Capítulo 35

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POV KAST:

Han pasado tres días desde que se fue Gabriel. Le he escrito mensajes y ni siquiera me ha dejado en visto, de hecho no le llegan y no tiene foto de perfil.

Eso significa que... Gabriel me bloqueó?

Gabriel por la cresta... donde chucha estai y con quien.

Por la chucha que hago... me siento demasiado solo. Gabriel no puedo vivir sin ti, te necesito. Llamaré a Sichel, de seguro él sabe algo.

—Sichel?—Llamé.

—WENA PEEEEERRRO.—Contestó.

—Puedes venir porfa?—Exclamé.—Estoy en la casa de Gabriel.

—PERO OBVIO MI PERRO SI DE ALLÁ SOMOS.—Contestó cortando el teléfono.

A decir verdad me sentía vacío, no tenía ánimos de nada. Todo estaba bien con Gabriel, acabábamos de reconciliarnos por lo de Jackson y de la noche a la mañana solamente cambió... espero que Sichel sepa algo.

Dingdong

Me levanté rápidamente apenas escuché el timbre, necesitaba a Sichel, necesitaba a mi amigo.

—WENA PEEEEEEERRO.—Exclamó.—CACHA PERRO TRAJE UNAS DONAS PA COMPARTIRLAS ENTRE LOS TRES.

—Tres?—Exclamé confundido.

—Sipo perro? El Gabriel, tú y yo. No te hagai el weon si ya se aman de nuevo desde lo del Jackson, capaz han tirado y toda la wea.—Señaló sonriente.

—Gabriel no está acá.—Respondí frío.

—ª?

—Gabriel se fue hace tres días.—Contesté triste.

—Que wea?—Respondió mas confundido que la cresta.

—Por eso te llamé Sichel...—Exclamé con los ojos llorosos.

—Puta perro, ven.—Exclamó dándome un abrazo reconfortante.—Entremos para que me cuentes ya? Que se vaya a la cresta el Gabriel que entre tú y yo nos comemos las donas.

Entramos a la casa y nos sentamos en el sillón.

—Perro qué onda?

—No sé...—Exclamé con los ojos llorosos.— Literalmente cambio de un día para otro, creí que me estaba cagando con el Jackson y lo fui a ver, le pegué y no hicieron nada. Luego se fue sin más.

—Puta perro... si queri llorar hazlo nomas ya? Sabi que yo te apaño en todas.

—No Sichel, me prometí a mi mismo que no volvería a derramar ni una sola lagrima por Gabriel.

—Puta perro, en todo caso, así se habla. Puta el Gabriel... ya la ha cagado demasiadas veces el weon.

—Sí, y ahora solo se fue y ya. Empezó a decir que yo lo agobiaba, que lo presionaba y que lo tenía chato.—Respondí desanimado.

—Puta el Gabriel... no sé nada perro.

—Sichel, seguro no sabes nada?—Exclamé.

—Sí perro, por qué sabría?

—Creí que... quizás preparaba algo, una sorpresa o un regalo y q-quizá te pidió ayuda...—Exclamé con la voz rota.

—Puta perro... ojalá decirte lo contrario pero no, no tenía idea.

—Sichel júramelo porfa.—Exclamé suplicante.

—Te lo juro perro. Pero te aviso de antemano que haré todo lo posible para sacarle la cresta a Gabriel.

En ese momento me quedé en blanco. Lo único que sospechaba se había ido. Esa era mi única esperanza. Gabriel se fue sin más, era real. De un momento desapareció. Cuando creí que todo estaba bien, llegó y se fue.

—Perro... no, nada de perro. Toñito Kast, tú sabi que estoy pa ti en cualquier momento cierto?—Exclamó Sichel con una sonrisa.

—Sí... de verdad lo agradezco Sichel.

—Na que Sichel, perro supremo para ti.

—Ajá ya.—Exclamé riéndome un poco.

—Dilo concheperromadre.

—Que cosa.

—Que soy el perro supremo.

—Ya, eres el perro supremo.

—No weon.—Exclamó Sichel sacando un panqueque de su bolsillo y cacheteandome con él.

—QUE WEA?—Exclamé.

—Pídeme perdón mierda.

—POR QUÉ WEON?

Pídeme perdón mierda.—Exclamó amenazante con el panqueque.

—Perdón Sichel.

—NO WEON.—Exclamó cacheteandome de nuevo con el panqueque.—Dije que soy perro supremo para ti.

—Perdón perro supremo.

—Así me gusta miercale.—Exclamó guardando el panqueque en su bolsillo nuevamente.

Sichel y yo nos reímos juntos. Él era de verdad mi amigo, mi mejor amigo. Pasara lo que pasara él no se iba, siempre estaba ahí. La cagué muchas veces y me lo dijo y, pese a eso, jamás se alejó. Siempre me comprendió, siempre estuvo ahí para mi.

—YA PERRO, COMETE LAS DONAS CULIAO QUE GASTE PLATA POR ESAS WEAS.

—Puta pero son muchas weon.

—Ya si no me vengai con weas de que estai a dieta culiao si este es el siglo 21 con toa la wea del body possitive así que me importa un pico si querí el verano sin polera, comete las weas.

—Puta, ya.—Exclamé riendo y tomando una de las 20 donas.

—Está wea está demasiado buena perro, pa que veai que el Gabriel vale pico para no querer esta wea.

Sichel y yo reímos y conversamos durante horas, de verdad lo apreciaba demasiado.

Luego existió un silencio. Caí en la realidad, Gabriel Boric ya no estaba conmigo, primero se había ido con Jackson, luego regresó y volvió a irse porque según él estaba cansado de mí.

—Perro...

—Sí?—Exclamé melancólico.

—Creíste que era el indicado verdad?

—Sí.—Respondí derramando una lágrima.

TU CORAZÓN ES MÍO: KAST X BORICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora