En el campamento de los patrulleros del bosque.
Con tristeza en su semblante, Seip terminó de contarle a Leiza cómo el gran grupo rebelde se fue disolviendo tras la traición de Fyrod.
-No pudimos superar la muerte de nuestro líder, la falta de cohesión al interior terminó debilitándonos demasiado. Se formaron pequeños subgrupos, algunos de los cuales se precipitaron organizando una ofensiva inmediata hacia el reino, siendo vapuleados con facilidad. Muchos otros que se mantuvieron en pie de lucha, comenzaron a ser perseguidos sin tregua por la guardia real. Una cacería que no finalizó hasta que el rey se sintió satisfecho y declaró muerta la rebelión. Algunos sobrevivimos porque renunciamos a la causa; consideramos más importante entregar nuestra existencia a metas asequibles, en vez de morir participando en una guerra tan desigual y fútil. Sin Rioya, la alianza con los hombres de piedra finalizó, ellos regresaron al bosque para proteger el orden y la armonía en éste. Yo construí este campamento después de que quise hacer algo de valor y, junto a mi compañero Dartio, formé el proyecto que siempre deseé crear para demostrarme que podía ser algo más que una simple persona afortunada por haber bebido una pócima.
-¿Tú tomaste una poción como la de Mity y Luespo?
-Sí, sólo que la mía contenía el poder de los brazos incandescentes, y no la capacidad de volverse gigante.
-¿Sabías de antemano el poder que obtendrías al tomar la poción?
-Así es. Pude escoger la que más me agradó dentro de varias opciones, algo que tiempo atrás jamás imaginé que sería un escenario posible. Las pociones son artículos muy costosos y mi familia no tenía muchos recursos. Gracias a que mi papá fue el soldado responsable de haber protegido a un miembro de la realeza en un intento de atentado, le fue ofrecida una poción como recompensa, la cual prefirió brindar a su hijo adolescente para que pudiera convertirse en un guerrero mucho mejor de lo que él jamás pudo ser. Consumí el líquido de la botella que me permitió hacer brotar los brazos incandescentes de mi espalda. Con ello pasé de ser un mediocre combatiente a convertirme en el más temido de todo mi grupo de entrenamiento. Rápidamente el nivel de respeto y oportunidades que se me brindaron fue distinto. Esa poción cambió mi vida, pero también me hizo sentirme culpable de ello.
-¿Estás loco? ¿Qué culpa pudiste haber tenido en eso?
-Buena pregunta, niña. Yo nunca fui el alumno más destacado de la academia. Había compañeros de generación con notables habilidades innatas, quienes dedicaban su existencia entera a entrenar. Eran muy superiores a mí, pero la poción me hizo dar un salto en la fila y rebasarlos. No por mi esfuerzo ni por mi talento, sino porque tuve la suerte de tomarla. Fui el único que pudo abandonar el grupo, todas aquellas personas que conocí en ese momento terminaron estancadas en los niveles más bajos de la milicia, ya que siempre aparecían nuevos reclutas con Goan en su interior que llegaban para superarlos con rapidez. Me di cuenta que permanecer estancado habría sido mi destino de no haber tenido ese golpe de suerte. No obstante, pronto me sorprendí cuando fui ascendiendo de categoría en la milicia y noté que haber tomado una poción era poca cosa para algunos. Los que no recibimos una transferencia directa de Goan éramos vistos como peleadores inferiores, nunca comparables con ellos. Sentí que no pertenecía a ninguno de los dos mundos. Superé al grupo de alumnos con el que me crie desde pequeño, gracias al poder de una poción, pero no pude igualar a un grupo distinto de personas que tuvieron acceso a algo incluso mejor. La llave de entrada al poder económico, social o físico, estaba siempre ligada al Goan.
-¿A qué te refieres con una transferencia directa de Goan? –Preguntó intrigada Leiza.
-En un inicio, los herederos originales del Goan, Adorisse y Bopo, lo transferían poniendo su mano sobre el cuerpo de la persona. Esto permitía que el poder llegara en un estado más abundante, aunque con una dificultad mayor para su control. Cuando Bopo pasó al modelo de transmisión por pociones, la cantidad contenida fue disminuida. El Goan es un recurso capaz de ser moldeado en tres niveles: destrucción, regeneración y creación. El potencial en éste va creciendo a medida en que se avanza de nivel. En esencia no es muy distinto al elemento más importante en este planeta: el agua. Lo más sencillo que puedes hacer con ambos recursos es destruir; el nivel de destrucción no requiere mucha destreza, sólo un amplio volumen del elemento. Una marea puede arrasar con todo lo que encuentre a su paso, pero eso no es ni de cerca lo mejor que el agua es capaz de ofrecer. El segundo nivel es el de regeneración, en donde ambos recursos, tanto el Goan como el agua, consiguen preservar la vida. Este nivel no requiere tanto volumen del elemento, pero sí un mejor conocimiento del cómo y dónde emplearlo. Por último, la máxima expresión se encuentra en su capacidad para crear; ése es el tercer nivel del Goan. Sólo el agua tiene la virtud de crear vida, y quien domina por completo el Goan es capaz de generar cosas con un mínimo desgaste de su poder. Los mayores exponentes pueden crear variaciones en su tamaño, producir fuego, viento, hielo o tierra a placer, y si lo desean, hacer que broten cuatro brazos incandescentes de su espalda. Pero no te dejes engañar, el hecho de que yo pueda hacer lo último no quiere decir que domine el tercer nivel. Significa que Bopo, el heredero original, terminó descubriendo que la única manera de conseguir transferir una menor cantidad de Goan en una poción, era aislando en ella una habilidad específica de la fase de creación. Por eso quienes bebemos esa sustancia agotamos nuestro Goan a un ritmo más lento, aunque el lado negativo sea que no podamos utilizar técnicas que no estén relacionadas con nuestra habilidad, pues nuestras reservas de Goan son muy escasas. Liberar poder en un nivel destructivo o regenerativo acabaría muy pronto con ellas.
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Goan. El Poder Transferido. Vol 1.
FantasyGoan es una historia episódica de aventura y fantasía que relata los sucesos ocurridos en un mundo en el que la raza humana ha recibido un poder sin precedentes, dando lugar a grandes enfrentamientos entre los poseedores del Goan.