Harry enojado y los siete

Capítulo 43

Durante la última semana antes de que las Mandrake estuvieran listas para cosechar el próximo sábado, con el Draft de Mandrake listo al día siguiente, Harry se estaba sintiendo bastante ansioso por que despertaran a su prometida.

En el almuerzo del sábado, Susan y Hannah llegaron corriendo al Gran Comedor para encontrar a Harry y Neville sentados uno frente al otro en la mesa de Ravenclaw discutiendo en silencio entre ellos lo que le dirían a 'sus' tres chicas cuando se despertaran al día siguiente.

Ambas chicas se sentaron rápidamente junto a los chicos, Susan junto a Harry y Hannah junto a Neville. Susan dijo emocionada: "Harry, tienes que venir y hablar con Myrtle".

"¿Por qué?" preguntó.

"Porque, de todos los lugares que buscamos por allí, nunca registramos el baño de las niñas", dijo.

"Bueno, Neville y yo no entraríamos allí, incluso si estuviera fuera de servicio. Es un baño de chicas ", dijo Harry. "Espera, ¿crees que la entrada está ahí ?"

"Sí", dijo ella. "Se me ocurrió que la Sra. Norris no fue la primera en ser atacada, y fue atacada fuera del baño de chicas, fue Myrtle , incluso si fue hace cincuenta años.

"Entonces, entré allí para hablar con ella. Me tomó un tiempo, ¡pero ella me dijo que lo último que vio antes de morir fueron dos grandes ojos amarillos rodeados de piel verde!"

Harry y Neville se miraron, recogieron sus cosas y salieron al trote con las chicas siguiéndolos.

Se dirigieron directamente al baño antes de que Neville dijera: "¡Espera! ¡Necesito ir a buscar mi bloque! Por si acaso, importa".

Entonces, se desviaron hacia la torre de Gryffindor.

Cuando regresaban, un Ron Weasley muy preocupado vino corriendo hacia el otro lado. Cuando los vio, preguntó: "¡Neville! No has visto a Ginny, ¿verdad?"

"Errr - No. ¿Por qué?" preguntó Neville de vuelta.

"¡Ella ha desaparecido!" Gritó Weasley. "Ella trató de decirnos a Seamus ya mí algo que ella afirmó que era importante antes. Y el Perdido Perdido Percy la echó. ¡No la he visto desde entonces!"

"¿Y ella no está en el Gran Comedor?" preguntó Harry.

"No, nadie la ha visto. Sus compañeros de dormitorio dicen que ha estado actuando de manera extraña durante años ; y - y no me he dado cuenta", de repente pasó de estar muy preocupado a asustado. "¡Qu ... y si el monstruo la tiene!"

"Calma abajo , Ron," regañó Neville. "¡No le serás de ninguna ayuda, ni siquiera tendrás ni la mitad de posibilidades de encontrarla, si te asustas del pánico!"

"Si la vemos, la enviaremos a la sala común de Gryffindor, ¿de acuerdo?" dijo Hannah.

El chico pelirrojo asintió y dijo: "Sí, gracias". Y trotó, continuando su camino.

Todavía usando sus espejos, se dirigieron hacia el pasillo del segundo piso. Entre una esquina y la siguiente, Harry se detuvo y, con una mirada de comprensión en su rostro, dijo: "Es el joven Weasley".