II

2.5K 361 36
                                    

Le vendría bien una ducha caliente, pero su vuelo se retrasó.

Jodidamente genial.

Apenas tuvo tiempo de registrarse en el hotel y actualmente está en otro taxi camino a Equinox. Al menos, se puso su traje de antemano.

Equinox era un restaurante elegante y bien decorado, con personal atento y un delicioso olor a comida por todas partes. La camarera le dedicó su mejor sonrisa de servicio al cliente y lo llevó a una mesa en un rincón apartado.

Kim Taehyung ya estaba allí, con una camisa de vestir blanca impecable, una gabardina negra con pantalones a juego. Parecía casi aburrido.

Las fotografías no le hacían justicia. No lograban capturar la intensidad de su presencia.

Parecía un dios griego. Piel bronceada, hombros anchos, cintura estrecha, mandíbula perfecta, piernas largas y esos ojos grandes, crueles, aún más inquietantes en persona.

Jimin necesitó todo su autocontrol para no retorcerse y sonrojarse cuando el hombre levantó la vista de su teléfono y lo estudió.

¡¿Cómo es que tenemos la misma edad?!

Reunió algo de confianza, puso una sonrisa en su rostro y extendió su mano hacia el hombre. “Buenas noches, mi padre no pudo asistir hoy y por lo tanto estoy aquí en su nombre. Park Jimin. Encantado de conocerte, Kim Taehyung-ssi."

Taehyung no se movió ni un centímetro. Simplemente lo miró.

"¿Es esto una especie de broma?" Finalmente habló en un barítono bajo, sorprendiendo a Jimin. Su voz profunda y ronca le envió un escalofrío. El tono culto fue impecable. Incluso su padre no le encontraría ningún defecto.

Se sentó frente a él, tratando de no mostrar lo nervioso que estaba.

"N-no en absoluto. Mi padre se encuentra actualmente fuera del país por algunas negociaciones importantes. No pudo regresar con tan poca antelación, por lo que me envió en su lugar." No se perdió el leve entrecerramiento de esos ojos avellana.

“No hago negocios con niños. No puedes tener más de dieciocho o diecinueve." Jimin podía sentir sus mejillas enrojecer. Sintió tanto enfado como humillación.

"No soy un niño."

Taehyung lo inmovilizó con una mirada que podría congelar la lava.

Mierda. Lo arruiné. ¿Hay alguna forma de evitar que esta desastrosa reunión empeore? Jimin era una estatua en su asiento, atrapado en esa mirada, sin poder moverse.

“Si Park Young Soon-ssi no pudo molestarse en aparecer, al menos debería haberme informado para no tener que perder el tiempo. Vete a casa, niño." Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando, Taehyung se puso de pie, tomo su gabardina y se fue.

Jimin gimió de frustración, cruzó los brazos sobre la mesa y escondió su rostro. Maldito infierno.

Entonces se dio cuenta de cómo Taehyung lo había llamado condescendientemente: niño. Miró el asiento vacío. La humillación se apoderó de él, realmente quería levantarse e irse –su estómago gruñó.

Eres imposible.

Aunque todavía se sentía humillado, la comida estaba deliciosa. Mientras terminaba su comida, su cabeza repitió el desastre que tuvo por reunión. Probablemente debería haberle reenviado el correo a su padre. Actuó por su cuenta y falló. Estaba claramente enojado. Jimin todavía no tenía idea de por qué Taehyung quería ver a su padre. No debería haber metido la nariz donde claramente no debía. Fue una estupidez, lo admite, pero solo quería saber más sobre la empresa que heredará en algún momento. Jimin había confiado en su capacidad para mantener una conversación, hasta que el Sr. Magnate de veinticinco años con ojos espeluznantes lo redujo a un niño ruborizado y tímido.

Maldita sea.

Estaba nevando cuando salió del restaurante. Se abrazó a sí mismo y se estremeció levemente. Solo quería volver a su habitación y esconderse debajo de las cálidas mantas. Al mirar a su alrededor, notó un taxi. Por primera vez, la suerte parecía estar de su lado. 

Subió, dio su destino y cerró los ojos. En su cabeza aún se repitia el desastroso encuentro con Kim Taehyung. No tenía sentido atormentarse a sí mismo. No era culpa suya que Kim fuera un idiota de mente estrecha, arrogante y molesto que pensaba que estaba por debajo de él hablar de negocios con alguien que parecía muy joven. Vete a la mierda Kim Taehyung, ¿sabes siquiera que tenemos la misma edad? Por supuesto que no. Agh. Eso sí, el error era de Taehyung. Jimin no era ningún inexperto y joven como parecía. No debes juzgar un libro por su portada.

Jimin fue sacado de sus pensamientos sombríos cuando el auto comenzó a acelerar. Abrió los ojos y notó que no estaban en el centro de la ciudad. ¿Cuánto tiempo estuve soñando despierto? Mierda.

"Oye, estoy bastante seguro de que el hotel no está en esta parte de la ciudad." No hubo respuesta. El coche siguió acelerando. Ni siquiera parecía que siguieran en la ciudad. Su corazón latía con fuerza. Esto no es lo que creo que es ¿cierto? Extendió la mano hacia el abrigo que tenía a su lado y busco en el bolsillo donde guardaba su teléfono. No encontró nada. Respirando pesadamente, buscó en el otro bolsillo. Nada.

Mierda mierda mierda.

Se obligó a dejar de entrar en pánico.

Piensa ¡PIENSA! Por favor.

Se encontró con los ojos del conductor en el espejo. “Mira, no quieres hacer esto. M-mi padre no es alguien a quien quieras hacer enojar y-"

“Cállate." Gritó el conductor y escuchó el inconfundible sonido del seguro que se quitaba de un arma. Respiró hondo. No entres en pánico, no entres en pánico, no puedes entrar en pánico ahora Jimin.

Afuera estaba oscuro, pero pudo ver una SUV negra siguiéndolos. El conductor no estaba solo. Esto no era un robo. Sabían quién era. No le sorprendió realmente, su padre tenía enemigos.

"No importa cuanto te estén pagando, yo te pagaré tres veces más." Intentó.

El conductor se rió. “Los muertos no necesitan dinero." Un escalofrío recorrió la espalda de Jimin ante la implicación de las palabras.

Estaba realmente jodido. En este punto, solo deseaba que esto fuera un simple secuestro por dinero.

Bound to You [vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora