-Hola-.
Se sobresaltó al escuchar mi voz y dejo caer el cigarro.
-Mierda.- Murmuró.
-Lo siento.- Me senté a su lado.
No dijo nada, ni siquiera me miro.
Estaba usando la misma ropa que en la escuela y olía mucho a cigarro. Me pregunto que opinaría su madre si supiera de esto.Ella siempre fue muy estricta en todos los casos y no creo que esto sea la excepción.
-¿Que hacías aquí?.
-Pasando el rato.
-¿Tu mamá sabe que fumas?.- Volteo a verme y en sus ojos veía que no lo sabia.
-Por favor no se lo digas.-Dijo suplicante.
-Claro que no lo haré.-
-Gracias.- Me miro agradecida.
-¿Cuando te he defraudado?.- Bromeé golpeándola en el hombro con mi codo.
-Cuando dijiste que pasarías por mi para ir al colegio.- respondió seria. Claramente no le hacia nada de gracia.
Sabía que hablaba del día en que se fue. Nunca me perdoné no haber hecho nada por ella.Observe sus brazos mas de serca, lo volvía a hacer. Volvía a cortar sus muñecas.
Recuerdo que descubrí que lo hacia cuando eramos pequeños y ella me prometió que no volvería a hacerlo.Rompió su promesa.
-Rompiste tu promesa.
-¿De qué hablas?.- Miraba fijamente su brazo.
-Nash! Es hora de cenar ¿Dónde estas?.- La voz de mi madre la interrumpió.
Me gire justo cuando mi madre iba a entrar a la habitación.
-¿Qué haces aquí solo? Te esperamos abajo.
¿Sólo? Mira por atras de mi y Abi ya no estaba, desapareció por su ventana.
-Ya bajo. - Le dije, mi madre solo asintió y se fue.
Cuando estaba por salir mire por la ventana una última vez, la luz de su cuarto se apagó.
