• Seven •

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Nuevamente ambos se encontraron en la terraza al final de clases, sin acordarlo realmente, ninguna de sus miradas se cruzaron, tampoco voltearon a verse de forma unilateral en todo ese día, pero tanto uno como el otro podían enterder que debían hablar de ello y no solo dejar que el tema pasara, aún más sabiendo internamente cómo le había ido en sus propias situaciones para cualquiera de los dos. 
La campana sonó, y el ceniza fué el primero en levantarse de su asiento y salir de la clase, Midoriya dió un suspiro y miró rápidamente a su clase para seguido levantarse y salir de allí igualmente.

Katsuki ya sabía que el pecoso estaba a sus espaldas, no había que ser un experto para saber quién era el dueño de los pasos a sus espaldas, y el reflejo de los vidrios de edificio le dieron la confirmación de esto. Su mirada rojiza fué hasta parar al cristal viendo su silueta reflejada y detrás de esta estaba la de Izuku, volvió su vista al frente y subir las escaleras. 
Sabía que si lo seguía era por que su menete estaba clara tanto, o quizás, más que la suya.

El más alto abrio la puerta de la terraza y la dejó abierta esperando que el otro pasara y la cerrara a sus espaldas, cosa que fué lo que ocurrío. Caminó hasta donde estaban las bancas en la terraza y se sentó en el suelo apoyando su espalda en esta con la vista al paisaje que estar en la cima del edificio daba, no tardó en ver por el rabillo del ojo cómo la cabellera verde se sentaba a su lado también.
Contaron cada uno lo suyo, ninguno lo interrumpió al otro, tampocó opinó sobre lo sucedido, simplemente cambiaban la mirada del cielo al otro cada que decían algo que les llamaba la atención de la anecdota, pero ahí quedaba. Parecía un especie de tratado, solo confesaban como había terminado sus relaciones el uno con el otro, como si se debieran esa clase de confirmación, como si le debieran algo al contrario; una explicación.

El silencio volvió, ambos se sentían en la carga de admitirse cómo habían acabado sus relaciones, por que ciertamente era así, sin embargo, no lo era completamente.

¿Te sientes de la mierda? – preguntó rompiendo el silencio aún con la vista en el cielo compuesto por próximos tonos rojizos.

¿Quién no lo haría? – preguntó de forma irónica mirando al frente.

Basado en lo que ella te dijo, quiere que seas feliz. – habló con un tono tranquilo, tono que solo le dedicaría a Izuku.

Exactamente. – concordó el peliverde, y los carmines lo miraron atentos. – Por eso me siento aún más mierda. – afirmó con una leve sonrisa.  – Sería más facíl si ella se enojara o algo del estilo. Pero ella esta siendo.... – sus ojos bajaron despacio hasta sus manos en su regazo. – Amable.

Bakugou escuchó como el chico suspiró en silencio.

¿Te arrepientes? – vío como las esmeraldas se seraban y tomaban aire.

Desafortunadamente, no. – admitió levantando sus hombros al final de la oración.

Sus ojos volvieron al paisaje. – Bien.

Sé que no soy quién para pensar esto pero... – aún con la cabeza gacha miro al frente. – Espero que se mejore.

Ella lo hará. – dijo con una leve sonrisa y volteo su rostro al peliverde, quién le devolvió la mirada al ver el gesto. – Seguramente lo hará. 

Katsuki sonrió tan solo un poco más y contagió a Izuku, quién agradecido por el confort sonrió dulcemente.
Y en aquel silencio, ambos correspondieron sus calidas sonrisas, aradeciendo tenerse mutuamente también para estas situaciones. 

Katsuki agradeció elejir la terraza como su lugar.
Izuku agradeció elegir ser él quién lo buscara.

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Chicos, finalmente ocurrió. – dijo con una sonrisa de orgullo Mina sentándose en su lugar.

¿Qué pasó finalmente? – preguntó Kirishima levantando los ojos te su teléfono poniéndole atención a su amiga.

Midoriya y Bakugou. – le guiñó el ojo al teñido captando la atención del resto.

Espera, no, ¿Eso no había quedado claro ya? – argumentó la castaña levantando una ceja confundida por la repentina noticia.

Ashido volteó su rostro a ella con una sonrisa. – Escuché que se estaban besando en la terraza. – habló segura de sus palabras.

¿No eran tan solo amigos y listo? – preguntó Asui.

Pero los amigos no se besan entre ellos. – argumentó esta vez Sero con el dedo indice alzado, mandando al carajo aquella afirmación que Tsuyu le había dado. – Preguntale a Denki sino.

A lo lejos, Kaminari estornudó.

Chicos, tipo, ¿Saben que los podemos escuchar, no? – preguntó casi retóticamenete Midoriya a sus compañeros.

Si Midoriya, ese es el punto. – admitió la pelirosada asintiendo con la cabeza y Ochaco rió por esa actitud.

Dejense de joder y posta diganlo y los dejamos de descansar. – Eijiró abrió los brazos con obviedad mirando a su clase y después al dúo. – Facíl: ¿Son amigos o no?

Ambos jovenes se miraron entre ambos mientras cierta parte de la clase los miraba a ellos. 

¿Bakugou somos solo eso? – cuestionó al ceniza sonriendo de lado.

Oh Midoriya, ¿Realmente lo somos? – dijo de la misma manera.

Dios- ¡SOLO RESPONDE LA PUTA PREGUNTA! – se oyó un golpe a una mesa desde el fondo de la clase, siento este Todoroki con un claro rostro molesto y harto de la mierda de ambos.

Tanto como los involucrados, nadie en esa clase se exceptuó de mirar al bicolor con asombro, miedo, o incredulidad. ¿Quién hubiera dicho que el hijo del heroé número uno sería el más casando de lo que sea que esos dos tuviera?

Mientras el resto se acercaban a Shoto buscando que este se calme a lo que este contestaba en reproches, Katsuki miró a Izuku con los ojos abiertos por lo sucedido e Izuku lo miró con la misma expresión.

No entendían qué era tan difícil de entender.
Somos la nicotina del otro.”






























▭▬ 𑁍 ▭▬ 𑁍 ▭▬  𑁍 ▭▬ 𑁍 ▭▬
• Seventh
                    •Cigarette
 ▭▬ 𑁍 ▭▬ 𑁍 ▭▬  𑁍 ▭▬ 𑁍 ▭▬

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