Capítulo 76

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Después de hacerle una visita rápida a Dewey y ponerlo al tanto de lo que estaba sucediendo, fue él quien recomendó a Harry que atacara mientras el hierro estaba caliente y tomara los Señoríos de las dos Casas fundadoras en la próxima sesión disponible de Wizengamot.

"Si se mueve de inmediato", aconsejó, "no le dará tiempo a nadie para montar una defensa en contra de que usted adquiera esos asientos".

"¿Puedo hacer eso mientras Gran actúa como mi representante?" preguntó Harry.

"Ciertamente", respondió Dewey. "El Wizengamot ve cada asiento de la Cámara como una entidad separada. Usted toma cada asiento y, si lo desea, puede tener un apoderado para cada uno. También puede hacer que una o más personas tengan múltiples apoderados".

"Hmm," musitó Harry. "¿Entonces puedo agregar Gryffindor a Sirius, Slytherin a Cygnus y activar Gaunt House de manera diferente una vez que alcance el estatus de Noble?"

"Sí, precisamente", dijo Dewey. "Pero, primero, tienes que tomar esos asientos por derecho propio. Lo que significa que tienes que asistir a la próxima sesión de Wizengamot en persona".

Harry suspiró y dijo: "Al menos estaremos de vacaciones de verano para entonces. Y, afortunadamente, será antes de nuestra boda en agosto". Harry se incorporó de repente y le dijo a Dewey: "Oh, y mantén libre el sábado 7 de agosto en tu calendario. Daphne y yo nos casaremos ese día y, como ambos tenemos menos de diecisiete años, sería mejor si mi El águila legal favorita está ahí".

"¿Águila legal favorita?" preguntó Dewey con una sonrisa. "Pensé que era el único."

"Lo eres", respondió un descarado Harry. "Es por eso que también eres mi favorito".

Dewey solo se rio entre dientes.

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Con el negocio finalmente concluido, Cygnus acompañó a los dos adolescentes de regreso al Vestíbulo de Entrada de Hogwarts. Un rápido 'nos vemos en poco más de una semana' y se fue, dejando que los dos buscaran a sus amigos.

Harry lanzó un tempus rápido y vio que el almuerzo no estaba tan lejos. Pensando un poco, dijo: "Creo que primero deberíamos ir a ver al director Flitwick y decirle lo que está pasando".

Daphne asintió y suspiró, "Sí, tienes razón. Deberíamos".

Juntos, se dirigieron a la oficina del Director.

Acercándose a la gárgola que custodiaba la entrada a las escaleras, Harry le dijo: "Oye, abre".

La gárgola saltó ágilmente hacia un lado.

Los dos adolescentes se miraron antes de que Harry se encogiera de hombros y Daphne sonriera. Juntos, subieron las escaleras.

Un rápido golpe en la puerta y una llamada respuesta de "¡Adelante!" con la voz melodiosa del profesor, Harry y Daphne entraron en la oficina del director. El director Flitwick estaba sentado en su escritorio.

"¡Vaya!" exclamó, casi cayendo de su silla. Rápidamente se levantó y dio la vuelta a su escritorio. "Señor Potter, señorita Greengrass, ¡qué sorpresa tan agradable!"

"Hola, profesora", sonrió Harry mientras Daphne hacía lo mismo. "Tenemos noticias importantes. ¿Tienes tiempo para escucharnos?"

"Oh, sí", respondió felizmente. Un conjuro rápido y tenía un gran sofá de dos plazas frente a su escritorio.

Harry ayudó a Daphne a sentarse y él mismo tomó asiento mientras el pequeño profesor daba la vuelta a su escritorio y tomaba asiento.

Una vez que pareció cómodo, llamó a un elfo doméstico para que les trajera té y algunos bocadillos ligeros; que fueron entregados inmediatamente.

Harry enojado y los sieteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora