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-Lamento la tardanza, pero tenía que arreglar unos números para poder estar tranquilo mañana, domingo de descanso-*Sonrió ásperamente tomando asiento en el mismo sitio de toda la vida*

Rodé los ojos molesta por su presencia dándome cuenta de la acción de Alexis la misma que la mía, pude notar, tampoco se siente a gusto aquí.

-Chicas, que descorteza la mía al no salir a recibirlas, enserio lo lamento-*Dirigió sus manos a su pecho haciendo una pequeña reverencia sentado*-Imagino ya se han presentado con la familia, verdad?

Como se atrevía a decirles familia de manera blanda conmigo aquí presente, mi hermana acaba de fallecer, su hija acaba de morir!

-Con toditos!-*Respondió alegre Cristal*-Me encargado de todos, por un momento Elena no quería decir que se llamaba Elena en cambio Sam lo hizo más fácil, he imagina! Elena confabulo en mi contra con Alexis, que tal osadía!-*Relataba con cierto tono melodramático la pequeña*

-Siéntanse como en su propia casa chicas, lamento lo de sus padres, apenas me entere del fallecimiento de mi hermano y su esposa me sentí comprometido a traerlas conmigo, son como mis hijas las quiero como tales-*Hablaba de manera fluida con serenidad de ante mano*-Esta es mi familia, esta es su familia-*Estiro los brazos en señal de incluir a todos los presentes en el comedor*

Esto es una broma verdad? Ha dicho acaso “como mis hijas” “el fallecimiento de mi hermano y su esposa” ”Esta es su familia”. Cree que creando una red de mentiras podrá tapar el sol con un dedo?. Todo esto me es repugnante. No, simplemente no.

-Con permiso-*Me levante de la mesa sin esperar respuestas, camine sin saber a dónde, estaba caminando en mi casa pero ni siquiera sabía dónde estaba el baño! Al llegar al pequeño corredor encontré una puerta que daba al baño, pero mis piernas no querían entrar al baño ellas me dirigieron al despacho de Marck, una pequeña sala al final del pasillo decorada de muebles de cuero marrones, olor a pipa y montes de papeles, facturas y documentos.

                            ***

-Vamos papi prométemelo, dime que me pondrás en los talleres de futbol-*Insistía suplicante a mi padre mientras el mantenía la mirada ahogada en los documentos*-Yo sé que tú me adoras! Y adoraras verme jugar futbol!-*Mis últimos intentos para lograrlo, esperaba con ansias que den resultados*

Se acomodó los lentes de descanso, dirigiendo su mirada con la mía, dejo soltar un suspiro de derrota.

-Al mínimo problema, rasguño, lesión te saco de inmediato sin reproches. Hecho?-Estiro la mano para cerrar significativamente el trato-

-Hecho-*Estire mi mano para apretarla con la suya. Como toda una negociante*

-Hermana lo he logrado!-*Salí del despacho gritando a viva voz buscando a mi hermana, dejando atrás las risas ásperas de mi padre por mi acción-

                  ***

Mi cabeza se sentía tres veces más pesada, los dientes los reprimía unos con otros, cada recuerdo era un sentimiento olvidado. Haber reprimido la idea de tener padre fue fácil cuando no los veía pero al tenerlo aquí, con una familia nueva ocultando la antigua y fallida familia. Pareciese que se avergonzaba de nosotras.

Los brazos cálidos de Sam me volvieron a entregar calma, me hicieron pisar tierra evitándome tomar el tren de los recuerdos, me aferre a ella con fuerza. Que haría yo sin Sam?.

-Tenemos que regresar a la mesa Elena, es de mal gusto irnos así el primer día.*Pronuncio intentado guardar calma, ignorando por completo lo sucedido, apropiándose de una postura firme*

Modales, buenas impresiones era lo único importante para Sam esta noche, no tenía fuerzas para reprocharle algo en esos momentos además es irónico pero a pesar de todo agradezco no haber tocado palabra sobre el tema, sino el ambiente se pondría un tono dramático.

Sam es ese tipo de personas las cuales te conocen mejor que uno mismo, extraño, pero verdad. Cualquier otra persona acudiría a mi socorro, calmando mis humores pero solo lograrían crear dolor, sin saber con exactitud mi reacción, yo en ese momento quería alguien a mi costado que me apoyase y me preguntase

Como me sentía, que me pasaba, quería escuchar palabras de consuelo pero a veces lo que uno quiere escuchar no es siempre lo correcto. La acción de Sam de hacer como si nada sucediese fue lo mejor, me ayuda a  recomponerme afrontado el momento, luego alejadas de los demás podre desfogarme.

Cosas como esas, solo Sam sabe controlar.

Tome la mano de Sam apretándola fuerte después nos dirigimos de regreso a la mesa donde Cristal no dejaba de parlotear ni un segundo. El rostro de Marck no mostraba ningún rasgo arrepentido simplemente ignoro la escena anterior todos los presentes lo hicieron. La cena trascurrió desde el momento en donde la dejamos, Janeth realizo varios intentos para mantener una conversación fluida evitando silencios incomodos. Temas sin importancia para mis oídos eran discutidos en la mesa. Hasta la mención de un banquete para la presentación de Sam y mía ante la “sociedad” evitando cualquier tipo de especulaciones iba a ser realizada este mismo domingo//mañana// en el interior de la casa llamando a mi completa atención. No estaba de acuerdo ni augusto con la idea pero estaba segura que no podría hacer nada para evitarlo. Janeth pidió de favor a Alexis nos llevase en la mañana de compras para nuevas prendas apropiadas para la ocasión yo pensaba rechazar de inmediato pero recordé a Sam, ella no tenía prendas, en el reformatorio se utiliza uniformes lo demás es decomisado, la ropa puesta por Sam ahora eran prendas de mi armario que fueron de su agrado. Alexis mostro resistencia ante la idea planteada por Janeth.

Recordé en ese momento mi necesidad de comprar pintura nueva mis materiales, lienzos, pigmentos, pinceles. Todo lo había dejado en Canadá. Marck mostro un desagrado rotundo al enterarse mis aficiones por la pintura negó darme dinero para comprar cosas innecesarias, sus palabras eran rígidas, fuertes no pensaba dar su brazo a torcer. Mi paciencia llegaba a un tope, realmente no encontraba razón coherente para prohibirme practicar una de mis pasiones más que una pasión, mi vida, y así la encontrara haría caso omiso. No hay manera existente que me obliguen dejar de pintar, dibujar, crear. Es algo que me acompaña desde siempre, mi futuro dependía de esto, ahora no claro está, pero tenía planes y en ellos mis pinceles eran los personajes principales.

Respire hondo deje mis cubiertos a un costado dedique una sonrisa falsa a todos los presentes y me dirigí a mi habitación.

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Bien temperamental Elena...!

Vamos no tengo mucha imaginacion,

le a gustado?

-Mis Drama.

POR TI. [CANCELADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora