~ Zhreta ~

Capítulo I: 'Idiosincracia'.

—Como iba diciendo.. — Continuó Zeus tras la interrupción del pequeño dios inferior.

—Como todos sabréis, esta victoria ha sido posible al esfuerzo unido de todos nosotros hermanos, gracias a que imperó nuestra fraternidad, hemos conseguido una gran labor, pues hasta para nosotros, divinidades con ilimitación de poder, resultaba bastante inverosímil que pudiéramos llegar no solo a derrocar a los titanes, sino hacerlo de una manera tan abrumadora, pues las bajas que hemos sufrido es nimio en comparación al logro que con ello hemos conseguido. Solo espero que recordéis la memoria de nuestros hermanos caídos, pues sin ellos, tanto superiores como inferiores, todos, son una pequeña porción del poder que consiguió ayudar a suplir una tiranía por parte de un titán tan voraz como infinito, y eso, eso es algo por lo que debemos de guardar todo el respeto que se le puede dar a un dios, por parte de otro dios. —

—Sin lugar a dudas eres un gran líder hermanito, pero creo que ya es hora de que expliques el tema por el que hemos sido convocados aquí, sin mas dilaciones ni interrupciones, a poder ser. —

—Yo no lo habría dicho mejor, ¡jajaja!. — Volvió a escucharse la exasperante  carcajada de Marion bajo la muchedumbre que la mantenía oculta.

—Ejem, como iba diciendo, estamos aquí porque los Olímpicos hemos decidido daros a los dioses inferiores la oportunidad de ascender en nuestro sistema jerárquico, pues con la última batalla entendimos que da igual el nacimiento que tengamos, conseguiremos llegar a ser tan poderosos como nos lo propongamos, da igual si naces siendo hijo de Chronos o Rea, o si eres un simple dios inferior nacido en el vientre de una furia, pues al fin y al cabo todos seguimos poseyendo poderes que conseguimos dominar y potenciar bajo algo tan sencillo como ilimitado, como es la práctica y la constancia. Por eso, hemos decidido daros la posibilidad de expandir nuestra jerarquía a mas planetas, donde la única prohibición que habrá será la impuesta por los dioses que allí gobiernen, haremos gobiernos independientes que, solo serán llamados y puestos bajo el mando de nosotros, los Olímpicos en caso de emergencia, como podría ser otra batalla tan feroz como la última vivida.—

Ni dos segundos pasaron cuando el aglomerado gentío de inferiores que allí se presentaron, empezaron a romper el agradable silencio que habían estado guardando durante toda la reunión. Entre gritos y cuchicheos, al fina, alguien puso paz a la ensordecedora escena que allí se invocó.

—Pero señor Zeus.— Respondió Verázitas.

—¿Acaso está intentando decirnos que todos y cada uno de nosotros seremos gobernadores supremos de un planeta entero?.—

Zeus, se echó a reir inmediatamente al escuchar lo que el inferior sostuvo en sus palabras, pues aunque algo inverosímil, la pregunta era lógica.

—Por supuesto que no, Verázitas, sería demasiado poder en manos de un solo dios, y creo que convendría mantener algo a raya el poder de vosotros los inferiores, pues no quisiéramos que hubieran intentos de usurpación en nuestro templo sagrado, el Olimpo. A diferencia de lo que os tenemos a vosotros preparados, tanto mis hermanos como yo, seguiremos gobernando aquí, manteniendo como lugar sagrado y zona para seguir viviendo el Olimpo. Espero que entendáis bien este punto, pues no se tolerará ningún tipo de traición hacia nosotros, no habrá redención posible y los que osen ir en contra de nuestra voluntad serán desterrados y torturados en el tártaro.
—

A partír de aquí, se podía sentir la tensión que el dios supremo de los Olímpicos puso en el ambiente, pues cesaron los últimos murmuros que los inferiores mantenían, mientras éste les comunicaba el plan que tan secretamente habían tratado los supremos.

—Para poder llevar esto a cabo, dividiremos cada planeta en cinco segmentos, donde cada segmento será gobernado por un dios inferior, el cual solo tendrá poder y voz sobre su segmento gobernado. No se tolerará ningún tipo de asesinato, pues aun siendo gobiernos independientes seguiréis siendo parte de nuestra jerarquía, y el asesinato fraternal está penado. Si habéis comprendido también esta parte, continuaré explicándoos un poco más extendido cómo se llevarán estos gobiernos. —

—Hermano.— Interrumpió Poseidón.

—Déjame a mi continuar con la explicación, creo que ya has dejado claro algunos puntos muy importantes que sin lugar a dudas no ha dejado a nadie indiferente. —

Con una leve sonrisa, Zeus asintió y dejó paso a su hermano para dejarle hablar.

—Bueno, como bien ha explicado Zeus, nuestro objetivo es expandir el poder de los Olímpicos haciendo que, vosotros, los inferiores, os convirtáis en supremos, y para ello, os haremos mejorar vuestro poder divino de la manera mas eficaz, que es la del camino del aprendizaje, mandándoos a cinco de vosotros a un planeta donde a pesar de ser un gobierno totalmente llevado por esos cinco dioses que residan allí, seguiréis bajo la tutela y mandato de los Olímpicos, los cuales nos mantendremos en el Olimpo. Seréis elegidos por cada uno de nosotros, y, cada uno de vosotros deberéis poneros en contacto con vuestro mentor si alguna vez hiciera falta, ya sea por emergencias con vuestro sector o por simple consejo, pues recordad que todos buscamos un bien común, y jamás intentaremos haceros errar, pues eso solo nos haría estar mas lejos de nuestra meta. —

Poseidón, cansado de lo que acababa de soltar, hizo una pequeña pausa de 5 segundos, tras con la que prosiguió inmediatamente después con otra explicación detallada del plan olímpico.

—Por si esto fuera poco, en vuestro planeta seréis vosotros cinco los únicos con poder real para hacer y deshacer, pero cuidado, esto implica que todos, los cinco, deberéis convocar bajo juramento una votación en la que lo que la mayoría elija será llevado a cabo al final, sin objeciones por los votos contrarios al resultado ganador, y por supuesto, deberéis ser vosotros cinco los que resolváis la mayor parte de los problemas que os plantee dicho planeta, eximiendo de ésta regla aquellos motivos que sean realmente graves, como podría ser una guerra entre varios de los segmentos, pues de ser así entrarían en acción los mentores de los inferiores. Si habéis comprendido también esta parte, solo me queda desearos buena suerte y esperar para que os nombremos y os digamos el mentor que ha sido seleccionado para cada uno de vosotros. —

Y, tras estas palabras que aún resonaban en muchas de las cabezas de los inferiores, los olímpicos desaparecieron dejando en la reunión únicamente a los inferioes.

—Sin duda, tienen algo demasiado grande pensado, y juro descubrir qué es, me cueste lo que me cueste..— Se dijo a sí mismo un inferior que se escondía en las sombras del templo.