2. El comienzo

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Era un día normal, o eso pensaba yo. Ese día hacía un calor insoportable, rondábamos los 40 grados , Aunque en Phoenix, Arizona, era de esperar.
Cometí el gravísimo error de ir a un parque con mis amigos.

-¡Aiden!- gritó Lana. Lana era una chica rubia, con el pelo muy largo y unos ojos marrones preciosos.
-Ya voy, lo siento, con este calor que hace me quedo embobada- le respondí .

Corrí hasta donde estaban mis amigos, ahí estaban, esperándome Oliver , un chico rubio platino , con gafas de pasta y que siempre viste genial, también estaba Ginny , una chica pelirroja, como yo , se parece bastante a mi fisicamente, pero nuestras personalidades son totalmente opuestas.

Lo que mas envidio de ella es que tiene una gran familia, su madre, su padre y sus 5 pelirrojos hermanos.

Conseguí llegar a ellos justo a tiempo; Oliver se giró hacia mi y gritó de puro terror .

Todos se quedaron paralizados, Ginny se puso a llorar del miedo que tenía ,de algún modo sabía lo que era, lo que dejó a mis amigos paralizados era de lo que mi padre me había advertido y para lo que estuve entrenando durante toda mi vida.
Me armé de valor y me giré para confirmar lo que ya pensaba: un ser putrefacto se acercaba arrastrando una pierna , no iba excesivamente rápido, pero no perdía el tiempo.

En el momento que lo vi supe que mi vida tal y como la conocía iba a cambiar en cuestión de horas.

Rápidamente y sin dudarlo cogí a mis tres amigos y saqué mi pistola. Desde pequeña estaba preparada para ese momento.

Avisé a mis amigos de lo que pasaba, había gritos, y gente llorando de pánico. Les dije que corrieran, que no había tiempo que perder, ellos no lo entendían del todo , ya que el gobierno lo intentó ocultar durante muchos años, pero estaba claro que se les iba a ir de las manos

Mi padre trabajaba en el gobierno , por eso yo sabía todo lo que pasaba ,él, que ya había sido advertido de que esto podía pasar me enseñó a defenderme y a sobrevivir por si algún día pasaba.

Ese día era hoy.

La gente se quedó sorpendida al ver que una niña de 14 años llevaba un arma oculta en la ropa. Me acerqué a la criatura corriendo y aún con una distancia prudencial le disparé un tiro certero, al entrar en contacto con la bala, que le dio directamente en el corazón, su piel de desgarró y salió un chorro de sangre.

Era repugnante.

Aún seguía "vivo", solo que ahora reptaba con una mano, en dirección a mi, me acerqué unos metros más y de una patada su cabeza salió rodando.

Ahora si, se quedó quieto y no se volvió a mover.

La gente se quedó sorprendida. De repente me di cuenta de que había dejado de tener calor , el pánico se apoderaba de mi

Se oyeron tiros, gritos y rugidos a lo lejos, también oí la sirena de la policía,

Hay más, no podré yo sola con ellos.

Me oculté tras un coche e intenté llamar a mi padre pero el móvil estaba sin batería

Que oportuno.

Asique eché a correr con intención de buscar a mis amigos. A unas manzanas del parque encontré un coche de policía, el agente estaba intentando tranquilizar a Oliver, Lana y Ginny, que estaban llorando a moco tendido .

Supuse que sería mejor no decirles nada, para mi esto no había hecho mas que empezar.

Mi casa estaba bastante lejos del parque, nos había traido la madre de Oliver en su coche, tenía una larga travesía hasta mi casa.

Pensé que ir en autobús sería una buena idea.

Siempre que no hubiera un zombie dentro.

La idea me estremecía , no dejé de correr hasta que no pude más, la ciudad de Phoenix estaba llena de gente corriendo y gritando, era casi imposible pasar rápidamente o sin toparse con algún coche estrellado.

A mi derecha encontré un callejón bastante largo , pero al final podía divisarse un supermercado, allí estaría a salvo unos minutos.

Me armé de valor y entré al callejón lo mas rápido que pude, corrí y corrí , ya estaba llegando al final cuando una de esas criaturas aterrizó directamente sobre mi, me tiró al suelo e intentó morderme en el pie izquierdo, pero fui mas rápida y le arrojé un puñetazo que me permitió verle la cara.

No, no puede ser.

No podía serlo, ese zombie era... Era Melody... Mi amiga de toda la vida , mi vecina de arriba, con la que había compartido tantas cosas desde que eramos unas enanas, convertida en zombie. Melody era rubia, de ojos azules y bastante más baja para su edad. Tenía dos años menos que yo, y estábamos juntas desde que nacimos. La tenían que haber mordido desde hace tiempo, ya que para convertirse en un zombie hecho y derecho debían haber pasado cuatro semanas mínimo desde que la mordieron

No sabía que hacer, matarla o huir.

Elegí la primera opción, no podía dejar que un zombie me persiguiera. Pondría en peligro mi vida, y ella ya estaba condenada.

Empecé a llorar, aun así saqué mi pistola y le disparé en la cabeza."Murió" de un solo tiro.

Seguí corriendo , de las ventanas de un sótano que daban ese callejón inmundo se asomaban manos de zombies, uno intentó salir ,pero se lo impedí cerrando la ventana y pillándole así las manos a unos cuantos de ellos.

Cuando llegué al final del callejón la situación era mucho peor.

Ya había una gran cantidad de zombies en la calle y habían cerrado las puertas del supermercado, era un Frie's.

Mi cara debía ser un poema porque la chica rubia , que guardaba la puerta abrió inmediatamente y me dio una botella de agua y un bocadillo.

Tiró de mí hacia dentro y echó el cierre de seguridad. Caí sobre el suelo, lleno de polvo, y tosí con fuerza. Fue entonces cuando una mano me ayudó a levantarme y al alzar la vista le vi.

-¡Papá!-

Nos abrazamos con fuerza.

-¡Dios Aiden, estás bien!-

La chica, que se llamaba Nohemi, nos guió hasta el centro del supermercado, donde había unas sillas. Dentro, había unas pocas personas más, todas realizando actividades con prisas. Mi padre estaba muy preocupado.

-Siéntate, tenemos que hablar.-

CondenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora