CORAZÓN DE PAPEL (BAJIFUYU) (FINALIZADA)

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Al día siguiente saqué fuerzas de donde no tenía y me fui a clases. El cuerpo amoratado y el rostro deformado no causó la suficiente impresión en mis "padres" para que me preguntaran lo que había pasado o si estaba bien, nunca lo hicieron de todas formas. Ya me daba igual.

Cuando llegué, varios alumnos me miraban de reojo. De repente, el chico que el día anterior era molestado por los estudiantes que me acosaban, se acercó. Una tímida sonrisa entre sus labios.

–H-Hola, no sé si te acuerdas de mí –jugó con sus dedos de forma nerviosa

Yo sólo asentí a su pregunta.

–Me llamo Takuya Yamamoto, soy de tercero, bueno, quería agradecer lo que hiciste por mí ayer, llegué hace unas semanas y de repente comenzaron a molestarme y yo... –bajó la mirada a sus zapatos –siento que te hayan golpeado por mi culpa, también siento nunca haber intervenido para ayudarte, aunque a veces los viera molestándote –murmuró lo último

Yo le resté importancia, no era sencillo defender a un extraño cuando tú mismo estás temblando de miedo, pero él insistió en disculparse.

–Yo, ayer después de que me salvaras, hablé con mis padres sobre lo que estaba pasando, esos chicos no sólo me molestaban, a veces también llegaban a pegarme y cuando llegaba a casa lesionado les decía a mis padres que me había caído, sólo ayer pude contarles la verdad. Esta mañana estuvieron aquí y los responsables fueron expulsados durante lo que queda de semestre, y dijeron que, si se repetía con algún otro alumno, la expulsión sería definitiva y constaría en sus expedientes –contó

Yo me sorprendí mucho ya que sólo ayer el director estuvo tratando de convencernos de que no era grave y que las disputas entre compañeros deberían alegrarse con una buena charla privada.

Takuya me explicó que sus padres amenazaron con demandar a la escuela si no tomaban medidas a la altura de la situación, así que el director no tuvo más opción. Eso me hizo sonreír un poco.

La justicia llegó tarde...pero llegó.

–Nunca más dejaré que intimiden a alguien frente a mí sin hacer nada, si es necesario defenderé a quien lo necesite como lo hiciste conmigo ¡Gracias por todo! –el pequeño rubio hizo una reverencia y se fue corriendo

El resto del día fue normal. Nadie me dirigió la palabra como de costumbre hasta la hora de salida.

Caminé sumido en mis pensamientos hasta que dos fuertes manos apresaron mis brazos deteniendo mi caminar y asustándome por lo bruscas que fueron.

–¡Por qué no respondías mis mensajes o llamadas! –me interpeló el pelinegro

No sabría decir si Kei estaba más molesto o preocupado. Le sonreí un poco.

–Hola –él frunció los labios ante mi saludo

–Sabía que te pasaba algo cuando me escribiste ayer para cancelar nuestra salida. Mira tu rostro –pasó los dedos por los moretones de mis mejillas despacio, aunque el más leve contacto escocía

–Estoy bien –tomé su mano apartándola de mi rostro, y noté sus nudillos muy dañados –¿Qué te pasó? –él rodó los ojos

–No cambies de tema ¿Qué hablamos sobre tu costumbre de querer resolverlo todo tú solo? No estaba lejos ¿por qué no me llamaste? Yo habría corrido para ayudarte –se quejó

–Hay cosas que debo hacer por mí mismo, y estoy seguro de que tú lo entiendes –tomé su mano despacio, cuidando de no dañar más de las cuentas sus nudillos, el parecía no querer hablar de ello y yo lo respetaba

–Está bien, entonces ¿Cómo te sientes? –me sonrió al fin

–Extrañamente bien –me sinceré pues, aunque aún me sentía agotado por la mala noche, sentía una satisfacción personal muy agradable

La vocecita en mi cabeza que antes me susurraba "No vales nada" me estaba gritando "lo has hecho bien". Y la sensación era agradablemente única.

Kei y yo acabamos caminando tomados de la mano hacia la casa de Kazutora y Hanma, donde según me comentó el pelinegro, ambos me esperaban para regañarme. Sonreí, no me importaba si me regañaban, en realidad me alegraba. Eso demostraba que les importo.

Soy feliz. A veces las cosas parecen complicarse, y algunas cosas hacen que sienta cómo cada vez que doy un poso al frente, retrocedo diez, pero mis amigos y familia siempre está ahí para ayudarme. Esa es la vida que siempre anhelé tener.

HOLAAA, ¡FELICES FIESTAS !

¿Cómo les trata la vida?  

Aquí con la entrega del penúltimo capítulo de este primer trabajo. Ya había avisado que sería cortito. 

Tardé más de lo necesario...soy una irresponsable, mis disculpas.

Me alegró muchísimo ver que en ese corto lapso de inactividad llegamos a los 100 votos, para unos es una tontería pero para mí es muchísimo ¡Gracias! 

Mañana sin falta haré la entrega del último capítulo, gracias por seguir aquí  <3

Key nee-san