Capítulo 6

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Se encontraba frente a la casa de la humana. Klaus de verdad se había sorprendido cuando ella lo llamó, así que aceptó la invitación de Elena por pura curiosidad, quería saber qué era tan urgente como para tener el valor de llamarlo. Tocó el timbre de la casa, y río en sus adentros al pensar que un asesino psicópata como el, le tocaba la puerta respetuosamente a la persona que casi aniquila.

"Gracias por venir", agradeció Elena abriéndole la puerta y haciéndose a un lado para darle la pasada.

"¿Tienes noticias de Stefan?", Klaus demandó entre dientes.

"No pude encontrarlo", respondió Elena tragando saliva al escuchar el gruñido de Klaus. "Tengo otra cosa".

Por más molesto que fuera, tuvo que seguir a Elena hasta la casa de los hermanos Salvatore. Elena lo llevó a lo que parecía un calabozo dentro de la casa, y la humana abrió una gran puerta de madera con barrotes. Elena bajó su vista al suelo del sucio cuarto, y Klaus le siguió la mirada.

"Mi pobre hermanita", murmuró Klaus al ver a su hermana tirada en el suelo usando un vestido rojo que evitaba que las manchas de sangre fueran visibles al tener clavada una daga en la espalda. Sabía que si se la quitaba ella iba a revivir rápidamente, pero aún así, verla de este modo no le hacía gracia. "Eso me pasa por descuidarla".

"Tienes a Rebekah. Un trato es un trato", dijo Elena algo agotada.

"La vida de mi hermana a cambio del tuyo.... Eso es un buen trato", reconoció el híbrido acercándose a Elena con una sonrisa socarrona. "Consideralo salvado".

Elena suspiró con alivio, pero sus ojos aún se notaban temerosos. La humana miró a Klaus a los ojos.

"Debes saber que yo le clavé la daga". Las palabras de Elena hicieron que la sonrisa de Klaus se esfumara. "Al despertar me va a atacar".

"Puedo controlar a Rebekah", prometió el híbrido. "Además, te necesito para encontrar a Stefan".

"Te dije que no sé dónde está".

"Mientes", bufó Klaus mientras se agachaba para retirar la daga de la espalda de su hermana. Elena maldijo en sus adentros. "Por suerte tienes muchos amigos, y si no encuentro a mi familia te debes preguntar: ¿quién va a morir ahora?, ¿Bonnie?, ¿Caroline?..... ¿Damon?. Tarde o temprano Stefan me dará lo que yo busco".

"Yo ya no le importo, Klaus", río Elena con algo de dolor en su voz. El híbrido entre abrió sus labios al ver que Elena decía la verdad, estaba sorprendido, pero muy en el fondo una chispa de felicidad se encendió en su corazón, y eso lo hizo pensar cosas que a su parecer eran patéticas, cosas como: ¿será que me quiere a mi?, ¿yo le importaré?, era muy estúpido pensar eso considerando que Stefan literalmente le robó a su familia. "Tú conseguiste eso. Lo convertiste en un monstruo. Ahora es tú problema".

"Y para que sepas", agregó Elena haciendo que Klaus frunciera el ceño aún más, "no soy la única a quien Rebekah quiere matar. Sabe lo que le hiciste a tu madre. Que tú la mataste".

Elena le dio una mirada de desaprobación a Klaus y salió del cuarto dejándolo solo. Klaus sintió que las piernas le fayaban. Su labio tembló al pensar que la única persona que lo quería lo iba a dejar y terminar odiando como todos los demás.

Ahora sin Rebekah, estaría solo. Todo se estaba yendo a la borda del precipicio. Primero las palabras hirientes de Stefan, luego la apareción de su padre, y ahora ésto. Klaus mordió su labio inferior con fuerza. Sentía que estaba perdiendo el control, y pensó que todo se había comenzado a desmoronar desde que Stefan lo dejó. Quería arrancarle el corazón a ese estúpido vampiro, pero cada vez que escuchaba su voz, Klaus sentía que sus piernas le temblaban y que su corazón bombeaba sangre a mil por hora.

De Rodillas "Rey" ~klefan (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora