Capítulo 7 (Emily)

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Tras lo sucedido me dirigí como marcaban las líneas en el suelo hacia la salida. Una vez allí, observé de lado a lado a ver si veía al chico que supuestamente me lleva a la universidad para enseñarme la estancia, lo que se suele hacer cuando eres nuevo en un lugar y no sabes cómo es.

Estuve esperando un rato, concretamente 6 minutos; y durante ese tiempo me estaba arreglando el destrozo que llevaba en mis ojos, parecía un mapache. Al terminar, lo guardé todo. Miré otra vez a mi alrededor y ahí es cuando lo veo.

Era un coche negro mate con las ventanas oscuras y opacas, las llantas también de color negro y el conductor vestía con ropa negra al igual que su acompañante. Aparentemente parecía que me iban a atracar. La verdad es que pasé un poco de miedo.

De repente se va acercando el acompañante poco a poco hacia mí. Note los latidos de mi corazón que se aceleraba cada vez más. Parecía que me iba a explotar.

- ¿Emily Choice, eres tú? - preguntó en un tono de cansancio.

- Sí, soy yo - le respondí.

- ¿Vas a la universidad de París VII Denis Diderot? - añadió.

Me pareció raro que me hablara en español en vez de francés.

- Si.

- Vale, entra al coche - "por favor" le faltó decir.

Asentí con la cabeza. Cogí las maletas y el neceser con el maquillaje que usé para solucionar los mapaches de mis ojos.

Al entrar se sintió raro el tacto del suelo, parecía que estaba pisando las nubes; el coche era muy largo y espacioso. Atrás estaba yo sola.

Con el paso del tiempo que estaba acostada no tenía miedo ni por el ambiente ni por nada

Durante el trayecto no quitaba ojo de la ventana, observando las vistas, la riqueza de la gente, las casas, la arquitectura, ... Lo más importante para mí cuando me voy de viaje es: la cultura, comida e idioma. Algo en lo que sí me fije fue en el suelo y las calles, como estaban estructuradas, ya que no se parece en nada en donde yo vivo, Nueva York.

Llegamos al 1º destino, la universidad. En la vida real se ve un poco más pequeña que en la foto, será que a lo mejor usaron Photoshop para hacerlo más grande y voluminoso.

El acompañante se bajó del coche y fue a dar conmigo.

- Ya llegamos, bájate - como no, el siempre tan respetuoso, dije sarcásticamente.

Cogí las maletas otra vez, se las di para poder bajar sin peso ninguno.

En la puerta estaba el chico que me debería haber esperado en la salida del aeropuerto e ir con él. Nos estaba esperando apoyado contra la pared. Nos fuimos acercando poco a poco a la entrada, la puerta es enorme y vieja porque está un poco oxidada.

- Hola - dijo.

- ¡Hola! - le respondí amablemente.

- ¿Usted es Emily? ¿Emily Choice?

- Sí, soy esa.

- Vale, pues bienvenida a la Universidad - comentó abriendo la puerta para así poder entrar adentro - antes de que siga hablando, prefieres que le hable en español o francés.

- Español mejor.

- Vale. Aquí están las clases, la biblioteca - es enorme la biblioteca y hay demasiado silencio en ella, difícil en una universidad - también tenemos una cafetería que está en la esquina, el pabellón y ya todo esto es el patio para descansar o comer en el recreo.

- WOW - comenté sorprendida mientras observo las clases.

- ¿Qué le parece?

- Sinceramente increíble.

- Me alegro. Al final de este pasillo se encuentra a mano derecha la estancia donde puedes dormir, y afuera está el baño en el lado derecho también.

- Gracias.

- A ti, bueno, te dejo que acomodes tus maletas. Y siéntete como en casa.

- Me parece perfecto, muchas gracias.

Agarré todas mis cosas y me dirigí a la zona de dormir (creo que se llama así), no había nadie allí. Mejor para mí. Cogí una cama que no había nada, ninguna maleta. La cama perfectamente hecha. Así que dejé todo allí, me cambié de ropa, fui al baño (que por cierto es muy pijo y grande, me encantó) vine otra vez y dormí porque estaba muy cansada del viaje.

8:32 am. Me desperté temprano por los ruidos ya que todas vinieron a las tantas de la madrugada de risas y fiestas. Dormí fatal.

Es lunes. "Empezamos bien la semana, de mala leche" me dije a mi misma.

Seguía acostada en la cama intentando poder dormir otra vez pero imposible. Cuando por fin decidí levantarme fui al baño, estaba todo patas arriba. Olía fatal, al final salí porque no podía respirar. Era un olor muy fuerte y desagradable.

Salí a dar una vuelta por la zona, por el pueblo.

Yo andando por las calles parisinas de París sola. Aunque en este viaje no estoy sola, tengo a Ariana. "Thank you, next" la canción que sonaba en mis auriculares mientras entraba en las tiendas. El precio en Francia es muy peculiar y único ya que es un poquito caro, aunque yo esté acostumbrada a ver y comprar algunas cosas caras. Sé que hay personas que no se lo pueden permitir o costear. Así que por esa parte me siento muy afortunada de poder estar viviendo esta experiencia.

Ring, ring. Mi teléfono arruinó ese momento de paz y tranquilidad. Cogí el móvil para ver quién era. "Mamá" Al ver su nombre marcado reaccione cogiéndolo enseguida.

- ¡Hola! - me dijo alegre.

- Hola mami.

- ¿Qué tal, como te va en Francia?

Le empecé a contar todo: como me recibieron y trataron, la universidad, la biblioteca, el baño, ... Todo, menos lo del chico.

- WOW - comentó sorprendida- si que veo que te va bien eh, me alegro.

- Bueno, eso de que todo va bien - al pronunciar esas palabras noté como una lágrima fue rozando toda mi mejilla hasta llegar al labio.

- ¿Por que dices eso? - dijo preocupada - ¿Va todo bien, Emily?

- Lo siento mamá tengo que colgar - menti, pero no sabía cómo colgarle de manera que no suene bruta.

- Adiós, luego hablamos.

- Sí, adiós - le colgué.

En ese momento fui en busca de un bar para ir al baño y llorar en silencio.




El primer encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora