Tal como había previsto, estaba adolorido como la mierda, mis caderas dolía horrible al igual que partes de mi cuerpo. Me levanté despacio mirando mi cuerpo, si bien yo no estaba de la misma complexión que comúnmente se veía en los Omegas, mis muslos eran más gorditos al igual que mi cuerpo, miré cada marca en mi cuerpo, mi mano fue a mi abdomen, viendo tres mordidas, toqué estas y aguanto un quejido de dolor. Mis manos fueron sus mi cintura de forma lenta delineando esta mirando las marcas de unos dedos en mi piel, viejo se rojizas y un poco violáceas.
Mi boquita se abrió en una "o" al ver mis muslos bien, de igual manera tenía mordidas en la zona como chupones notorios. Ni de broma uso pantalón, me va a doler horrible. Me senté despacio sintiendo mi trasero adolorido de igual manera, tomando aquella camisa, colocándolo de una forma muy lenta procurando de no lastimar aún más aquellas mordidas. Caminé después, dando pequeños pasitos buscando que ponerme encontrando al fin aquella falda agradeciendo que cubrió bien aquellas mordidas.
Me volví a sentar mientras tocaba mi vientre bajo y cadera soltando un suspiro agotado.
Solo unos segundos en silencio duré hasta que escuché aquel sonido de mi teléfono de inmediato, me sobresalto tomando este viendo la hora notando claramente en como llegaba ya tarde al trabajo, no era problema ya que estaba mi prima pero aún así no debía de llegar tarde ya que mi propio padre me regañaria ya que el era el jefe.
Abrazo mi cuerpo bebiendo aquella pastilla para el dolor y finalmente me levanto, sintiéndome como bambi cuando apenas iba a caminar, tomé mi bolsa y guardo un par de cosas incluido el libro.
Sentí una pequeña punzads en mi vientre que me hizo sacar el aire haciendo que diera pasos hacia atrás escuchando un murmullo incomprensible y arrugo mis cejitas con un poquito de pánico.
No había tardado en llegar a la tienda de especias y otras cosas más, mi padre estaba cargando un par de cajas dejándolas en la barra y me miró de inmediato, unos segundos me miró de forma rara juré que vio a través de mi y después apunta las cajas.
—Hay que ponerlas en los cajones y repisas.
Asiento a lo que dice y dejé detrás del mostrador mi bolsa sintiendo un aroma de más y miré hacia aquella habitación.
—Tu prima está leyendole el tarot a una mujer - respondió mi padre al darse cuenta que miraba hacia ese lugar. —Lleva un buen rato junto con ella, es muy peculiar su caso, pude ver que hay azul en su aura además de. . . - la voz de papá fue interrumpida cuando una mujer salió mientras lloraba y miré con confusión a mi prima y ella hizo una mueca sentándose en una silla.
—Qué difícil es la vida - susurra.
—Lo es - papá respondió mientras caminaba a la puerta - volveré en la noche, debo de atender algunas cositas, adiós pichoncito - me lanza un beso y se despide de Verónica.
Miré atento hacia donde estaba mi padre y cuando ya no lo ví de inmediato miré a mi prima tomando sus hombros.
—Creo que tuve sexo con algo que no fue un incubo - hablé y ella abrió sus ojos.
—¿Qué? Espera. . . ¿Te sirvió el ritual? ¿La pone bien?
Le di un pequeño golpe y ella soltó una risa pero al ver mi expresión se quedó sería.
—¿Que hiciste, Leo?
—¡No lo se! Solo se que se llama Semyazza. - hablo y me siento con cuidado —Y me dejó peor que alguien después de una vuelta en la. . .
Sus ojos brillan un poco mirando mi hombro y descubre este mirando aquella mordida y chilla asustada.
—¡¿Esa cosa que te hizo?!
Miré su rostro, ella pareció asustarse más cuando subí aquella falda mostrando mis muslos y mostré mi estómago.
[. . .]
Había revisado con atención cada libro de la estantería mientras daba vueltas en el lugar, sintiendo el aroma a un Incienso de coco y canela llegar a mi olfato.
—¡Semyazza! - chillo encontrando el nombre por fin hasta que sentí el color irse de mi rostro. —Me debes de estar jodiendo.
Mi prima se puso detrás de mi, sintiendo su dulce aroma golpear de pronto en mi nariz.
—No, el que te jodió fue otro y no solamente en actitud, ¿qué encontraste? - Miró el libro leyendo y abrió su boca —No jodas.
Temblé cerrando el libro de golpe mientras me sentaba mirando fijamente un logar en la tienda sintiendo ese calor comenzar a hacerse presente en mi vientre sacandome un jadeo al sentir una pequeña punzante de dolor y un pequeño muy pequeño murmullo escucho en mi oído.
—No es posible, ¿Es posible? - miré a mi prima y ella encogió sus hombros dudando.
Ella caminó despacio tocando cada libro hasta que se detuvo mirándome y sacándolo después abriendo en una página en específica y se sentó frente a mi.
—Si tuviste sexo con algo que no fue un incubo realmente, deberías de leer un poco de esto. - musitó buscando y señala con una de sus uñas una sección muy específica.
Miré lo que había escrito, tomando el gran libro entre mis manos leyendo aquel título.
Los caídos, angeles revelados más nunca demonios.
—¿Los angeles caídos no era un. . . - un pequeño calor me recorrió y sentí una pequeña caricia —Mi-mito?
—Soy muy real, cachorrito. - escuché y sentí como me desmayé.
Mis ojos se abrieron despacio, todo parecía dar vueltas sin embargo no sabía dónde estaba, me levanté despacio sintiendo mi cuerpo adolorido y me encontré con aquella criatura riendo.
—¿Es en serio que te desmayaste? Solo te hablé - niega riendo acercándose peligrosamente a mi, tocando mi mentón haciendo verlo, viendo lo alto que era, seguramente pasaba los dos metros.
Intento armarme de valor pero me quejó de dolor.
Su expresión burlesca cambia y toca mi vientre y le miré.
—¿Qué hiciste? - susurro casi sin voz.
—El ritual. - habló — El ritual es la razón, me hiciste llegar, sin embargo esto durará como un més para que ocurra algo y después me vaya - sonrió y tocó mis labios y ví sus colmillos con claridad. —Nos vemos en la noche cachorrito.
Y desperté.
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Killer
RandomUna de mis fantasías es bañarme en sangre junto contigo ¿sabes? que jodido estoy cachorrito. -fluff -Dirty Talk. -Mature. ©prohibida copia o adaptación.