¡DELICIOSAS PERVERSIDADES! - MIX SHIPPEOS

1. CAMILA SENOS CABELLO

Camila era una de esas chicas, que son el mismísimo diablo, tratando de disfrazarse cordero, su cara denota maldad, sensualidad, erotismo, lo que significa que si estas con ella lo tendrás y no te arrepentirás. Reconozco que lo que estoy diciendo es totalmente cierto, sin embargo, eso era solo fama, que ella solamente se había creado para sobrevivir dentro de una vida escolar.

Ella entra en la categoría de mujeres que me gustan, estatura mediana, delgada con cabello castaño, con culo suficiente como para mantener un equilibrio en su cuerpo y poder agarrarlo, pero lo que realmente la hace atractiva son aquellos senos grandes, voluptuosos, que en verdad hacen que en lugar de verla a esos ojos color chocolate fascinantes primero te centres en otros, ella no se reprimía en su necesidad de satisfacer sus deseos, quizás para unas personas era considerada una puta pero la verdad es que era libre y eso fascinaba.

Obviamente dentro de la escuela, había muchos rumores, su reputación no era exactamente la de una santa, ya muchos colegas habían intentado pero decían que solo te calentaba, y bien que lo sabía hacer, para luego dejarte botado, pero pocos gozaban probando sus mieles, sabía que ella era la mejor, sabia moverse como nadie, que no tenía quien la domara, por ello deseaba invitarla a salir, y la mejor escusa que tenía era la próxima fiesta en casa de James para poder corroborar todo lo que se decía.

Por ello a la hora de cambio de clases me acerque a ella para invitarla, ella acepto sin ningún problema, mi plan era recogerla a las 8 pm, pero no para salir rumbo a la fiesta sino para tener nuestra fiesta previa.

El día había llegado, era la hora pactada, toque el timbre, increíble me encontraba ansioso, a los minutos me abrieron la puerta, ahí fue mi perdición, salió una Camila vistiendo una blusa blanca, con un cuello en V con mangas cortas, siendo que no era una blusa súper escotada si dejaba ver el nacimiento de sus senos, así como lo grandes que era.

- ¡Hola, Laurenzo!, pasa por favor, permíteme voy a buscar mi bolsa y enseguida estoy contigo -, me dijo mientras cogía camino en las escaleras dejando aquel culo a la vista, tras unos escalones se había perdido de mi vista, mientras yo me había quedado sentado en el primer sofá de la sala justo el que daba a las escaleras.

Luego de unos minutos, escuche unos pasos, por lo que alce la mirada, rápidamente me levante del sofá para ir acercándome lentamente a su encuentro al pie de la escalera, lo primero que salió de mi boca fue un - ¡wow! -, justo al tenerla a tan solo un par de escalone de mí, al igual que por mi mente comenzó a reproducirse una hermosa película donde los protagonistas eran senos que veía rebotar deliciosamente frente a mí.

- ¡Hey Qué pasa? -, ella cuestiono colocando su cara frente a la mía acompañada de una mirada de extrañeza, logrando con aquel llamado lograr sacarme de mi momento porno mental.

Levante la mirada para conectar con sus ojos, con total normalidad solté - ¡en verdad las tienes grandes! -, concluí sin poder mantener la conexión visual por mucho y devolviéndola a aquella senos aparte de acompañar aquel dicho con una cara que sin duda cualquiera podría jurar que me estaba cayendo la baba, lo cual no sería una mentira.

- ¡¿en verdad?!, Lauren eso es lo mejor que tienes para decirme... -, dijo mientras tenia sus brazos en forma de jarra sobre su cintura, - ¡mirame a los ojos! -, mientras hacía señas con sus manos, - ¡no mames pendejo! -, exclamo a forma de reclamo, pero su tono de voz y cara podría decirse expresaban lo contrario.

- ¡lo siento! -, solté en un tono de pena, - pero en verdad son grandes, ¿puedo verlas? -, dije sin vergüenza, ya que me carcomía unas ansias de saciar aquella curiosidad.

- ¡¿Qué?!, ¡Claro que no!, estas muy estúpida si piensas que lo hare -, dijo

- ¡Por favor!, solo quiero verlas, ¡rápido! -, dije en forma de súplica, en verdad no perdía nada con insistir, chicle y pegaba y lo lograba.