo hasta el punto de querer morir.
Ese día se sentía especialmente tranquilo, no tan atareado como otras veces antes de tocar en un concierto.
Unos golpes en la puerta se escuchan, Yoongi no puede ocultar la alegría que siente, pues sabe quién es la persona que está afuera.
-¿Puedo pasar? - La dulce voz de Hoseok invade la sala.
Yoongi voltea para mirarlo y no hace falta que dé una respuesta, Hoseok puede hacer lo que sea que desee, nunca podría decirle que no.
- Siéntate aquí conmigo. - Dice palmeando sus piernas mientras Hoseok tranquilamente camina a él con los pies descalzos y una enorme camisa blanca cubriendo su torso, es la única prenda que está vistiendo y Yoongi agradece en su mente tal vista. - ¿Dormiste bien, Hoba? - Pregunta, mientras el castaño se sienta en sus piernas y enrolla sus largos brazos en el cuello del mayor.
-Me dejaste solo en la cama. - Reclama, aunque su voz no es molesta, es más un tono gentil.
Yoongi besa el puchero que Hoseok tiene en los labios. - Lo siento, bonito, hoy es el concierto, quería practicar un poco. - Sus grandes y frías manos se deslizan por los muslos desnudos de Hoseok, de arriba abajo, suavemente, provocando que el menor se estremezca por su toque.
Con timidez, Hoseok abraza a Yoongi y entierra su pequeña nariz en el pálido cuello mientras cierra sus ojos y algunos recuerdos de la noche anterior invaden su cerebro.
Habían hecho el amor.
No fue simple sexo, realmente Yoongi se había tomado el tiempo de apreciar su cuerpo, acariciarlo y besarlo en cada espacio de piel posible.
-Te amo, Jung Hoseok. - Profesó durante toda la noche, mientras se enterraba en él.
Sus cuerpos desnudos y calientes parecían ser uno solo entre las sábanas blancas. Y la garganta de Hoseok dolía por tanto gemir y pronunciar el nombre del mayor.
-¿Te duele algo? - Preguntó Yoongi con las mejillas coloradas, al parecer Hoseok no era el único recordando ese momento. El chico solo negó con la cabeza, todavía sin querer mirarlo a los ojos. - ¿Por qué no quieres verme? - Volvió a preguntar, algo de angustia se instaló en su pecho. - ¿Te arrepientes?
-¡No! - Gritó Hoseok saliendo de su escondite. - No es eso...- Respondió con aflicción mirando a Yoongi. - Fue la mejor noche de mi vida...
Las palabras y el rostro tan precioso de Hoseok hicieron que el corazón de Yoongi se enterneciera. - Eres tan precioso, Hoseok. - Confesó, acariciando la mejilla del mencionado.
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First Love [YoonSeok]
FanficYoongi es un joven pianista, muy aclamado, por sus hermosas composiciones. Lo que nadie sabe es que estas son basadas en su vida antes de ser famoso, en su vida con la persona que amó más que a nadie, pero a pesar de eso, fue el encargado de romper...