Esperé pacientemente a Semyazza, abrazando mi cuerpo mientras ponía mi mentón en mis rodillas escuchando aquel silencio total en el lugar, sintiendo la fresca brisa entrar por la ventana que estaba entre abierta, escuchando un pequeño grillo.
Cerré mis ojos unos segundos sintiendo el sueño volver a hacerse presente hasta que sentí un peso sobre el colchón haciendo que diera un salto y abriera de golpe mis ojitos.
—Sé lo que eres - fue lo primero que dije y el arqueó una de sus cejas dibujando una sonrisa burlesca.
Se acercó peligrosamente a mi rostro.
—Ah, ¿si? - sonrió un poco tocando mis muslos, sintiendo un escalofrío sin embargo miré su rostro de forma fija. —¿Cómo lo sabes? - besó mi cuello despacio.
Mis manos fueron a sus hombros, cerrando unos segundos mis ojos enredando mis dedos en su cabello tirando despacio de estos.
Se sentía tan real.
—Un libro - respondi.
—Un libro - habló de igual manera.
Le di un pequeño empujón sentandome bien mirando atentamente al contrario, su mirada carmín me miró de forma fija mordiendo sus labios.
—¿Eres un caído? - susurro y el arruga sus cejas.
El aroma que desprendía era fuerte, sin embargo me encantaba demasiado de alguna manera mientras apretaba su hombro y entre cerraba sus ojos.
—No.
Alcé mis cejas, subiendo sobre el, cosa que pareció asustarse mientras tomaba mis caderas con firmeza mordiendo sus labios y sentí mi corazón acelerarse con fuerza.
Cerré mis ojos unos cuantos segundos hasta que decidí preguntar.
—No lo eres? - y el niega despacio tocando mis labios, tocando aquello que había en estos. -Es brillo labial - murmuro y su mirada estaba en mis labios. -Respondeme.
Dejó salir un buflido dándose vuelta, dejándose caer en el colchón mirándome de forma fija, dándome un escalofrío al sentir aquella mirada y arrugo mis cejitas escuchando como algo cae al suelo y di un salto.
—¿Me vas a responder? - susurro viendo como tomaba aquel brillo labial mientras le miraba con curiosidad —Es el brillo - ví como lo huele mirando atentamente aquella sustancia rosada y tomé aquello paseando esto en mis labios, su mirada fue fijo a mi boca y lo ví acercase y lo detuve. -Responde.
Dejó salir un suspiro bajito.
No me llamo Semyazza - habla mientras tocaba mi cadera, sin embargo no se acercaba a mi boca, respetando la distancia aún que quería acercarse bien-. El es mi padre. Semyazza es mi padre, un caído - susurra.
Hice un sonido chiquito para que siguiera mientras corté la distancia en un pequeño beso y su lengua paseó sus labios los cuales habían quedado un poco manchados.
—Soy nacido de la unión de una Omega y un Angel caído - musitó mientras tocaba sus labios mirando con curiosidad el brillo labial.
Arrugo mis cejas de nuevo, levantándome y el alzó de golpe la mirada y busco un libro en específico, quedandome frente suyo.
—Nefilim- Dije y el me miró atento con asombro.
—Eres un brujito muy listo- respondió y sentí mi rostro arder y me encorvo despacio sintiendo mi vientre doler dejando caer el libro de golpe, sintiendo como me toma entre sus brazos. —¿Duele no es así?
Asiento un poco soltando un jadeo y su mano se posa en la zona de nuevo.
—Tu interior te pide un bebé - dice y tiemblo —Pero hay algo. . . - infló sus mejillas en frustración.
Ahogo un quejido apretando sus hombros.
—No, no puedo - murmuro -No puedo - dije y alzó sus cejas—Es complicado para mi lobito, no lo quiere aceptar,no soy un Omega que podrá tener hijos algún día - cerré mis ojos sintiendo su toque sacandome un jadeo. —Soy muy joven para este dolor ayuda - chillo.
Su mirada se mantuvo en el vacío y apreté mis manos sobre mi estómago sobresaltandolo haciendo que cayeran algunas cosas y se levantó de golpe comenzando a quitarme la ropa, haciendo que le mirase en un pequeño temblor.
Un pequeño suspiro salió de mis labios.
—¿Qué haces? - dejé que me alzara, cerrando mis ojos en total y arruga sus cejas.
—Estoy haciendo que dejé de doler, te dejara de doler - afirma y junta nuestros labios.
Temblé bajo su toque mientras asentia despacio sintiendo sus labios pegarse en mi piel sacandome un suspiro sintiendo aquel dolor el cual fue disminuyendo despacio, haciendo que mi cuerpo se relajase y respiro.
—¿Estas mejor? - habló y asiento separandome abrazando mi cuerpo y quise gritar un poco.
¿En qué problema me acabo de meter?
—Tengo apenas 24 y ya siento que me voy a morir.
El nefilim sonrió aguantando una pequeña risa.
—No morirás - susurra en mi cuello acercamose y subiendo sobre mi, mi rostro se calentó poniéndose entre mis piernas juntando sus labios con los míos -No dejaré te mueras, no morirás Brujito - cerré mis ojos en una pequeña sonrisa y jadeo sintiendo aquel calor en mi cuerpo.
—Estoy caliente - Miré sus ojos y sonrió.
—Lo sé, por que yo igual lo estoy - habló y subió aquella falda dejando expuestos mis muslos y sentí mi ropa interior se retirada haciendo que mi entrada se pusiera húmeda y toqué su pecho, sintiendo ningún palpitar.
Su boca fue a mi piel, sintiendo como recorrió esta y recorrí su espalda de una forma lenta.
Mordi mis labios tocando mi piel expuesta sintiendome como la noche anterior, solo que esta vez me sentía totalmente consciente y no entre la calentura, esta vez podía escuchar su respiración caliente y agitada.
Su voz tan ronca hablando sobre mi piel sacandome un gemido tirando de su cabello.
—¿Por qué me enloqueces mucho? - lamió mi pecho y gemi.-Se siente como si fuera la primera vez.
Mis piernas tiemblan y subí sobre el esta vez, abrazando su cuello y mis piernas se enredan en su cintura sintiendo sus grandes manos rodear mi cintura y jadeo sintiendo ese gran bulto debajo de mi.
—¿Prometes que hablaremos de esto? - asintió y juntó nuestras bocas.
Fue tan brusco y caliente, sintiendo su lengua totalmente y ahogo un gemido bajito.
Tomé un poco su rostro, esta vez intentando llevar las lento aquel beso, sintiendo mi cuerpo ser apretado por el y sentí mi lubricante salir tirando de su cabello.
—Eres un paraíso en el infierno - susurra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
