CAPÍTULO 13 "BUENAS NOTICIAS"

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Estaba nerviosa, no sabía que iba a pasar con Alejandro, si él seguía diciendo ese tipo de cosas tal vez no lo iban a arrestar, me encontraba en la sala de espera de las oficinas de los que llevaban mi caso, había ido con David, para que diera su testimonio, tal vez eso nos ayudaría, jugueteaba con mis dedos sobre mi regazo esperando que él saliera, traté de distraerme pensando en la decoración para lo del evento.

Iba a ver a Darío en mi hora de descanso en la cafetería de la esquina, nos íbamos a poner de acuerdo, no teníamos fecha exacta pues Alex dijo que quería esperar a que se esclarecieran las cosas con respecto a mi denuncia.

—Jimena — llamaron desde la entrada y yo volteé encontrándome con un hombre alto, de cabello rubio y ojos color miel.

— ¿Sí?

—Necesito que pases.

Pasé y me dirigí a la oficina de la oficial Janner.

—Hola — saludé entrando, vi a David sentado en frente del escritorio, ambos me miraron cuando hablé.

—Jimena, toma asiento por favor — dijo la oficial señalando la silla a un lado de David.

—Bien — suspiró — me alegra que cuentes con amigos tan valiosos que te ayuden y te respalden, pero me temo que el testimonio de David es insuficiente para dar la orden, créeme que si estuviera en mis manos ya lo hubiéramos procesado, pero el sistema me pide más pruebas para una orden.

En ese momento me decepcioné, aunque yo sabía que no iba a ser suficiente con eso.

—Entiendo — contesté un poco triste, David me tomó la mano en señal de apoyo.

—Y eso complica el asunto — Dijo la oficial.

— ¿A qué se refiere?

—A que, sin ninguna prueba no podemos proceder, no nos darán la orden de arresto por intento de violación, hemos investigado a Alejandro y de alguna manera tiene el expediente limpio.

«Pues es rico, claro que tiene el expediente limpio»

—A pesar de todo en lo que se le puede vincular ha demostrado que no tiene nada que ver con lo de su hermano. 

«¿Alonso?»

—Entonces... — dejé la palabra en el aire, esperando que ella respondiera.

—Dudo que podamos avanzar en tu caso.

Me sentí muy mal, había hecho todo eso para nada, no había forma de que eso procediera, así que se quedaría así, incompleto

— ¿No hay alguna forma de que eso no pase? — preguntó David.

—No sin una prueba más creíble, yo sí les creo, pero no me darán la orden sin algo más completo que dos testimonios.

— ¿Qué tipo de pruebas? — preguntó David.

—Algún vídeo o audio que confirme lo sucedido.

«Vídeo.

Audio.

El hotel tiene cámaras de seguridad»

—Creo que sí existen esas pruebas — intervine.

— ¿En serio? — preguntó la oficial, con un toque de esperanza.

—Sí, el hotel tiene cámaras de seguridad, tal vez nos puedan ayudar las grabaciones de ese día,

—Ya lo intentamos, pero el hotel dice que las cámaras no sirven.

— ¿No sirven? — pregunté arrugando el entrecejo.

—La policía de Washington nos está apoyando, como sabes está un poco lejos ir y venir, pero cuando fueron a preguntar les dijeron que las cámaras no servían desde hace unos meses. Sin una orden no podíamos hacer mucho.

La noche que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora