XVII. Hornos y ansiedad.

9 3 2
                                    

Cuando los tórtolos llegaron al departamento 512 no pudieron mantener las manos quietas.

Louis se abalanzó contra Harry dejándolo entre él y el refrigerador. El más alto está creando teorías sobre los hermanos Tomlinson y empotrarlo contra un refrigerador.

—Lo-ouis, ¿estas seguro?

— Harry Styles, elije, me destrozas el culo ahora o me destrozo fumando mariguana luego de sacarte de mi casa.

— No me engañas Tommo, se que te harás cagar fumando después.

— Pero feliz. — dijo tratando de convencer aún más a Harry, este lo miro a los ojos unos segundos y sonrio levemente mientras asentía. — ¡Un punto para Tomlinson!

Harry lo aparto un poco alejándose de Louis dejándolo algo atontado por su actuar, se gira un poco hacia atrás y lo toma de la corbata media suelta que traía, así lo condujo hasta su habitación, Louis lo seguía de forma obediente idiotizado por la manera de actuar de Harry.

—Acuéstate, ahora. — hablo con una voz ronca Harry, Louis trago pesadamente y obedeció.

— Harrito, por favor, no me tortures así. — dijo mientras veía como Harry de a poco deshacía el nudo de su corbata, tenía una elegancia al actuar ese hombre que lo estaba volviendo loco.

Deja caer la corbata a un lado, luego empezó a desabrochar de a poco los botones uno a uno de la camisa, Louis respiraba de forma agitada, levanta su mirada a las largas pestañas de Harry, analiza sus hermosos ojos verdes y suavemente baja su mirada a los labios de su querido Styles.

Harry se levantó de la cama y le indicio con la mano a Louis un espacio de la cama, este obedeció completamente sumiso a sus indicaciones, se arrastro como pudo hasta la cabecera de la cama, apoya su cabeza en la almohada, luego toma otra de forma torpe y la acomoda detrás de su cabeza para quedar entre acostado y sentado.

Harry se saco sus zapatos junto a sus calcetines, desabrocha su camisa con gran agilidad, luego se la saca de a poco dejando ver su cuerpo lleno de tatuajes.

Luego se desabrocha los pantalones, se los bajo y pudo sentir como la mirada de Louis lo estudiaba con gran detalles, Harry soltó una risa divertida al notar lo obvio que es su novio.

— Parece que a alguien le gustan muchos mis muslos... — hablo Harry mientras se acerca a la cama, se sube a esta, pone cada uno de sus pies a cada costado de Louis a la altura de sus caderas.

— Es que estos muslitos vuelven loco a cualquiera, po mi rey. — dijo Louis justo antes de perder el último de sus alientos cuando vio bajar a Harry cayendo de rodillas, fue tan ágil que cuando llegó a tocar su entrepierna no fue ni doloroso, todo lo contrario.

Harry esas habilidades que tiene solo volvían aun más loco a Louis, en eso el de pelo largo agacha la mirada para empezar a besar el cuello de sus pareja, Louis lo toma por el cabello enredando sus dedos en estos y disfrutando cada delicado beso.

En eso Louis cierra los ojos de manera pesada, casi queriendo huir de un mal recudrdo, sin pensarlo dos veces da una fuerte patada escuchando un fuerte grito de respuesta.

— ¡CONCHE TU ZORRA LOUIS! — chilló la voz mientras se retorcía a un lado de la cama tomándose su entrepierna entre sus manos.

— ¡Perdón! Es que recordé algo... — susurro agitado a casi punto de llorar.

— ¿Los recuerdos de Vietnam? — dijo entre sollozos. — Porque si no es por una guerra me ofenderia el daño gratuito a mía soldados... — dijo tan rápido como pudo, el aire aún no le llegaba bien.

¿Me puede ayudar, vecino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora