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Imaginas, escenarios, one shots, the types y reacciones con los personajes de Tokyo revengers.
Puedes hacer tu pedido.
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#Fecha de início: 21/12/21
#Fecha de fin...
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La vida en las favelas no es nada sencilla ni mucho menos segura. Pero ninguno de los dos tenía a dónde ir.
Minami observaba con unos sujetos intentaban llevarse con ellos a una niña poco mayor a él. Talvez dos tres años mayor.
¿Podía hacer algo? Pues no, eran más y más fuertes, el solo era un niño.
Por otro lado, la niña estaba luchando con todas su fuerzas. Su padre le había explicado que hacer en casos de este tipo. Sin más, golpeó la garganta de uno y al otro le pico los ojos y golpeó a ambos en su zona baja.
No sabía a dónde ir, esos tipos habían arribado en su casa y si volvía de nada servia, ya no tenía puerta así que seguro no era. Pero vio a un niño hacerle señas para que se acercará rápido.
Una vez dentro se aquella casa, que, tampoco era del todo segura pero era algo y si tenía suerte no la habían visto. Ambos se escondieron entre un montón de cajas en un rincón.
Escucharon como tocaban la puerta de manera brusca, pero la única contestación fue el quejido de la mujer que estaba postrada en la cama de aquel lugar.
Pasaron los minutos y todo quedó en calma.
──¿Ya se habrán ido?──ninguno aparentaba el miedo, tenían pero de nada serbia.
──Quédate aquí, yo reviso.──el niño salió y miro a su alrededor, todo estaba normal.──espera, reviso fuera.
Efectivamente, se habían ido.
Ambos salieron con cuidado de aquella casa y corrieron fuera aquellos lados. Harían lo de todos los días, ir por las calles y pedir alguna moneda para poder comer.
Era la primera vez que tenían ese tipo de acercamiento, pero era mejor estar acompañado.
Afortunadamente consiguieron algo, con ello se fueron a una pequeña tienda donde compraron algo de pan y agua para poder comer sin gastar tanto lo que habían conseguido.
──Toma, lleva un poco para tu mamá.── la niña le había dado la mitad de su comida. Entre ella y el niño, el niño lo necesitaba más.
Ella tenía a su madre y algunos tíos, su padre tenía un mal trabajo por eso estaba en las favelas. Dentro de poco ella también se iría.
──Mi mamá... Ya me voy, adiós.── sin más el pequeño Minami se fue.
Al día siguiente la niña fue a dar a la casa de este. Dónde lo encontró tocando el piano ya gastado pero seguía en función. Se colocó junto a él y lo escucho tocar.
──¿Cómo te llamas?── el niño había dejado de tocar para iniciar conversación con la niña.
Ambos se presentaron, hablaron de sus gustos y por qué seguían ahí.
Así fue como comenzó la bonita amistad de aquellos dos niños. Lastima que no duró más que un año y meses.
Todo se fue a la mierda en el momento que el llamado "Dino" había decidido acercarse a Minami.
Fue en ese momento que aquellos sujetos que antes habían acosado a la menor, está vez la habían mandado al hospital toda golpeada.
Afortunadamente solo fueron eso, golpes. Y la habían atendido rápido.
Llegó rápido gracias a uno no tan desalmado que trabajaba para los mismos. Talvez le costaría caro, pero no se sentía capaz de dejar morir a una niña.
Fue así como ambos se separaron, los tíos de la menor habían tomado responsabilidad de ella al ver que sus padres no lo hacían. Aunque una vez reconocieron a los culpables de tal acto lo mejor que pudieron hacer fue llevarla lejos.
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Luego de todo lo ocurrido, desde la "desaparición de ____", hasta la muerte de su madre, Minami había quedado solo. Se sentía abandonado, aún cuando una parte de él sabía que lo mejor que pudo haber hecho su amiga fue haber huido.
Fue uno de los motivos por los que no peleó para ir a Tokyo con sus abuelos.
____ por su parte no estaba conforme, quería volver a ver a Minami. Entreno, se esforzó hasta ser la mejor de sus entrenamientos. Desde artes marciales hasta defensa personal. Ella quería encontrar a Minami a como de lugar.
Dada las circunstancias fue a dar a Tokyo, no había mejor lugar que ese para mantenerla lejos del peligro.
Bueno, eso pensaron sus tíos. Gran sorpresa se llevarían cuando encontrarán a Terano vagando por las calles de Shibuya. Y no por qué ellos lo reconocieran, la ahora adolescente recordaba a un pequeño niño, no esperaba ser acaparada por un gigante de complexión muy trabajada y algo robusta.
──é você.── el chico apretaba con una fuerza moderada las muñecas de la castaña.
──Sim... uh-huh, acho que sim.── no entendía ni un poco lo que pasaba.
La gente que pasaba al rededor no miraban algo extrañados, claro que no siempre te encuentras a un par de extranjeros que parecían pelear. Aun si veían que la chica no estaba muy asustada temían que le hiciera algo, pero en la mente de quienes presenciaban el encuentro estaba la misma idea.
"De que le lastimen a ella que mi, mejor a ella"
──Você é minha garota? meu ____?──Ahí fue cuando ella lo entendió todo, ese gigante era su amigo, el pequeño Minami había crecido demasiado. Y la había llamado su chica.
