ᴇʟ ʙᴀʀᴍᴀɴ ʏ ᴇʟ ᴄᴀɴᴛᴀɴᴛᴇ (ʸⁱᶻʰᵃⁿ) HIATUS

Agua que no puedo beber

Mi corazones es insaciable. voy caminando en este basto desierto donde el agua no sacia mi sed y mi sombra se marchita, donde  las nubes me niegan la lluvia, tengo sed, pero no hay bebida que me satisfaga.  

La madrugada usualmente helada brindaba un cierto toque de calidez. en una habitación de hotel se podía sentir el nerviosismo a flor de piel. torpemente ambas figuras se posaban en esquinas contrarias de la cama, habían llegado hasta este punto, pero. ahora ninguno de los dos daba un paso al frente. 

Zhan había estado con mujeres con anterioridad, nunca había convivido con un hombre en esta índole sin pasar de sólo besos y caricias. ¡El podría tener 30 años! pero se sentía igual de perdido que un puberto de 15. Yibo no era la excepción a la regla, nunca había estado con ninguno, tampoco le gustaba ver videos eróticos como al resto de sus compañeros, le parecían exagerados, muy alejados de la realidad. ¡Tenía razón!

"¿Es extraño desear a una persona a quien no conoces?" Xiao Zhan se sentía a sólo unos pasos de poder beber agua, pero el sol que estuvo día y noche golpeando su cabeza lo hacía dudar de si se trataba o no de una ilusión. "¿será que si esta vez estiro mi mano tocaré agua y no arena?" 

Yibo lo observaba desde aquella esquina, lentamente estiro su brazo. su mano temblaba como si tuviera frío, pero sólo eran los nervios de toda una vida. la punta de sus dedos alcanzó el hombro de Xiao Zhan como si lo llamara. Zhan giró su cabeza, sorpresivamente unos labios lo atacaron torpemente. ese encuentro inesperado poco a poco se fue tornando apasionado. aquellos dientes que en un principio chocaban ahora conocían su distancia. sus labios se rozaban así como la lluvia caía en la tierra seca, haciendo que esta se humedezca y recobre la vida de la que un día carecía. pronto, ambos tomaron el ritmo, sus respiraciones se hicieron una sola, sus lenguas ya no eran ajenas a la boca del otro. la habitación oscura sólo agudizó el sentido del tacto, ambos habían llegado al punto de poder moldear en arcilla la silueta del otro.

los roces que habían sido sobre las prendas de ropa que llevaban poco a poco se hacían más íntimos. la ropa de la que se despojaban caía al suelo como si se tratara de gotas de lluvia. el toque de sus labios descendía  recorriendo diligentemente aquella  figura. Yibo miró la entrepierna de Zhan, ambos se encontraban igual, a punto de explotar. su contra parte lo miraba apenado y antes de que pudiera soltar palabra la boca de Yibo lo aprisionó, los movimientos que sucedían dentro de su boca lograron hacer temblar todo el ser de Xiao. —Yibo— se escapó de los labios de Zhan con temblor. aquel a quien llamó estaba asombrado, pero se sentía conmovido, escuchar su nombre por la voz que más ama debería ser catalogado una de las 7 maravillas del mundo. —Zhan-Ge—musitó Yibo en el estasis. —Voy a entrar— los brazos de Zhan rodearon a Yibo por el cuello, el menor abrió las piernas de su Gege para así introducir un dedo, ese punto en especial estaba palpitante, la humedad de este era una clara invitación para entrar, pero Yibo decidió observar aquel punto rosado un poco más. mientras sus dedos entraban y salían de aquella zona intima los dos se unieron en besos y jadeos.

el menor recostó a Zhan sobre aquellas sabanas, con las manos separó aquellas piernas elevándolas, el mayor, apenado por la acción a punto de realizar las sujeto para facilitarle las cosas a Yibo. aquella punta rosácea goteaba un liquido semitransparente, ya en el lugar, la punta de Yibo hizo círculos sin entrar todavía, se movía de arriba a bajo, como si tratara de provocar más aquel deseo y sin esperar mucho. ¡Entro! Zhan dejo escapar un leve grito, si bien, esperaba que doliera, pero. ¿ a tal punto? —¿Duele?— preguntó Yibo preocupado. —Sólo continua.— le respondió el mayor. 

en el vaivén aquella zona sólo apretaba más el miembro de Yibo. parecía que sólo el menor disfrutaba el caos en aquel sitio, pero, luego de un rato parecía que Wang ya conocía su interior. el dolor desapareció dejando un cosquilleo ardiente. aquel calor comenzó a recorrer su cuerpo como un incendio. Zhan trató de contener el placer que su voz quería expresar, pero no pudo. sus gemidos, los gemidos de Yibo se unieron al unísono. ambos habían terminado, la zona intima de Zhan estaba llena de los fluidos de Wang Yibo.