Capítulo 8

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El plan.

Antes de su partida sin que se diera cuenta, dentro de la maleta deje una hoja, donde le escribía palabras de ánimo, de cariño, de esperanza, con el único deseo de que esas no fueran mis últimas palabras hacia él.

Los días pasaron rápido, sabía que la primera prueba había finalizado, la duración de las pruebas eran de un mes más o menos. Cuando estas terminaban se le permitía al concursante enviar una carta su familia para saber que todo había salido bien aunque también estaba la posibilidad que llegara una carta funeraria. Estas cartas informaban que el joven no había pasado la prueba y por tanto había muerto en el intento.

A nosotros no nos llegó nada, ni un mensaje, tampoco ningún cartero trajo ninguna carta funeraria, era un alivio, pero no sabía porque todavía no nos escribía.

En los meses siguientes la vida continuaba igual, me despertaba, ayudaba a mi padre con los animales, luego iba al bosque día tras día, en una monotonía que asustaba.

Al llegar a casa en cada rincón lo veía, haciendo bromas, cantando, bailando era la persona más alegre que conocía. Sentía un dolor que no podía explicar, su ausencia me estaba ahogando. Al contrario que mi padre parecía más relajado desde su marcha, más calmado.

Pasados dos meses no lo aguante más, necesitaba saber que estaba bien. Tenía más miedo por saber lo que le había ocurrido que lo que me podía pasar si llevaba a cabo la locura que estuve pensando estos meses.

Planee todo, le dejaría una nota a mi padre encima de la mesa, todavía no sabía lo que le iba a escribir en esa carta, pero solo esperaba que me perdonara algún día. Me iría por la noche cuando en la calle no hubiera nadie, el bosque sería el camino más fácil para huir, a nadie le gustaba adentrarse mucho en él. Los ancianos se habían encargado de extender el miedo entre todos, contando leyendas absurdas de monstruos, criaturas que de solo poner un pie en su territorio te trituraría con sus dientes largos y afilados.

Los días anteriores a mi marcha, actúe con normalidad, toda la que era posible.

Levantarme, ayudar a mi padre con la faena en la casa y la granja. Ir al mercado a por comida, ropa, calzado. De vez en cuando iba al bosque a buscar algo de refugio siempre me acompañaba Thor mi pequeño cabritillo ya había crecido bastante. Era un regalo que me había dejado mi hermano. 

Cuando volvía por las noches hacia la cena y me iba al catre pero antes a escondidas leía el libro que me había dejado mi madre me daba fuerzas para seguir adelante con mi plan. También hacia que ese vacío que había en mi interior desde que se fue Elías pareciera más pequeño.

Todavía recuerdo cuando mi hermano me descubrió con el libro "Pequeños duendes ".  Era un libro prohibido en mi territorio, no entiendo porque lo tenia mi madre. Una vez me contó que había pasado de generación en generación en su familia.  Al principio Elías estuvo molesto conmigo pero con el tiempo lo convencí para que me leyera fragmentos del libro y así en secreto todas las noches antes de dormir me leía un trocito de este asombroso libro. 

"Cuentan las viejas lenguas hace algunos siglos en estos lares habitaban pequeños duendes, estos ayudaban a las personas que realmente necesitaban su apoyo. Solo tenías que ir al bosque y querer que te encontraran para descubrirlos". 

Ese fragmento me lo sabía de memoria era una de mis partes favoritas del libro. Cuando paso algún tiempo quería aprender a leer no quería seguir necesitando la ayuda de Elías para leerlo, Mi hermano me enseño a leer, aprendí rápido y en poco tiempo ya podía hacerlo por mi misma. 

Muchas veces hablamos porque mama me lo había dejado y al final caíamos en la conclusión de que era un libro fantasioso y mi madre me lo dejó porque le tenía mucho cariño. En él contaba como eran esos duendes misteriosos, donde vivían, hablaba de grandes poderes sin duda cuentos para niños pero nos mantenía entretenidos cada noche. 

 ¿ Quien iba a pensar que las palabras que decían en este libro era más ciertas que fantasiosas? Eso fue algo que descubrí en el largo camino que recorrí para volver a encontrarme con Elías.





Tierra inhóspitaWhere stories live. Discover now