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La noche estaba fría y desierta. Feliz navidad mencionaban las personas muy alegres, pero ese día lleno de festividad y amor era un completo desastre para un chico pálido que sufría dos tipos de desamor, el romántico y el así mismo. 

Para el todo estaba yendo muy mal, las luces decorativas se perdieron, el pavo casi se sobre calentó y sus gafas de sol fueron tiradas a la basura por accidente. Nada podía ir peor, pensaba. 

Lo que no sabia era que un regalo llegaría a su puerta. 

—¡hola!—saludo su madre abriendo la puerta. —que bien que pudiste acompañarnos...¿Como está tu madre?

Min Yoongi partía lentamente la carne en trozos para después llevársela a la boca muy sumergido en sus pensamientos. Tenia planes y muy importantes,  solo cenaría he iría a la cama, ya había dicho. Para él joven, sus días comenzaban a ser difíciles mas cuando se le dificultaba controlar sus pesadas emociones.

—muchas gracias por invitarme, señora Min.

La melena negra que amaba atravesó el marco de la puerta, encontrando su mirada con la de Kim sharity, suspiro a sus adentros tristemente. 

En realidad, no sabia que esta chica los acompañaría, sin embargo, este no se sentía tan emocionado por ello, así el único paisaje que podían percibir sus ojos eran el plato a medio terminar.

—¡miren quien nos acompañará hoy!-- exclamo su hermana emocionada. 

La chica agitó la mano y tomo asiento frente al pálido.

—Hola, Yoongi.

Sonrió. Esa sonrisa de la cual se enamoro, no sabe porque, no sabe cuando y como, solo le gustaba y ya, Sin embargo, sabia que no estaba preparado para algo serio y su debilidad mental caía en que no lo merecía.

El chico saludo con una sonrisa fingida. 

—te traje mandarinas.—mostró la canasta llena de sus frutos favoritos.

—gracias.—hablo su madre por el.

El ambiente era armonioso para la familia del chico, platicaban de cosas triviales en la familia y la invitada. La escuela, era el tema principal, por alguna razón odiaba hablar de eso en casa. A veces pensaba que la escuela era una desmotivacion para el futuro, mas cuando la sociedad estudiantil y la particular no te enseñaban nada mas y menos que ser egoísta y codicioso. Algo que para Min se le hacia demente y estresante. 

--Así que les va bien. -- menciono el mayor.--Me alegra que les vaya bien. No es por nada pero mi hijo saca las mejores calificaciones de su curso, estoy orgulloso de el...Sabe que lo que quiera estudiar estaré para apoyarlo, ¿verdad Yoongi?

El mencionado levanto la vista y vio a su padre fijamente, este esperaba una respuesta concreta, sin embargo, este solo asintió varias veces. 

--¿Estas bien? Estas muy callado últimamente.

--Es porque el no  puede hablar.--dijo Kim. 

El señor Min apunto de soltar la verdad, una voz irrumpió el lugar. 

--¡No les conté de como me fue el partido de la semana pasada!.--con entusiasmo Hye-yoon se levanto de la silla.

--¿Partido?

--¡si! estudio en una academia para deportistas. Estudio para ser una gran deportista.

En la mirada de la pelinegra se notaba el entusiasmo y pasión por aquel deporte, por nada se a esforzado en seguir sus sueños desde los ocho años.

--¡Que genial!--aplaudió rápidamente.-- Y explícame, ¿Como te enseñan o que métodos tienes de evaluación?

--Tengo una entrenador personal, me asesora durante los partidos y me califican median las rutinas y los goles que anote en los torneos de cada mes. 

--¡Vaya! ¡Yoongi que genial es tu hermana!

--Lo se.--Se elogio a si misma. 



Radio De Amor. [Fanfic: MY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora