Capítulo 4: "El Perdón"

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Keith al oír la indicación de la monja tomo la decisión de seguirla en donde supuestamente arreglarían sus diferencias, el peliazul estaba asustado, no sabía cuáles eran sus intenciones contra suya, ni siquiera sabía si eran buenas o malas, estar pensando en eso lo sumergía en un mar de miedo que no podía controlar; la monja se detiene en frente de una puerta de madera para después buscar la llave de la misma, al encontrar la llave y abrirla se encontró con hermoso jardín lleno de hermosas plantas únicas las cuales Keith se había maravillado provocando que su miedo se desaparezca; junto una fuente de agua en medio del lugar, mientras más exploraba el peliazul se encontró con unas escaleras de concreto en forma de caracol las cuales condicionan a una mesa redonda con dos sillas de madera.

N. Keith.

Saben, a veces no suelo contar mi vida personal agente que no conozco pero pocos llegan a interesarse; tal vez sea que les caiga bien, la verdad no tengo idea; lo largo de mi vida he ganado más enemigos que amigos uno de estos ejemplos más claros es esa chica, la chica con quien tuve una batalla de rap hace unos días, los días en las que empezé a sentirme mal por las cosas no buenas que le dije cuando cantábamos los dos. Ese mismo día cuando salia de su iglesia sentí un nudo en mi corazón, ese nudo me hizo sentir arrepentimiento instantáneo, como si lo que dije se lo decía a mi novia en una discusión de pareja.
Ahora que estoy aquí estoy dispuesto arreglar las cosas con ella.

Sarvente: Siéntate porfavor. *Señala uno de los asientos*

Keith: Gracias.*Me siento*

N. Sarvete

Honestamente no sé cómo iniciar, si estar enojada o confusa; como sea, comenzaré ser neutral con esto.
Naturalmente en esta clase de situaciones siempre corro a quienes se burlaron de la casa de Dios, pero en esta ocasión siento que en verdad se siente arrepentido, de alguna forma siento que está siendo honesto conmigo... No! No quiero creer eso, mejor seré firme y poner una cara media-sería, no quiero confirmar nada por ahora, estaré atenta a todo lo que haga y diga.

Sarvente: Te ofresco algo de tomar?

Keith: N-no gracias. *Contestó con nerviosismo*

Sarvente: Oye, te encuentras bien? Te noto un poco... raro. *Exclamó con sospecho*

Keith: Estoy bien, es solo que me impresiona el lugar en donde vives; es muy un bonito.

Sarvente: Uhhh??... Gracias... Supongo... De verdad no quieres algo de tomar?. *Insistí*

N.

Keith al escuchar la insistencia de la monja la cual también se reflejaba en su cara no sabía que respuesta darle ya que su mente tenía miedo de una monja demoníaca lo matará con algún veneno en la bebida que está le daría o en casos peores con sus poderes demoníacos, mientras que por otra parte la monja seguía mirando al peliazul con una mirada fría, profunda e intimidante, claramente esto lo ocultaba una pequeña sonrisa en sus labios y con una amabilidad falsa que te hacía sentir confianza y desconfianza a la vez.

Keith con el valentia del mundo, con una gran confianza y determinación tomo la decisión de tomar la pequeña oferta la helado napolitano disfrazada de monja.

Keith: Bueno ya que insistes, por qué no?
Un vaso con agua, por favor.
(En Su Mente: Espero que está monja no trate de matarme como la última vez cuando rapeamos)

Sarvente: Seguro? No quieres otra cosa como... una soda, un jugo o alguna bebida alcohólica.

Keith: No gracias, es mejor estar prevenido que morir asesinado por una loca.

Sarvente: ¡¿QUE DIJISTE PEDAZO DE M!3RDA?! *Exclamó con una gran irá que se notaba en sus ojos en las cuales desprendían un color rojo intenso*

Keith: Ay!! Pero que imbécil soy; lo dije o lo pensé?!... *Inmediatamente agacha su cabeza de bajo de la mesa*

Juntos Iniciemos De Nuevo [2.0] (BF X Sarvente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora