Capítulo 63

305 32 27
                                    

Sus corazones latían casi al mismo tiempo y al mismo ritmo.
Fernando había logrado entender muchas cosas que por tanto tiempo le habían intrigado y robado el sueño. Era como si le hubieran quitado un gran peso de encima. Acababa de escuchar de la propia boca de Leticia que no tenía nada que ver con Aldo. Leticia nunca había olvidado a Fernando. Lo seguía amando con la misma intensidad que el la amaba a ella. Sentir su calidez y sentir su aroma de nuevo, sin miedos y sin la sombra de Domenzaín entre ambos, era lo que había deseado desde hacía tanto tiempo. Leticia por su parte, se sentía más segura. Ahora sabía que Fernando no estaba enamorado de Karla, que no había pasado nada entre ellos en nueva York ni en México. Saber eso le devolvía la tranquilidad que desde hacía días no tenía.
El beso se alargó varios segundos.

F: Lety... (Pronunció su nombre separándose de ella lentamente). ¿Qué vamos a hacer ahora?, si los dos nos seguimos amando, ¿qué vamos a hacer con este amor?

L: seguirlo sintiendo don Fernando... Y vivirlo.

F: Lety usted ¿está dispuesta a perdonarme por todo lo que ha pasado, por todo lo que le hice antes, y volver a empezar una historia de amor conmigo?

F: Lety usted ¿está dispuesta a perdonarme por todo lo que ha pasado, por todo lo que le hice antes, y volver a empezar una historia de amor conmigo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

L: claro que sí don Fernando, yo lo perdono. Y ahora le pido que usted me perdone a mí por todo lo que le hice sufrir, por todo lo que pasó con Aldo... Se que no debí...

Fernando la interrumpió con un beso.

F: espero borrar definitivamente esos besos que se dió con el.

L: por favor dígame qué no se va a ir con Karla... Dígame qué no va a aceptar su propuesta.

F: Lety, calme... Mire, antes de tomar decisiones, tenemos que dejar en claro muchas cosas entre nosotros.

L: está bien, estoy de acuerdo con eso pero...

F: pero nada, vamos a ir a un lugar que le va a encantar.

L: ¿De verdad? (Los ojos de Leticia brillaban como dos estrellas).

F: si, vámonos (Fernando se levantó del columpio y ayudó a Leticia a levantarse).

Los dos comenzaron a caminar hacia la calle.

L: ay no... Se me olvidaba (dijo Leticia deteniéndose de repente).

F: ¿Qué?

L: el carro. Marcia y Carolina me dejaron el carro que rentamos para... Bueno... Usted ya sabe.

F: para seguirme (contestó Fernando riendo).

L: si, está allá estacionado.

F: perfecto. ¿Hasta cuándo lo tiene disponible?

L: hasta mañana por la mañana.

F: entonces lo vamos a ocupar. Venga vamos (Fernando la tomó de la mano dirigiéndose al carro estacionado).

La fea más bella "Un nuevo comienzo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora