¡DELICIOSAS PERVERSIDADES! - MIX SHIPPEOS

6. DADDY

Era un día normal para la pareja de Rodrigo y Giovanni, los cuales después de almorzar se dirigieron al Corte Ingles para realizar algunas compras.

El pequeño Gio, se encontraba aburrido, toda la semana había estado separado de su daddy debido al trabajo, por lo que había pedido un paseo juntos, algo a lo que Rodrigo no se había podido negar ya que le gustaba complacer a su pequeño y quería evitar uno de los berrinches que sin duda le podría hacer.

Ambos paseaban por el pasillo de aquel centro, pasaban por varias tiendas comprando ropa, zapatos, accesorios, hasta que una dulcería se atravesó por su andar, por lo que sin demora Gio corrió y se adentró en el paraíso de cualquier persona por el dulce, a lo que Rodrigo lo siguió y complació comprando todo tipo de golosinas, luego se dirigieron a un teatro-bar, donde compraron algunos aperitivos, bebidas y dulces, hasta este momento todo había salido como deseaban ambos, una cita, un paseo una diversión en pareja perfecta.

El problema vino justo a la salida del teatro-bar, cuando Gio quería ir por mas aperitivos y bebidas a lo que Rodrigo se negó, no por que fuera algo malo, si no porque dentro del lugar habían consumido lo suficiente para disfrutar como pareja, lo que ocasiono que Gio se molestara reclamando el consumo de un par de bebidas mas recibiendo nuevamente una negativa de Rodrigo, por lo que se estableció una discusión entre ambos, sin duda la gente que salía del lugar los miraba extrañamente por la situación llenos de reclamos a la puerta del lugar de un chico de 22 años le llamaba daddy a uno de 28 años aproximadamente.

Aquella situación había llevado al limite a Rodrigo, enojándolo igual o mas que a Gio, pero una frase solo basto una frase en un momento equivocado para que todo explotara

- ¡daddy lo quiero! -,

- ¡ya dije que no! -,

- ¡lo quiero! -, exclamo Gio como un niño pequeño

- ¡te puede dar algo!, ¡no lo comprare! -, exclamo firmemente Rodrigo

- ¡pero lo quiero ahora! -, exclamo de forma demandante

- ¡no!, y esa es mi respuesta final, ¡no! -,

- ¡eres un daddy malo! -, exclamo Gio fuertemente, esta frase lo que sello la noche,

Hizo que Rodrigo colapsara mentalmente, como era posible que el fuera un daddy malo, si solo se dedicaba a cuidar a su bebe, a darle todo, estar con el en todo lo que fuera posible, pero lo había dicho y sin duda ya no habría nada que hacer, por lo que solo callo, se dio la media vuelta para dirigirse a su automóvil.

Cuando Gio vio que Rodrigo se alejaba, se percato de lo que había salido de su boca, sin decir más lo siguió a una distancia prudente, en silencio subió y se colocó el cinturón de seguridad, observando como el rostro de Rodrigo dejaba ver el dolor que aquellas palabras habían provocado en él, durante el trayecto el silencio fue lo que reino dentro del vehículo, Gio solo podía repasar en su mente las diferentes formas en las que podía pedirle una disculpa a Rodrigo, porque lo quería en verdad y no quería quedarse en la calle.

Luego de un trayecto no mayor a 40 minutos, Rodrigo se encontraba estacionando su vehículo en el garaje de su casa, al salir de este sin decir una palabra ni esperar a Gio, se adentró en casa dirigiéndose a la sala de juegos Gio lo siguió a paso apresurado recibiendo un portazo en la cara, por lo que decidió mejor dirigirse a su habitación, donde se dio un baño y pensó todo lo había pasado, el tiempo corría, y Rodrigo no regresaba, luego de dar varias vueltas sobre la cama fijo su mirada en el reloj percatándose que marcaban las 1:40 am y aun un lado de la cama yacía vacía.

Por lo que Gio tomo el valor y se dirigió a la sala de juegos donde hablaría con Rodrigo, coloco su oído sobre la puerta para escuchar, percatándose que él estaba jugando FIFA, por lo que dio tres toques en la puerta, - ¡adelante! -, se escucho por parte de Rodrigo en respuesta, a lo que Gio sin dudar giro el pomo de la puerta para observarlo sentado frente a la gran pantalla con paso rápido se dirigió al sofá donde se sentó inmediatamente.