Bound to You [vmin]

VIII

Cuando Jimin se despertó, era entrada la tarde, aunque si no fuera por el reloj de la pared, no habría forma de saberlo, ya que afuera estaba nevando.

Se frotó los ojos y se estiró como un gato en la cama blanda, sintiéndose deliciosamente descansado. Le dolían un poco los músculos, pero se sentía más cómodo de lo que había estado últimamente. Todavía no estaba seguro de por qué lo habían trasladado de su antigua habitación a esta sospechosamente agradable, pero esperaba que no fuera una trampa.

Entonces, recordó algo. ¿Taehyung realmente le había dicho que esta era su habitación?

Todo su cuerpo se sintió caliente al recordar las circunstancias. Mierda. ¿De verdad había dejado que sostuviera su pene mientras orinaba y lo tratará como a una cosa? Su estómago dio un vuelco. De repente, sintió un impulso casi irresistible de salir corriendo. Correr a algún lugar lejos de ese extraño hombre de ojos crueles y manos tiernas.

Aunque... no podía negar que todo había ido bien. Mejor de lo que hubiera esperado. Sí, había sido castigado, y su pequeño colapso era digno de vergüenza, quería que la tierra se lo tragara. Pero a pesar de todo Taehyung había sido algo amable con él.

Me cuidó cuando no tenía que hacerlo.

Pudo haberlo dejado ahí tirado, exhausto e indefenso, hasta que se orinara y durmiera en el duro piso. Incluso lo había cambiado de ropa y lo había metido en la cama. Por supuesto, apenas había sido gentil mientras lo hacía, pero aún así lo hizo, asi que Jimin decidió contar eso como una pequeña victoria. Le gustaba ser optimista.

Bostezando, finalmente se sentó, sus ojos se posaron en la mesita de noche y se agrandaron: había una gran bandeja con comida. Incluso había frutas y verduras.

Espera, ¿eso es café? ¿Tendrá veneno?

Su estómago rugiente decidió que no importaba.

Pero, realmente necesitaba una ducha primero. Se bajó de la cama y se dirigió al baño, claramente lujoso. Lavabos, bañera, mampara de ducha, espejos... pronto notó lo que estaba usando. Una camisa blanca de manga larga que claramente pertenecía a alguien más alto y ancho que él, le quedaba lo suficientemente grande para cubrir la mitad de sus muslos.

¿Será de Taehyung? Llevo una manga cerca de su nariz, y un tenue aroma terroso, lo confirmó.

Un escalofrío le recorrió la espalda. Normalmente no le habría importado, pero usar la ropa del hombre que lo inquietaba, después de la experiencia surrealista de anoche... Sin mencionar que estaba desnudo debajo de la camisa.

Había otra puerta que conducía al baño. Se acercó pero no escuchó nada. Empujó, pero no se movió, estaba bloqueada. Por supuesto que está bloqueada. Te estás adelantando demasiado, Jimin. Que te esté alimentando y te haya ayudado a orinar no significa que te permitirá deambular. Te secuestró.

Suspirando, comenzó a desvestirse. Necesitaba una ducha. Necesitaba relajarse y dejar de pensar en lo de anoche.

Pero mientras estaba bajo el chorro de agua tibia, sus pensamientos volvían a él. Algo en todo esto le molestaba mucho. El recuerdo de la noche anterior estaba bastante borroso por razones obvias, pero el sentimiento de total vulnerabilidad e impotencia, era claro y agudo incluso ahora. Y eso lo hacía sentir muy incómodo, porque durante unos minutos, se había sentido realmente bien. Se había sentido bien llorar en los brazos de Taehyung y buscar consuelo en él, lo cual estaba jodido. No confiaba en él ni un poco. ¿Cómo podría sentirse bien? Se sentia conmocionado hasta la médula.