Víctima N° 27 || Nanami x Gojo - NanaGo

ESPECIAL DE NAVIDAD

Esto sólo es un especial, espero les guste.

Después de unos cuántos años de todo ese embrollo

El frío inundaba la habitación, los pequeños y finos copos de nieve llenaban por completo la empañada ventana.
De pronto un cansado rubio acurrucado entre las sábanas comenzaba a abrir de a poco sus ojos despertando por completo de su amado sueño.
Sacó una de sus manos entre las sábanas y talló con cuidado sus ojos mientras se comenzaba a parar de aquella cama sentándose en ella. Ya a punto de pararse sintió como dos manos tibias le apresaban su cintura en forma de retención.

Mhm... Nanami, quédate conmigo un momento más, no quiero estar solito~
Suplicaba un albino entre bostezos mientras sus ojos permanecían cerrados.

"Parece un pequeño topo nariz de estrella.." Satoru.. Tienes que ir a trabajar, por ello mismo me estaba parando para hacerte el desayuno.
Contestaba Kento mientras se soltaba del agarre del más jóven.

Es injusto, tú sí tienes un día libre pero desde que me gradué y empecé a trabajar ni un día de reposo me dan, vivir como una buena persona lejos de la matanza es difícil.
Prométeme que cuando vuelva celebraremos este día, ¿Sí?
Al terminar dejó a lucir un adorable puchero haciendo que el frío corazón de Kento palpita se de golpe.

Está bien, Gojo.
Este último nombrado sólo sonrió de oreja a oreja por lo dicho del mayor.
Nanami quien acarició la cabeza de este en forma de despedida se fue del cuarto dejando que Satoru comience a arreglarse para trabajar, él iría a cocinar.

Ya unos cuántos minutos después ya ambos desayunados se encontraban en el marco de la puerta de salida mientras se despedían el uno al otro.

Bien.. Iré a la oficina, mi pequeña flor de cerezo.
Decía Gojo mientras tomaba fuertemente de la mano al rubio dando caricias con sus pulgares.

Sí, acá te esperaré.
Nanami quien le indicó con un dedo que se acerque este lo hizo llevándose la sorpresa de un rubio besándole rápidamente en los labios.
Sin poder responder kento se alejó dejando a un chico de cabellos blancos sin habla.
A trabajar.
Dicho así le cerró la puerta en la cara haciendo que un triste Satoru se marchara al trabajo.

Varias horas después un rubio de aspecto cansado se encontraba algo molesto en la cocina mientras veía fijamente lo que de suponía estaba cocinando se en el horno.
De repente el timbre de este sonó, indicando que la comida estaba lista. Nanami que sólo se puso sus guantes de pan abrió con cuidado y sacó lo que estaba dentro.
Al sacarlo y examinarle cayó en cuenta que el pastel que tanto le costó investigar y preparar estaba totalmente quemado.

Primera vez que hago esto y soy un asco.. No sé qué más podría regalarle a la persona que lo tiene ya todo gracias a su trabajo. ¿Qué mierda haré?
De repente su mirada se posó en el teléfono que estaba sobre el sillón.
Lo tengo.
Tomó con rapidez el móvil examinando en sus contactos hasta que por fin dió con sus propósito.
Me voy a arrepentir un culo por esto.
Marcó al número esperando que atendieran pero se sorprendió a lo rápido que tomó la llamada.

¡NANAMI!, ¿Qué trae a tu persona llamando a este vil pecador?
No me digas.. ¿¡Me vas a desear felíz navidad!?
Hablaba sin parar un peli rosa al otro lado de la línea.