Capítulo 8

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Stefan se había sorprendido al haber llegado a la casa abandonada y no haber encontrado a Damon ni a Bonnie. Los ataúdes seguían ahí, así que no se preocupó y decidió ir a su casa. Había pasado tanto tiempo que no volvía a ese lugar, desde que Klaus había llegado a Mystic Falls.

"Hablando del diablo. Por favor, Stefan, dime que te tardaste dos días porque mataste a Klaus". Se quejó Damon desde el sofá al verlo entrar a la casa. Damon se puso de pie y se cruzó de brazos. "Debe ser muy importante lo que vienes a decirme, porque hace mucho que no venías aquí".

Ignorando a su hermano, Stefan tomó asiento en uno de los sillones más cercanos, y el pelinegro copió su acción soltando un bufido de frustración.

"Bonnie ha estado como loca. Quiere matar a Klaus, y créeme, no es la única". Volvió a hablar Damon.

"He cambiado de planes". Anunció con una sonrisa. "Quiero a Klaus vivo".

Damon abrió su boca sorprendido y sus cejas se fruncieron con descontento. No podía creer lo que Stefan había dicho. ¿Cómo que ha cambiado de planes?, ¿cómo qué quiere a Klaus vivo?.

"Te amenazó, ¿cierto?". Negando con su cabeza, Damon se puso de pie. Se dirigió al mini bar y se sirvió un vaso con bourbon. Definitivamente necesita un trago, o dos, tal vez cuatro. "Te lo advertí. Te dije que Klaus es un puto psicópata que iba a terminar controlandote de alguna mane-..".

"Te equivocas, Damon". Stefan río. No podía evitarlo, le parecía gracioso la forma en que su hermano de verdad pensó que iba a cometer una estupidez. Con una risa socarrona habló. "Yo lo controlé esta vez. Yo lo tengo bajo mis pies. Lo quebré de la manera que más me gusta. Lo pisoteé, y voy a recoger y moldear cada pedazo roto, y le daré la forma que más me guste". Stefan se puso de pie. Pronunció cada palabra que salía de su boca como si fuera una promesa. Caminó lentamente hacia Damon mientras recitaba con emoción lo que hará, y Damon tembló ante el temor que le provocaba la manera tan posesiva y diabólica con la que hablaba su hermano de Klaus. "Yo, hermano, domé a la temible bestia. Ahora me pertenece porque hice algo que nadie se atrevió a hacer en miles de años. Puse al Diablo de rodillas".

Damon tragó saliva con dificultad. El vaso de bourbon que se pensaba servir había quedado en el olvido cuando empezó a escuchar el cuento de terror que le pareció escuchar que decía Stefan. Stefan había cambiado, ahora no era un vampiro sin emociones, ahora es un vampiro lleno de orgullo, deseo, y una ira que lo impulsa a obtener lo que quiere. Damon siente que ya no se tiene que preocupar por la seguridad suya y la de su hermano, ahora se tiene que preocupar por la de Klaus. Suena ridículo, ¿por qué se preocuparía por la seguridad de un asesino?, no lo sabe, lo que sí sabe es que si Stefan mata a Klaus puede que ese suceso lo cambie para peor, o al contrario, si lo trata de matar y no lo logra, Klaus va a acabar con todo a su paso. El híbrido es muy impulsivo, su problema de ira lo ha llevado a destruir ciudades completas, reynos completos.

"¿Qué rayos estás diciendo, Stefan?".

Stefan se relame los labios antes de volver a sonreír. "Ya no nos tenemos que preocupar por nada, hermano. Somos libres, y podemos hacer lo que querramos.". Stefan sentía la felicidad recorrer sus vasos sanguíneos con velocidad. Su hermano estaría a salvo, y el tendría al híbrido. Final feliz.

"¿Dónde está Klaus? ". Damon preguntó de repente mientras se acercaba a el con pasos veloces." ¿Le hiciste daño? ".

Stefan frunció el ceño. Esa no era la reacción que esperaba de su hermano. ¿Por qué le importa?, ¿a caso a Damon le importaba Klaus?. Su sonrisa amable desapareció, y fue reemplazada por unos ojos amenazantes y filosos.

"¿Qué quieres con Klaus? ". Estaba siendo consumido por una nueva y fuerte emoción. Celos.

"Stefan, lo que planeas hacer con él, no lo hagas. Déjalo. Olvídalo." Damon insistió sin dejar de verlo a los ojos.

De Rodillas "Rey" ~klefan (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora