MINE | +18 | Draco, Matheo y Tom Riddle

DIECIOCHO

Espero y sigan despiertas porque se viene fuerte el capítulo 🥵...

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"¿PORQUE TE SIENTES TAN BIEN?"

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Apreté mis ojos con fuerza y me perdí en mi mente como otras veces lo he hecho. ¿Quién quiere ver como un perro te despedaza?

Estúpida Hermione. Estúpido y hormonal Potter. Estúpida Darianne...

Escuche el chillido del perro y un fuerte apretón en mi brazo que me levanto de un jalón del piso, pero aún así no abrí mis ojos 

—¿Qué haces aquí, tonta? —hablo molesto, me tomó del cuello para acercarme a él

Su colonia invade mis pulmones, me aferre a Tom, aun temblando. Se quedó quieto, no se movió, no me abrazo pero tampoco me alejo

—¿Qué haces aquí? —hablo con el tono más suave que pudo

Me separé de él, era Matheo, al parecer olían parecido, solo que Tom huele más a cigarro y menos a droga.

Voltee a ver al perro, ya no estaba, solo había un camino de sangre entre la nieve.

—Darianne, te hice una pregunta —demandó, jalándome del hombro

—Vine a Hogsmeade ¿y tú? —mi clavícula comenzó a doler y fue ahí cuando me di cuenta que el perro si me había mordido

—¿Por qué tomaste este camino? —apretó su agarre en mi brazo y habló cada vez más molesto—. Te hubiera descuartizado si no lo hubiese estado siguiendo

—¿Seguías al perro? —¿Qué hacía siguiendo un perro?

Matheo suspiro molesto, pasó su brazo por mi cintura mientras sacaba su varita y...

[. . .]

Desperté por un horrible ardor entre mi hombro y clavícula, Matheo picaba mi herida con su varita

—Me hechizaste, idiota

Intente levantarme, Matheo apretó mi hombro con su mano obligándome a acostarme de nuevo

—¿Quién te dio este asqueroso vestido? —levantó el tirante rojo del vestido con su varita—. Esto no se parece nada a lo que tu usas

—¿Me estabas siguiendo a mi o al perro? —pregunte, tapándome la cara con mi brazo sano y agradeciendo al perro por haber arrancado esa espantosa P

—¿Qué ganaría siguiéndote a ti?

—¿Qué ganarías siguiendo a un perro?

—Solo quítate ese espantoso vestido para que te pueda curar y te largues —habló con desdén mientras rascaba con fuerza su antebrazo

Eso lo hiz...

—No te preocupes, lo haré en casa de Blaise —me levante

Estábamos en un cuarto descuidado y viejo, solo alumbraba la poca luz de luna que entraba por la ventana y un par de viejas velas hechizadas.

Supuse que era la posada de cabeza de puerco porque Pansy decía que estaba en pésimas condiciones pero que el dueño no hacía muchas preguntas

—No te puedes aparecer con esa herida —resopló molesto prendiendo un cigarro—, ahora quítate ese vestido o lo hago yo

—Matheo, no estoy de buenas —camine hacia la puerta

Caí al piso con Matheo encima de mi, jaloneando mi vestido. Giramos por el piso y con toda mi fuerza reunida logré quedarme encima de él -aunque creo que él me dejó-.