TU CORAZÓN ES MÍO: KAST X BORIC

Capítulo 23

POV BORIC:

Salí de mi casa enojado. ¿Qué onda con el José Antonio? Me duele que no confíe en mi. Le he dado un montón de razones para que vea que solamente lo amo a él.

Puta, ahora donde cresta voy? Salí sin billetera y con la pura mochila nomas, puta que soy weon.

—Gabriel?

—Giorgio?—Exclamé.

—Hola como estai?—Exclamó el Giorgio Jackson abrazándome y dándome un beso en la mejilla.

—Piola y tú?—Respondi.

—Bien po, pero te noto medio desanimado Gabriel, te pasó algo?

—Puta la verdad es que me peleé con el José Antonio.

—Y qué onda con ese weon oye? Si siempre nos ha caído como el pico Gabriel.

—Giorgio yo... tengo que contarte algo.

—Dime nomas, si sabes que siempre contarás conmigo. Eso si venia a buscarte para que nos fuéramos a tomar un café a un starbucks, te tinca?

—Ya dale.

Fui con el Giorgio al Starbucks de La Dehesa y nos sentamos en una sillita después de pedir los cafés.

—Ya dime, qué pasó?—Exclamo Giorgio mirándome con una cálida sonrisa.

—Es que... puta es que nadie sabe e igual me da cosa cachai.—Exclamé.

—Ya pero recuerda que soy tu mejor amigo si?—Exclamó Jackson tomándome de la mano.—Sea lo que sea sabes que no te juzgaré.

—Tiene que ver con José Antonio.

—Puta... me lo esperaba. Tranqui Gabriel si ya sabía, era evidente.

—Q-que?—Exclamé sorprendido.

Acaso era muy obvio que José Antonio y yo éramos pololos?

—Si po Gabriel, si se nota que lo queri. Media rara tu amistad con él en todo caso.

—Ah, amistad...

—Em, si?

—Giorgio yo... no es eso.

—Pero entonces que es?—Exclamó Giorgio riendose.—Es tu pololo o que wea jajaja.

—Pues...

—Pues que?—Exclamó Jackson riendose todavía.

—Giorgio yo...

—Pero Gabriel qué onda po.

—Es que si es mi pololo.

—CONCHETUMADRE.—Exclamó el giorgio escupiendo el café de la risa.

—Giorgio enserio.

—Sisi claro.

—Pero de verdad.

—Ajá ya.

—Giorgio te lo juro.

—Q-que?—Exclamó Jackson.

—Es que en estos meses han pasados cosas con él y... nos enamoramos.

Giorgio no me respondía. Se quedó mirando un punto fijo seriamente y ni siquiera me devolvía la mirada.

—Es que él y yo pasamos tantos momentos juntos... terminé enamorándome de él.

—De Kast?—Exclamó Giorgio.

—Pues si...—Respondí.—Crei que nunca pasaría pero, lo amo Giorgio.

—También has pasado hartos momentos conmigo. Por qué no te enamoraste de mi entonces?