¡DELICIOSAS PERVERSIDADES! - MIX SHIPPEOS

5. MI VECINA

- ¡Oh!, ¡mmm!, ¡dios...! -, gemía Lali una y otra vez mientras introducía sus dedos en su sexo y con la otra se masajeaba y estrujaba esas tetas grandes y redondas mientras su espalda se arqueaba por el placer que sentía.

Pero sin duda Lola se encontraba boquiabierta, pero a la vez excitada ante tal situación mientras observaba por la terraza a su vecina, desde que se había mudado aquella torre de departamentos, había podido observar que las terrazas de ambas torres quedaban justas, sino fuera por el barandal que los separaba podría decir que comparten la misma terraza, eso sin duda seria magnifico, en un par de ocasiones habían coincido y cruzado una breve charla, pero aquella situación daba pie a que desde su ventana se viera tan claramente como un vaso de agua hacia la ventana de su vecina, quien dejaba vislumbrar aquella cama matrimonial sin ningún problema, por ello ambas podían observar lo que hacía cada una sin ninguna barrera, y como desde hace un par de semana hoy día miércoles Lali pudo ver y escuchar a su vecina autocomplaciéndose, sin duda era el mejor porno que había visto.

- ¡mmm! -, gimió Lali sin descaro, - ¡oh, Lola! -, grito Lali fuertemente

Tras aquel gemido-grito, Lola abrió los ojos como plato, estaba en shock, acaba de escuchar su nombre salir de los labios de su sexy vecina, en automático sus piernas se habían apretado juntando sus muslos como si eso fuera suficiente para controlar la electricidad que circulaba por su cuerpo.

Pero aquellos gemidos continuaban, provocando que Lola sintiera como incrementada una necesidad de atención en su entrepierna, luego de unos gemidos más roncos y bajo la atenta mirada de Lola, Lali llegaba a la cúspide, estremeciéndose sobre aquella gran cama con sabanas grises, mientras mantenía sus piernas abiertas dejando a la vista aquel manjar que Lola saboreaba siendo cubierta por su esencia que salía mientras tenía su espalda arqueada y un gemido con su nombre se escapaba mientras acariciaba su clítoris alargando aquel placer.

Tras aquella tensión corporal, su cuerpo comenzó a relajarse quedando extendido sobre aquella cama desnuda, regalando con ello la mejor vista que pudiera dar de su sensual, voluptuoso y bien torneado cuerpo, el cual era recorrido bajo la atenta mirada de la latina, quien ya había sido interceptada por Lola, está ya sabía que desde hace un par de semanas la observaba de manera atenta cada vez que se complacía, y eso la excitaba cada vez más.

Tras unos minutos de disfrutar aquella mirada perdida y lujuriosa de la chica que rondaba por su cabeza desde que la había visto, con su respiración controlada, se reincorporó en su cama sentándose sobre la cama de manera sensual, para fijar su mira en la vecina, cuando sus miradas conectaron Lali dibujo una sonrisa traviesa lanzándole un beso muy provocativo con aquellos dedos que antes le habían dado tan exquisito placer, acompañándolo con un guiño, tras aquella acción Lola había caído en cuenta que había sido detectada, sin demora se levantó de aquella silla que estaba colocada junto al gran ventanal de su habitación para adentrarse en esta para cerrarla rápidamente al igual que aquellas persianas que la cubrían impidiendo la vista al exterior.

- ¡joder!, ¿Qué hice? -, se repetía mientras llevaba sus manos a la cabeza amanera de prisión y daba pasos alterados por aquel espacio, - ¡la puta que me pario me ha descubierto! -, susurro nerviosa mientras su respiración se aceleraba y miraba directamente a la ventana que ahora estaba cubierta.

Mientras que para Lali aquella acción solo ocasiono una gran diversión, se le había dibujado una gran sonrisa de triunfo mientras se encaminaba a la ducha, sabía que tarde o temprano aquella chica callada y quizás tímida, podría estar a su lado, lo único que sabía que heterosexual no era, porque la manera de excitarse cada vez que la observaba se lo confirmaba.

Luego unas largas 24 hr. Lola se encontraba rumbo a su casa tras salir de su trabajo, habían pasado apenas unos 45 minutos cuando ya estaba a unos metros de esta, por lo que disminuyo la velocidad tanto que su vehículo se había detenido justo un edificio antes, aquel que era el de su vecina, su vecina misteriosa, su vecina de terraza, su vecina caliente, desde su lugar giro la cabeza para fijar la mirada en aquella entrada, mil veces habían cruzados pensamientos de como acercarse, ¿Qué era mejor un mensaje o hablarle?, ¿se interesara en mí?, ¿solo queremos amistad?, ¿me estaré haciendo rollos en la cabeza?, quizás esta era su oportunidad de aclararlo después de lo sucedido en la tarde anterior, pero como en otras ocasiones su valor eran sucumbidas ante la ausencia del valor, por lo que volvió su mirada al frente para introducirse en el garaje.