Stay -Nash Grier

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Stay -Nash Grier

CAPITULO 1.

7 Años atrás.

—Nash, te extrañare demasiado cuando me valla.—Decía una pequeña castaña Abi de solo 10 años.

—No pienses en eso. Aun tenemos toda la tarde.

El lindo Nashty la envolvió en sus brazos.

Quería que ella nunca los soltara. Aunque solo tenían 10 años, se conocían desde los 7 y para el era suficiente tiempo para saber que la amaba.

Ambos paseaban sus ojos por la habitación.

Solo podían observar cajas y maletas. En el lugar que antes pasaban mucho tiempo conversando, viendo películas y incluso algunas veces que Abi obligo a Nash a jugar con ella a la casita y sus barbies.

Pero a Nash no le importaba eso, solo le gustaba verla sonreír.
Esa tarde hicieron lo que mas les gustaba hacer.

Ver películas de terror juntos, mientras comían pizza y bebían Coca-Cola.

Lo que parecieron ser 4 horas se dedicaron a hacer eso. Pero nunguno se arrepintió, no se imaginaban pasando el tiempo de alguna manera que no fuera esa.

—!Abigail! Ya es hora. Tu papá espera en el auto.

Las lágrimas de Abi ya eran incontrolables. El no era su padre y nunca iba serlo.

Desde el patio de Nash escucharon la voz de la madre de Abi.

Salieron de la casa en dirrecion a la camioneta de Abi. Donde Mark. El intruso, esperaba.

Ya se había despedido de todos sus otros amigos y obviamente no podía faltar la familia Grier. Era como su propia familia. Y no había otra manera en que la tratara la Sra. Elizabeth que como una hija mas.

Solo faltaba alguien. Pero ninguno de los dos quería despedirse. Les parecía demasiado doloroso.

Abi voltio a ver a la cara a Nash. Quien le llevaba varios centímetros de estatura. No pudo mas. Sus ojos y su nariz ya estaban rojos y las lágrimas amenazaban por salir.

Nash no estaba en una mejor condicionó que ella. Estuvo llorando en su habitación desde que se entero.
—Ven aquí Linda.
No lo pensó mas de un segundo y se lanzo en sus brazos. Estallaron ambos en lágrimas.

—Nash no dejes que me vaya.—suspiro cortadamente y con dificultad en sus palabras.

Su voz llena de inocencia.

Pero ¿Que podía hacer el? Se preguntaba en su cabeza. Si solo era un niño al igual que ella.
Mark bajo del Auto y comenzó a acercarse a los pequeños.

—Vamos Abi. Tu madre espera.—Toco el hombre de la niña. Ella soltó un sollozo apenas auidible pero no para que Nash no escuchara.
Sentía ganas de cortarle la mano. El sabia lo que ese hombre asqueroso le hacia a su amiga. Ella se lo confeso cuando tenían apenas 8 y un año de conocerse.
Elizabeth se acerco con su pequeño hijo de la mano y su abdomen un poco abultado. Ella sabia que Nash quería a Abi.

Aunque el no lo aceptara.

—Mamá... ¿Abi no podría mudarse con. Nosotros?.—Le susurro al oído  para que nadie mas escuchara.

—No creo que eso sea posible hijo. Ella tiene una familia también. Creo que tu no estas pensando en eso.

Después de unos 10 minutos mas.

La mamá de Abi salio.

Ella y la madre de Nash solían ser muy Amigas, hasta que a Mark no le pareció y la obligo a alejarce.

La Sra. Trataba de ocultar un gran moretón en su ojo con unos lentes oscuros.Intento fallido el moretón era demasiado grande para ser cubierto solo con unas gafas.

—Llámame si lo necesitas Mariand.—Le susuro Elizabeth cuando se aproximo a abrazarla.

—No creo que eso vaya a suceder.—Interrumpió Mark.

—Sube al Auto Abi.—Espetó su madre y subió al asiento del copiloto.

—Adiós Nash.—Dijo Sollozando sus Lágrimas no habían parado desde que se abrazaron anteriormente, tampoco pararían durante un tramo del viaje.

—No me digas Adiós, Abi. Quiero imaginar que mañana pasare por ti para ir al colegio.—Se paso una mano por la cara. Ahora el lloraba también.

Su madre le tomo la mano para tranquilizarlo.

—Entonces hasta mañana Nash.
Subió al auto y el auto comenzó su marcha.