De Rodillas "Rey" ~klefan (+18)

Capítulo 10

Klaus lo había ido a buscar hace unas semanas, no mentirá al decir que ese había sido su objetivo cuando dejó solo al híbrido aquella noche, quería que Klaus se diera cuenta de lo mucho que necesita a Stefan, tanto que no puede estar sin verlo. Sabía que lograría que el híbrido no durmiera por un par de horas sin poder dejar de pensar en el, en especial con un recuerdo tan presente como la marca, pero no esperaba que Klaus no pegara el ojo por tanto tiempo.

¿Qué atormentaba a Klaus Mikaelson en realidad? Eso era un enigma que pronto descubriría, y ya lo estaba deseando. Recuerda cuando recibió la llamada de su hermano, Damon había descrito a un Klaus con ojeras y mucha desesperación. Su hermano incluso lo reprendió por haber dejado solo a Klaus por tanto tiempo, y Stefan le tuvo que recordar que el sabía lo que hacía.

No pudo llegar antes a Nueva Orleans porque el celo de Klaus se adelantaría según Bonnie, y no sabría cómo controlarlo sin adquirir el conocimiento necesario para la ocasión.

Está emocionado, ha descubierto tanto acerca de los híbridos, los originales por supuesto, no esos falsos creados por un capricho de Klaus. Esas criaturas eran maravillosas, incluso Bonnie tuvo que admitirlo, pero claro que todo lo bello y poderoso tiene un precio muy alto y en el caso de Klaus estaba a punto de pagarlo. El quinto celo del híbrido se acercaba y Stefan había vuelto listo y preparado con toda la información que pudo obtener para que Klaus no tenga unos días difíciles.

Sonrió por la ventana del bus al ver el gran letrero de bienvenida a Nueva Orleans. No fue tan difícil encontrar a donde se escondía su lobito. Después de todo era el híbrido más famoso y temido. Cuando escuchó que el gran híbrido original había convertido a Nueva Orleans en un lugar donde sólo los híbridos mandan, su sonrisa se había extendido al máximo. Por supuesto que Klaus iba a intentar volver a levantar lo que Stefan le quitó. Tal vez había vuelto a construir todas esas máscaras falsas que lo hacían ver fuerte, no importaba porque Stefan estaba listo para volver a quitárselas. Lo volvería a hacer con mucho gusto.

"Paciencia Klaus, nunca rompo mis promesas", murmuró por lo bajo al bajar del bus junto con los demás pasajeros.

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Pasa después, al rededor de las 7pm, aproximadamente.

La gran fiesta de gala había empezado. Klaus había organizado una fiesta de gala con el objetivo de convertir a más híbridos. La fiesta se organizó en uno de los mejores lugares de Nueva Orleans. Se había encargado que se corriera la voz. El gran Klaus Mikaelson, híbrido original, estará otorgando el poder para convertirse en híbridos a aquellos licantropos que están dispuestos a jurarle lealtad.

Pero claro, no esperaba que éste día no se sentiría el mismo. Klaus inhaló sintiendo como todo a su alrededor giraba de vez en cuando. Sentía que su piel ardía, sus manos sudaban frío y sin importar cuantos vasos de agua tomaba no servía para aliviar el fuego que sentía por dentro. Volvió a inhalar y exaltar, cerró sus ojos tratando de tranquilizarse a mismo. Se le ocurrió que tal vez tenía que volver a alimentarse, así que de inmediato hinoptizó a una humana para poder beber de ella. Sintiéndose algo mejor, Klaus se preparó para la fiesta. Esta noche tenía que ser perfecta. Entre más híbridos, más poder, más imperio, así lograría borrar su pasado y volver a comenzar. Solo así borraría la memoria de aquel vampiro.

Todos estaban socializando, con copas de chanpagne entre sus dedos y grandes sonrisas plasmadas en sus rostros. Todos estaban aquí para ser parte de algo, para ser parte de su manada.

Después de pasar una hora hablando y recibiendo nuevos invitados, Klaus se excusó para poder ir a uno de los baños cerca por el pasillo. Ya comenzaba a sentir de nuevo aquel calor abrasador en todo su cuerpo. Tal vez necesitaba alimentarse de nuevo, pero sentía la cara tan caliente que prefirió ir al baño antes para remojarse la cara.