De Rodillas "Rey" ~klefan (+18)

Capítulo 9

Capítulo dedicado a: torrejita_barnes por ser el voto 100. ¡Muchas gracias a todos por su apoyo!

⚠️🔞ADVERTENCIA : másturbación 🔞⚠️

¿Alguna vez haz pensado en llamar, cariño?
(Quiero saber)
¿Quieres que me arrastre de vuelta a ti?

-Do I wanna know

No cartas, no mensajes, no llamadas, no nada, no Stefan. Esperó por dos semanas. Las dos semanas más agonizantes y dolorosas que había experimentado hasta ahora. En California, el apartamento donde le había dicho Stefan que fuera, era demasiado silencioso, y cada día que pasaba, la habitación se hacía cada vez más pequeña, más silenciosa, más vacía. Se moría del hambre. Stefan le había ordenado que no se moviera de ahí, que no saliera del apartamento, que no causara daño a nadie. A Klaus le gustaba la sangre fresca, no en bolsas con sangre de hace días, por eso era costumbre mantener a un humano a su lado para alimentarse cuando quisiera, ¿pero ahora?, ahora no tenía a nadie, y la sangre en bolsa lo hacía vomitar.

Klaus estaba enojado. Parecía un animal enjaulado mientras se movía de un lado a otro para poder olvidar las absurdas palabras de Stefan y solo así poder salir de ahí sin ningún remordimiento.

"¡Argg!". Gruñó con frustración mientras jalaba sus cabellos con fuerza. "Mentiroso, mentiroso, mentiroso..". Repetía como un canto sin fin.

¿Qué era tan importante como para que Stefan lo dejara solo?. Stefan le había dicho que lo iba a cuidar, que de ahora en adelante se haría cargo de el y que no lo dejaría solo. Mentiroso. Esto es lo que obtiene por no matarlo. Tenía muchas ganas de hacer daño. De hacerle daño a él. Apretó sus puños con fuerza deseando arrancarle la cabeza a Stefan. ¿Por qué no podía matar a ese vampiro?. Stefan era más débil que el, ¿pero porqué se sentía débil y pequeño a la par del vampiro?.

Nock, nock. Alguien estaba tocando la puerta. Klaus se detuvo al instante al escuchar latidos de corazón de quien sea que estuviera tras la puerta. Se dirigió a donde provenían los sonidos de sangre corriendo por las venas.

Nock, nock.

"¿Hola?. Es la policía. Han habido quejas de gruñidos de animales en este piso". Nock, nock. "Por favor abra la puerta. ".

Klaus no podía escuchar nada, lo único que lo mantenía de pie, caminando hacia la puerta, era el olor delicioso de la sangre humana. Klaus se movía como un león hacia su presa. Sentía como sus papilas gustativas salivaban expectantes. Al estar al fin frente a la puerta suspiró llenando sus pulmones del tentador olor a sangre, dirigió su mano al pomo de la puerta, y en un parpadeo ya tenía al joven policía entre sus garras. Atacó al cuello de inmediato para cortar sus cuerdas vocales, y así disfrutar de una deliciosa cena mientras su comida aún seguía con vida. Cuando sufría de mucha hambre actuaba por instinto, siempre hinoptizaba a sus presas para callarlas, pero cuando su instinto tomaba el control Klaus les cortaba sus cuerdas vocales y los dejaba sentir cada dreno de sangre que les hacía hasta dejarlos vacíos.

La sangre. Ese líquido rojo por el cual mata pero que a veces lo encuentra repulsivo. ¿Con cuanta sangre están manchadas sus manos?. Klaus recuerda la primera vez que mató y aún se sigue culpando por ello. Su hermano pequeño murió en sus brazos, habían ido a observar los lobos del bosque y su hermanito fue atacado. Había llevado a su hermano al pueblo por ayuda, pero el pequeño murió rápidamente. Su padre lo había culpado por ello, lo llamó asesino tantas veces que se lo creyó, y ese triste suceso lo consideró su primer asesinato. Cada vez que bebe sangre recuerda todos los momentos de su vida en que sus emociones llegaron al tope, ser vampiro significaba sentir todo con más intensidad, y ahora que su parte lobo había despertado Klaus sentía todo al doble.